"Desde el momento que lo conocí, busco la mejor forma de ayudarlo. Es un chico con un potencial enorme, pero su enfermedad y el contexto donde le tocó vivir, hacen todo más complicado", cuenta Faustino Benítez, enfermero del Hospital Narciso López de Lanús. Alan, de ocho años, tiene una enfermedad severa, poco frecuente y muy dolorosa, llamada Epidermolisis Bullosa, conocida como "piel de cristal", que afecta la superficie de los tejidos de su cara, rodillas, codos y torso, generando ampollas y erosiones que luego pueden derivar en lesiones abiertas.
Al vivir en una casilla precaria ubicada en un asentamiento del barrio 9 de Abril, en el partido de Esteban Echeverría, está expuesto constantemente a focos infecciosos por la contaminación. Esto impide que se pueda higienizar sus lastimaduras correctamente, haciendo que se enferme reiteradamente. Por esta razón, Faustino, junto a la organización social Saun, está llevando adelante una campaña solidaria para que Alan y su familia tengan una nueva casa.
La historia del enfermero de 35 años y Alan comenzó hace dos años, cuando Faustino estaba sentado en la puerta de su casa y vio pasar a una madre junto a su hijo. Le llamó la atención que, en un día tan caluroso de verano, el chico estuviese completamente tapado por ropa, incluyendo su cara. "Le pregunté a la madre porque él estaba así y me contestó muy angustiada: ‘se le cae la piel’. Cuando vi que las lastimaduras de la cara estaban muy infectadas, automáticamente los hice pasar a mi casa para revisarlo", recuerda.
A partir de entonces, Faustino siempre buscó la forma de ayudar a Alan. Lo llevó al hospital donde trabaja, para que los pediatras pudieran desinfectar y tratar sus lastimaduras. Durante casi dos años, le facilitó el acceso a los medicamentes y cremas necesarias.
Sin embargo, el principal problema para su enfermedad, seguía siendo su vivienda. "Literalmente vivía rodeado de basura y barro. El piso de su casita es de tierra, llovizna un poco y ya es un barrial. En esos días, no puede ir a la escuela, porque es imposible salir del barrio. No son condiciones sanas para vivir y mucho menos para alguien como Alan", explica.
Por esta razón, hace tres meses, Faustino decidió llevar a Alan y a su madre, Carmen, de 47, a vivir temporalmente a su casa. "Lamentablemente no es muy grande y con mi pareja les pusimos dos colchones para que puedan dormir por lo menos en la cocina, hasta que les consigamos algo mejor", comenta.
A partir de un video, filmado y subido por Faustino a su Facebook, con más de 6000 reproducciones, donde se puede ver la antigua casa de Alan y el barrio 9 de Abril, la organización social Saun, se puso en contacto para ver de qué forma podían ayudarlo.
"Un tercero nos donó una casa prefabricada. Ahora solamente tenemos que conseguir el lugar para instalarla", asegura Gonzalo Erize, presidente de Saun. La campaña solidaria "Un terreno para Alan" tiene como objetivo conseguir 300.000 pesos para poder comprar el espacio donde se ensamblará la nueva casa.
"Yo también tuve una infancia muy humilde. Cuando tenía su misma edad, cuidaba coches en la puerta de una iglesia de Lanús para tratar de ayudar a mi familia. Pero pude salir adelante y quiero que Alan tenga la misma posibilidad, es un chico muy inteligente", concluye.
Cómo colaborar:
Si querés ayudar a Faustino a conseguir la casa de Alan, hacé tu donación entrando a www.saun.org
Más información:
holasaun@gmail.com