Discapacidad. “Algunas cosas nos cuestan más, pero no bajamos los brazos”
Un poco de nervios y mucha alegría. Eso recuerda Valeria Rodríguez, una joven con discapacidad intelectual, de su primer día de trabajo. “Cuando terminé el colegio no sabía qué iba a hacer de mi vida. Quería hacer algo productivo y no estar tanto tiempo en mi casa”, cuenta Valeria, quien pudo insertarse laboralmente gracias al Programa de Empleo con Apoyo de la Fundación Discar.
Hoy tiene 32 años y desde hace seis trabaja en una conocida cadena de farmacias. Lo que más disfruta es “estar con la gente”: atender a los clientes y compartir con sus compañeros. Si tuviese que definirse como trabajadora diría: “Soy responsable. No me gusta faltar”. Y, rápidamente, agrega: “Estaría bueno que las empresas incorporen a más personas con discapacidad. Somos capaces de trabajar. Algunas cosas nos cuestan más que otras, pero no bajamos lo brazos”.
En vísperas del Día Internacional de las personas con Discapacidad, organizaciones especializadas en la temática ponen el foco en las barreras visibles e invisibles que siguen atentando contra el derecho al trabajo, uno de los más vulnerados. Además, subrayan la necesidad de derribar los mitos y prejuicios que persisten: desde que no pueden asumir responsabilidades hasta el ser tratados como “niños eternos”. Según cifras oficiales, solo un 32,2% de esta población en edad laboral logra acceder a un empleo y los más afectados son los jóvenes de hasta 29 años.
En ese contexto, Discar, Asdra, La Usina, Cilsa y el Centro Claudina Thévenet lanzaron junto a Arcos Dorados el spot “Juli” para concientizar sobre la necesidad de naturalizar la inclusión laboral. No solo se trata de reclamar por un derecho elemental sino, además, de visibilizar la diversidad como un aporte fundamental para las empresas y la sociedad en general. En ese sentido, estas organizaciones ofrecen un abanico de programas de capacitación laboral, de alianzas con empresas y de propuestas de trabajo genuino.
Pedro Crespi, director ejecutivo de Asdra, señala que menos del 10% de los adultos con síndrome de Down tienen trabajo en el país. En ese sentido, reflexiona que, más allá de los avances que se fueron dando en los últimos años, el desafío sigue siendo enorme y la clave está en un cambio de paradigma. “La diversidad ya es un activo fundamental de la estrategia de valor en muchas organizaciones e impacta en el modo de hacer el negocio. Trasciende la cuestión de RSE para transformarse en una exigencia de los clientes internos y externos. Es reputación”, sostiene.
Para Javier Lioy, director de La Usina, uno de los principales obstáculos para la inclusión es el “círculo de invisibilidad” que afecta a las personas con discapacidad y que impide dimensionar su número o sus potencialidades productivas. “Muchas veces se deja de lado el poder productivo y creativo que hay en cada persona”, asegura.
Los datos del estudio nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad, de 2018, indican que en el país hay 3.571.983 personas con discapacidad física o intelectual, lo que implica que más del 25% de los hogares tiene, al menos, a un integrante con esta condición. Representan un 10% de la población total de 6 años en adelante y casi el 17% está en edad de trabajar. La tasa de inactividad entre estas personas es del 64,1% y el desempleo llega al 10,3%. Sin embargo, se espera que por el impacto de la pandemia estos porcentajes aumenten.
Por otro lado, según las últimas cifras del Registro Nacional de Personas con Discapacidad, hasta los primeros días de noviembre de este año, entre las 1.063.331 personas con Certificado Único de Discapacidad (CUD) que hay en el país mayores de 14 años, solo el 12% declaró que trabajan.
Los mitos
Que faltan o se enferman mucho, que no tienen un buen rendimiento o que a la empresa le costará adaptarse, son solamente algunos de los prejuicios que buscan derribar desde las organizaciones. Porque los mitos se traducen en miedos; y los miedos, en exclusión. “No solamente estas personas tienen muy poco ausentismo, sino que trabajan muchas veces a un ritmo mayor y el impacto que generan en el clima laboral es enorme. También en el sentido de pertenencia a la empresa”, asegura Demian Lijtman, director ejecutivo de la Fundación Discar. Su Programa de Empleo con Apoyo hace un trabajo centrado en la persona. “Cuando nosotros nos acercamos a una empresa lo primero que buscamos es que haya un interés genuino por incluir. Generamos una alianza donde la acompañamos durante toda la vida laboral de quien están contratando”, cuenta Lijtman.
Crespi considera que la falta de información es uno de los obstáculos más importantes para adaptar las prácticas de las empresas. Por ejemplo, en relación a las personas con síndrome de Down, hay mitos como la infantilización y el que solo pueden realizar determinar tareas. Por otro lado, agrega que aún es frecuente la confusión en algunos sectores de la inclusión laboral con una “cuestión de solidaridad”. “Muchas iniciativas se quedan en lo discursivo y falta el compromiso de efectivizar a esa persona o hacer un programa de acompañamiento laboral. El verla como un sujeto que aporta valor a la cadena, es clave”, advierte. Para el director de Asdra, la palabra clave es convivencia, “un concepto más amplio que inclusión, donde todos nos podamos reconocer como personas con dignidad y derechos: a tener una vida digna, a acceder a la salud y a un empleo, entre otros”.
