Cuarentena: ¿qué podemos hacer para reducir la basura?
Las crisis suelen ser terreno fértil para establecer cambios de hábitos ya sea para adaptarse a las nuevas condiciones o bien, debido a la toma de consciencia respecto de una realidad que siempre estuvo ahí y de repente se hace visible. En tiempos de pandemia, la mayoría está en casa y la mirada sobre lo que nos rodea las 24 horas del día se agudiza; eso incluye, sin dudas, lo que consumimos y los residuos que generamos. En el Día del Medio Ambiente, acercamos propuestas para reducir, reutilizar y reciclar en cuarentena, pero también para rechazar, reparar, repensar, recircular y muchas otras erres que adhieren a la idea de la construcción de una economía circular que se hace cada vez más urgente.
1. Reducir y recircular, dos caras de una misma moneda
- Reusar: regalar o donar, trocar, comprar y vender usado son prácticas que ayudan a evitar adquirir productos nuevos innecesariamente y a la vez extender la vida útil de los mismos. No es momento de sacar bolsas a la calle "para que alguien se lleve lo que necesita" ni de reunirse para hacer este tipo de "transacciones", por lo que ya se multiplican los grupos de whatsapp entre vecinos, grupos en redes sociales que intercambian según la cercanía y ONGs como Quiero Ayudar que ofrecen un mapa que indica puntos cercanos según lo que se quiera donar. Existe, por ejemplo, un grupo de Facebook que bajo el nombre de Gratifrascos se replicó en distintos puntos del país, a través del cual se ofrecen y solicitan frascos usados para reutilizar, muchas veces, en emprendimientos privados o acciones sociales.
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"Estamos encerrados, contamos con los recursos que tenemos, tratemos de interrelacionar lo que estamos usando: no compremos bolsas de basura, usemos las que hay, por ejemplo. Realmente no necesitamos tanto", dice Agustina Legasa, que lleva adelante su "activismo imperfecto" –según autodefine– por el ambiente en la cuenta de Instagram Blonda Verde. "Y lo que no usamos más –agrega– que gire y no vaya a reciclar. Es idea apunta a revalorizar lo que tenemos. Lo que para nosotros es basura para otro es recurso". En este sentido, un punto a tener en cuenta es que con la proliferación del delivery aumentó el uso de bandejas de plástico que a las ollas populares y comedores barriales les son útiles para servir la comida: acercarlas –siempre limpias y secas– es una buen hábito para adquirir esta cuarentena.
- Reparar: también asociado al reuso, es una práctica que, propiciada por el contexto, de a poco parece ir recuperándose. Se trata de otra "r" fundamental para este sistema circular que se propone extender la utilidad de la cosas. El Club de Reparadores es una iniciativa de la ONG Artículo 41 que promueve la reparación y hoy de 15 a 19 llevará a cabo el "Repara Fest", un encuentro online (youtube.com/clubdereparadores) para compartir experiencias sobre reparación comunitaria y el lanzamiento de una guía de servicios de reparación.
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2. Qué hacer con nuestra "basura"
- Reducir el consumo, reusar o recircular lo que ya no usamos se retroalimenta con la toma de consciencia de lo que sí consumimos y generamos. Identificar nuestra "basura" es un gran paso para tomar la responsabilidad de qué hacer con ella y decidir un consumo más responsable. "Separar los residuos es un hábito que una vez adoptado no hay vuelta atrás", asegura Máximo Mazzocco de la ONG Eco House y explica que es tan simple como organizarlos en tres tipos: reciclables (cartón, papel, plástico, metales, etc.) que son para los recicladores, orgánicos (cáscara de banana, saquitos de té, casi todas las verduras menos residuos orgánicos de origen animal) para hacer compost y los no reciclables que es alrededor del 10% de la basura de cada hogar (caja sucia de pizza, pañales, etc.).
