Pantallas: cómo ayudar a nuestros hijos a encontrar el equilibrio
Trastornos del sueño, ansiedad y depresión son algunos de los efectos negativos que puede producir en los chicos el tiempo excesivo que están frente a las pantallas.
Sin embargo, para Sebastián Bortnik, especialista en el uso sano y seguro de las tecnologías, las pantallas son más buenas que malas: “No hay nada que temer, solo hay que ocuparse, y no solo del tiempo que los chicos pasan frente a ellas, sino qué actividades hacen en ese tiempo, para que el uso de la tecnología sea lo más productivo, educativo, diverso y sano que podamos”, remarca.
A continuación te compartimos tips y recomendaciones de los especialistas para que puedas acompañar y guiar a tus hijos a lograr un sano equilibrio frente al consumo tecnológico:
Otros consejos de los especialistas:
- Educar con el ejemplo. Ser cuidadosos con los modelos que se transmiten y del uso que, como adultos, hacemos de las tecnologías: los chicos reciben más de lo que ven que de lo que se les dice
- Establecer espacios para el uso de pantallas. En caso de los chicos más pequeños, ubicar las tecnologías en espacios compartidos y, en la adolescencia, intentar que todas las pantallas se carguen fuera de la habitación
- Crear momentos sin pantallas. “Debe desalentarse el uso de la tecnología durante los horarios de comida, conversación, juegos y resolución de problemas familiares”, destaca Claudio Waisburg, Director Médico del Instituto Neuropediátrico SOMA.
- Evitar que los chicos tengan acceso a las pantallas antes de los tres años. Promover las actividades motrices y el encuentro cara a cara con otro son fundamentales para fortalecer el vínculo con la realidad y el desarrollo cognitivo de los niños. En cuanto a los celulares, Morduchowicz afirma que darle uno al chico tiene sentido al momento en que este empieza a ganar autonomía y a realizar actividades sin los padres
Algunas propuestas útiles para maximizar el tiempo de calidad:
- Aprender a programar: Hay sitios como Pilas Bloques, Scratch, App Inventor y Lightbot.com. "Primero se aprende a programar y después se avanza, ya que empezar por cosas que no sean para principiantes puede ser muy frustrante", aconseja Bortnik.
- Juegos de mesa por aplicaciones: Por ejemplo, ajedrez o Pictionary. “Te permite conectar con otros”.
- Tik Tok: ¿Cómo lo convertimos en tiempo de calidad? Una opción puede ser hacer videos en familia. “Charlemos en la mesa, hagamos que esos tik tok sean lo mejor posibles, no solo producto del aburrimiento”, señala el especialista.
- Aprender a tipear: Es divertido y una herramienta muy útil. Una opción es el sitio typing.com.
- Juegos educativos: Algunos de los recomendados por Bortnik son Minecraft Education Edition, Monster Numbers, Logo Quiz y Preguntados.
Prevención: ¿por qué las pantallas pueden convertirse en un problema?
Entre otras cuestiones, si no se toman las medidas de prevención necesarias, hay algunos riesgos en el uso de la tecnología, que Bortnik enumera:
- Acceso a contenidos inapropiados para la edad: violencia, sexo, entre otros.
- Exposición a contenido de riesgo: como ciberacoso, sexting o grooming.
- Pueden generar una adicción: las nuevas tecnologías activan los circuitos de recompensa del cerebro, generando sensaciones tanto placenteras como adictivas.
- En preadolescentes y adolescentes, cada vez hay más estudios que correlacionan el tiempo en pantalla con ansiedad y depresión.
- Pueden vincularse a trastornos del sueño u a otras problemáticas como la obesidad: gran cantidad de papers identifican a las pantallas como responsables de la falta de cantidad de horas de sueño o calidad de las mismas, especialmente en el uso nocturno. Asimismo, la obesidad también fue sujeto de estudio en correlación con el tiempo en pantalla. Más allá de las diversas investigaciones que alertaron sobre este hecho, según Bortnik es importante destacar que no se trata de que las “pantallas engordan”, sino de una correlación que hace que, al aumentar el tiempo en pantalla, aumenta el tiempo sedentario y se hace más difícil que los menores elijan luego hacer otras actividades físicas, tan importantes en la primera infancia.