Actualmente, Valeria está de licencia, pero suele viaja al trabajo tres veces por semana desde su casa en Castelar hasta la ciudad de Buenos Aires: una hora y media de tren y colectivo. “Además de ayudar a los clientes, repongo los productos en las góndolas, me fijo bien los vencimientos, acomodo los carteles de las ofertas y reparto volantes”, cuenta la joven. Durante la cuarentena, con sus compañeras y compañeros de trabajo se mantuvo conectada por redes sociales y WhatsApp. Como le encanta pintar, les hace dibujos y se los manda: es una manera de estar cerca. Para el futuro, sueña con seguir trabajando. Pero también con que otras personas hagan efectivo ese derecho. “Que haya oportunidades”, resume en una frase.
Propuestas para las empresas
Fundación Discar
Su Programa de Empleo con Apoyo está por cumplir 30 años y ya cuenta con 33 empresas comprometidas. Se logró incluir laboralmente a 136 personas en CABA y Gran Buenos Aires y a 26 en las provincias de San Juan, Mendoza, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Chaco y Neuquén. Una vez que una empresa muestra su interés, desde Discar le hacen una presentación de la fundación y se les acerca una carta convenio para proponerles una alianza. A partir de la misma, se acuerda las características necesarias para el puesto y se busca en la base de datos el perfil adecuado. Si la persona elegida acepta, se realiza una capacitación a toda la compañía y una especial al equipo de trabajo directo. El acompañamiento de la fundación es constante y sostenido a lo largo del tiempo no solo a la empresa, sino a la persona con discapacidad y su familia. Las empresas interesadas en conocer más pueden contactarse por mail con Denise Shocron, responsable de Relaciones Institucionales, escribiendo a denise.shocron@fundaciondiscar.org. Más información: www.fundaciondiscar.org.ar
Asdra
En siete años el Programa de Inclusión Laboral de Asdra, que tiene foco en personas con síndrome de Down en particular y con discapacidad intelectual en general, logró acompañar más de 200 inclusiones. Dieron unas 80 capacitaciones en empresas para equipos de RRHH y otras áreas sobre buenas prácticas para la inclusión laboral. Trabajan con todo tipo de organizaciones y empresas fundamentalmente dentro de CABA y AMBA. Trabajan en red con centros de formación laboral y cuentan con una bolsa de trabajo propia y accesible para personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual. Desde Asdra hacen las entrevistas y las admisiones. Además, dan cursos de formación para el empleo y actualmente están enfocados en el uso de herramientas informáticas y tecnológicas. Las empresas interesados pueden escribirle a la coordinadora del Programa de Inclusión Laboral, Silvina Alonso: silvina.alonso@asdra.org.ar
La Usina
Desde hace 18 años impulsa la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Cuenta con un el programa Mentorinc y con dos modelos empresariales sin fines de lucro, redACTIVOS y GOTA. El primero es un programa integral de acompañamiento a empresas, donde se trabaja además en el desarrollo del liderazgo inclusivo en un proceso conjunto con los responsables de las distintas áreas. Por otro lado, redACTIVOS cuenta con 16 talleres a los cuales asisten más de 600 trabajadores con discapacidad y en los que se elaboran productos y ofrecen servicios a gran escala. GOTA es una agencia de publicidad, que cuenta con un equipo creativo conformado por personas con discapacidad intelectual. En estos años trabajaron con más de 400 empresas y en 2020 llegaron a más de 200.000 personas con productos que cuentan en su cadena de valor con el trabajo genuino de personas con discapacidad.
Centro Claudina Thévenet
Cuenta con un Programa de Aprestamiento Laboral, cuyo objetivo es favorecer la formación y capacitación laboral de jóvenes y adultos con discapacidad intelectual. Se trabaja de forma personalizada el proceso de cada joven, según sus intereses y posibilidades. Basándose en el modelo de empleo con apoyo realizan en las empresas charlas de concientización, orientación e información con el objetivo de generar mayor conciencia sobre los beneficios de incluir a estas personas. Por otro lado, hacen un análisis del puesto de trabajo con el fin de evaluar los requerimientos y las tareas a realizar, y luego se le ofrece a las empresas el candidato que mejor podría adaptarse a esa búsqueda. Una vez incluida la persona, se realiza un seguimiento periódico en el lugar de trabajo. Las empresas interesadas pueden contactarse con Analía Rodríguez escribiendo a: aprestamientolaboral@centroclaudina.org.ar
Cilsa
Cuenta con un Programa Nacional de Becas y Oportunidades para promover la inclusión socioeducativa y laboral de personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. Por un lado, proponen y acompañamos distintos trayectos de capacitación laboral, formación académica superior y preparación para el mundo del trabajo, promoviendo la autonomía y el desarrollo de habilidades de personas en situación de búsqueda de empleo. Por el otro, asesoran y capacitan a las empresas y organizaciones de la sociedad civil, en la construcción de procesos de selección e incorporación de personas en situación de vulnerabilidad social y con discapacidad desde la perspectiva del modelo social, para favorecer la gestión de la diversidad, inclusión y para que puedan autogestionar futuros procesos de inserción laboral. Desde que el programa comenzó en 2009, más de 9000 personas participaron, de las cuales 815 continúan instancias de educación superior, 160 ya son profesionales egresados, 464 generaron su emprendimiento y 967 lograron un empleo o practica calificante. Las personas y empresas interesadas en más información pueden contactarse con Paula Rossi, coordinadora nacional del programa, escribiendo a cilsa@cilsa.org o llamando al 6588-0012. Más información: www.cilsa.org
Más información
Adeei, Asociación Civil Andar, Asdra, el Centro Claudina Thévenet, Cilsa, Fundación Nosotros, La Usina y Panaacea, lanzaron Ahora Discapacidad, una alianza que busca incidir en la cultura y en las políticas públicas para que todas las personas con discapacidad puedan ejercer plenamente sus derechos. En su sitio web se puede encontrar más información sobre esta iniciativa.