Del pase sanitario al DNI: pese a la brecha digital en el país, cada vez más trámites son por Internet
Con el pasaje a la virtualidad de numerosos trámites, el acceso a derechos y beneficios sociales se transformó en un desafío para la población que no tiene conectividad ni dispositivos
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La pandemia aceleró la digitalización de muchos trámites que, hasta marzo de 2020, se venían realizando de manera presencial. A través de Internet hoy se obtiene el pase sanitario, se busca vacante en las escuelas porteñas, se anota uno para recibir la vacuna contra el Covid, se gestiona el crédito Previaje, se solicita una partida de nacimiento, o el certificado de residencia precaria, por citar, apenas, algunos ejemplos.
Este profundo viraje a lo virtual lleva, por momentos, a que uno se pregunte si el país tiene la madurez tecnológica suficiente para pegar ese salto. Con la llegada de las vacaciones y el requisito de contar con el pase sanitario tanto para viajar como para ir al cine, se hicieron frecuentes las quejas de muchos ciudadanos por lo dificultoso que resultaba darse de alta en la app Mi Argentina a fin de obtenerlo.
La Argentina digital también traza una nueva grieta, con incluidos y excluidos. ¿Cómo puede realizar cualquier trámite electrónico quien no tiene acceso a Internet, no posee computadora, o cuenta con un celular sin suficientes prestaciones? La exclusión digital, que tanto afecta a niños y adolescentes para que puedan tener una educación de calidad, tiene su correlato en el mundo adulto: impide el acceso a derechos y beneficios.
La desigualdad digital es señalada por el Foro Económico Mundial como una de las vulnerabilidades de nuestro país. En el informe anual que el organismo realiza sobre los riesgos de la economía mundial, menciona puntualmente el acceso desigual a la tecnología e Internet. Esto, señala el estudio, sería consecuencia de las desiguales capacidades de inversión en el país, la falta de herramientas en la fuerza laboral, el insuficiente poder de compra de los ciudadanos, así como a restricciones gubernamentales y diferencias culturales.
Una red vecinal ante la falta de otras redes
En muchos barrios populares, es la ayuda entre vecinos lo que permite sortear este obstáculo. “Internet se volvió tan importante, que los vecinos que pueden, están poniendo wifi”, explica Lucía Bogado, habitante del Barrio Luján, ubicado en Florencio Varela. No es su caso. “A veces, le pido prestado el wifi a algún vecino para enterarme de las cosas. Una no siempre tiene para ponerle crédito al celular. Y así fue como se me pasó el turno para la vacuna de los chicos. Los pude vacunar como un mes más tarde”, explica la mujer, madre de cuatro hijos. “Los más grandes van al secundario. Pero con esto de Internet se nos complicó y no pudieron pasar de año”, se lamenta.
No es la única que padece la falta de conectividad. Marisa Carrasco necesitó de la asistencia de sus vecinas para aplicar al subsidio “Mi Pieza” porque no entendía el formulario web. Mientras que Mónica de Russis, fundadora de la organización Amigos en el Camino, que asiste a personas en situación de calle, se la pasa tramitándoles los turnos de vacunación porque muchos no tienen crédito, y otros ni siquiera un celular.
“Antes de la pandemia, tenías trámites digitales con opción a realizarlos de manera presencial, como pedir turnos en los hospitales porteños. Esa posibilidad se perdió en muchos casos. Ahora hay que llamar a los números del Gobierno de la Ciudad, pero eso es dar por sentado que todos tienen celular y no es así. Por ejemplo, hay gente en situación de calle que quisiera ir a un parador pero no tiene cómo llamar. O no tiene crédito”, grafica De Russis.
Por su parte, Alejandra Martínez, fundadora de la fundación Microjusticia Argentina, que empodera legalmente a personas en situación de vulnerabilidad, perdió la cuenta de la cantidad de migrantes a los que asiste para ayudarlos a tramitar su Certificado de Residencia Precaria. El sistema virtual de la Dirección Nacional de Migraciones, asegura, es difícil y complejo incluso hasta para ella, que lo viene utilizando en reiteradas ocasiones.
“El pase a lo digital acentúa la distancia entre el ciudadano que necesita hacer un trámite y el organismo en el que lo tiene que hacer. Te piden que subas documentación y siempre te quedás con la duda de si subió bien o si se perdió en el ciberespacio. Uno termina más descreído del sistema. Te pasa con Migraciones, pero también con ANSES o con los registros civiles, instancias a las que la gente recurre por temas fundamentales como tramitar un subsidio o una partida de nacimiento”, ejemplifica.