- Debido a los nuevos protocolos de aislamiento social obligatorio, el sistema de reciclaje en la mayoría del país está condicionado. No hay información unificada al respecto dado que el tratamiento y recolección de reciclables depende de cada municipio. En Ciudad de Buenos Aires, si bien los puntos verdes están sin atención y los recicladores urbanos no están haciendo la recolección, el material depositado en las campanas y puntos verdes está siendo acopiando por el Gobierno porteño. En la provincia de Buenos Aires, hay 100 cooperativas que continúan trabajando con personal reducido en el marco del sistema de cada municipio: en La Plata funcionan los puntos azules, en Mar del Plata hay recolección diferenciada martes y viernes, y otras jurisdicciones cuentan con circuitos de recuperación puerta a puerta o puntos verdes, según informan desde la Dirección Provincial de Residuos.
- Lo mismo sucede en las distintas provincias del país, cada municipio con su lógica y sistema, más o menos efectivo. "Por eso recomendamos guardar los reciclables y ponernos en contacto con las cooperativas más cercanas para ver dónde quieren que se los dejemos. Es un momento en el que hay que adaptarse. No nos lleva más que googlear: si no hay una cooperativa en mi municipio hay seguro en el de al lado", aconseja Mazzocco. "Si ves un recuperador preguntarle dónde trabaja, qué material recupera y dónde acercarlos", agrega la voz detrás de Blonda Verde que junto a otras influencers sustentables en Instagram desarrolló bajo el hashtag #GuíadeCuarentenaSostenible y la cuenta Nos gusta verde, 20 videos con recomendaciones sobre separación, compost, alimentación sostenible, limpieza sostenible, entre otros.
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- Si de acopiar se trata, hacer botellas de amor puede ser práctico y hasta una tarea sana para compartir con los niños de la casa: consiste en llenar botellas o bidones con envoltorios plásticos y bolsas que de otra manera no podrían reciclarse. Una vez llenas se entregan a la ONG con el mismo nombre que tiene distintos puntos de entrega en el país. En alianza con una empresa le dan nueva vida a esos residuos produciendo madera plástica.
3. Compostar: ahora o nunca
- El compostaje domiciliario le agrega varios plus a la cuestión: reduce el transporte de residuos y por ende las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuye los gastos de transporte que generarían esos residuos, reduce las chances de que lo reciclable se contamine y se produce una enmienda orgánica para usar en macetas propias o de vecinos y familiares. "Con el compostaje no hay limitaciones en época de COVID-19 porque no hay otro actor involucrado más que nosotros. Pensando que aproximadamente el 50% de los residuos domésticos en Argentina son orgánicos realmente es una opción recomendable para disminuir los impactos de los residuos que generamos en casa", recomienda el Observatorio de Higiene Urbana de la Ciudad.
- ¿Cómo empezar? Solo se necesita un contenedor que permita el ingreso de aire por arriba y salida de líquidos por la base, material húmedo (restos de frutas y verduras), material seco (hojas de la calle, cartones o papeles), y dos manojos de tierra por única vez para aportar microorganismos y ayudar a comenzar la descomposición. La clave: revolver dos veces por semana y mantener siempre el equilibrio entre lo seco y húmedo que ingresa.
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4. Hacia un consumo más responsable
- Un consumo más amigable con el planeta: copa menstrual, cepillos dentales de bambú y champú sólido son algunos ejemplos de nuevos productos que de a poco van haciéndose lugar en el mercado.
- Evitar ciertos productos: todo lo que sea descartable o innecesario como los sorbetes. El papel film, por ejemplo, puede reemplazarse con envoltorios elaborados a base de cera de abejas que se consiguen como bee’s wrap y son reutilizables. Del mismo modo, hay una tendencia que se instala cada vez más que propone ir de compras con el propio tupper: con todos los locales gastrónomicos abiertos puede implementarse sin problemas para hacerse del pedido sin plástico incluido.
- Consumir local: hoy más que nunca, comprar productos a granel y/o recargables así como optar por botellas retornables son otras de las recomendaciones.
Como en los eslabones anteriores –reducir, reusar, reciclar, reparar– hacia una economía circular, cada paso requiere, asimilar y adquirir nuevos hábitos. Proponerse todos juntos no es la mejor idea para lograr el cambio, sino ir incorporándolos de a poco, priorizando el sentido común y lo tengamos más a mano.