Validar la identidad, esa es la cuestión
A nivel nacional, cada vez más trámites se centralizan en la app Mi Argentina: desde el pase sanitario, pasando por el DNI o la licencia de conducir. Pero no basta con descargar la aplicación. Por tratarse de documentación tan sensible, el usuario debe validar su identidad, un proceso que requiere registrar determinados movimientos frente a la cámara del celular, que la app va tomando en tiempo real. Para hacerlo, se requiere un celular con determinadas prestaciones tecnológicas y buen acceso a Internet.
Atendiendo la imposibilidad de muchas personas para realizar esta gestión en su hogar, el Gobierno lanzó puntos digitales en todo el país, en los que las personas pueden acercarse y validar su identidad. Según el sitio oficial, hay 303 puntos en todo el país. La provincia de Buenos Aires cuenta con 68. La Ciudad, apenas con uno.
Si bien es cierto que la ciudad de Buenos Aires posee los mayores índices de conectividad del país (según un estudio de la Cámara Argentina de Internet, tiene más conexiones que hogares, ya que el índice de conectividad alcanza el 108%), no hay que olvidar que la accesibilidad a una señal o a dispositivos no es pareja. De acuerdo con el informe técnico Efectos Sociales del escenario Covid-19 en las comunas y villas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, elaborado por el Observatorio y la Defensoría del Pueblo de CABA, en 2020 el 43,8% de las viviendas de esos sectores no contaba con computadora en el hogar y el 45,9% no poseía Internet.
“Acá llega gente a validar su identidad, pero que también aprovecha y hace otros trámites que necesita, como el DNI, o el pedido de la beca Progresar, incluso trámites de PAMI. Muchos no saben cómo hacer los trámites online y necesitan ayuda. O quizás tienen un celular viejo que no sirve para estas cosas”, explica Daniela Alcázar, una de las personas que se ocupa del Punto Digital porteño, ubicado en La Boca.
¿Cómo hacer para que el camino hacia un verdadero gobierno electrónico no se transforme en un factor de exclusión? Diferentes organismos consultados por LA NACION informaron sobre iniciativas para tender puentes con las poblaciones más vulnerables.
Así, por ejemplo, desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires explicaron que implementaron postas itinerantes de vacunación en barrios populares y en estaciones de trenes. Además, generaron una articulación con el Registro Nacional de las Personas y el Consejo Nacional de Políticas Sociales para documentar a personas que no lo estaban y, por ende, no podían ingresar a ningún sistema informático.
En tanto, fuentes del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, informaron que cuentan con una red de cuatro oficinas distribuidas en la zona Sur de la Ciudad para que los vecinos puedan realizar trámites que requieran conectividad, recibir asesoramiento y acceder a diferentes beneficios. La red de Núcleos de Inclusión y Desarrollo de Oportunidades (NIDO) están ubicados en Villa Soldati y en los barrios Ricciardelli, Inta y 20.
Asimismo, informaron que, desde este año, están implementando islas digitales en los servicios zonales ubicados en todas las comunas. Y que desde el programa Buenos Aires Presente (BAP), con el que se asiste a personas en situación de calle, se brinda asistencia y seguimiento para gestionar subsidios y otro tipo de trámites, como la generación de un DNI.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social hicieron saber que suelen articular con promotoras y promotores barriales para que los subsidios y demás beneficios lleguen a los sectores más vulnerables. En paralelo, cuenta con 56 Centros de Referencia en diferentes puntos del país para brindar asesoramiento sobre programas y servicios del área.
“Todo se resume, como siempre, en la empatía”, sentencia la abogada Martínez, quien considera que todos los gobiernos deben aumentar la dotación de personal capacitado para asistir a quienes no saben cómo entrar en la virtualidad, pero necesitan hacerlo imperiosamente. “Hay políticos que creen que conocen la realidad de un barrio porque lo caminaron dos veces. Pero la triste verdad es que, por lo general, quienes diseñan estas estrategias –finaliza- nunca se sentaron a hablar con la gente.”
En dónde está ubicada la red NIDO porteña:
- CH Soldati - Corrales 3450. Lunes a viernes de 10:00 a 16:00.
- Barrio Ricciardelli (ex 1-11-14): Perito Moreno y Erezcano. Lunes a viernes de 10:00 a 16:00.
- Barrio Inta: Los Robles y del Palo Santo. Lunes a viernes de 10:00 a 16:00.
- Barrio 20: Escalada 3850, esquina Chilavert. Lunes a viernes de 10:00 a 16:00.
El Punto Digital que forma parte de la red del gobierno nacional está ubicada en: Almirante Brown 1351, La Boca, una de las sedes de la Fundación Casa San