Cuáles son las medidas que se tomarán este domingo para que puedan votar las personas con discapacidad y los adultos mayores
En el país hay 5 millones de ciudadanos con discapacidad; los electores con 70 años o más representan alrededor del 10% del padrón; ambas comunidades tienen prioridad en las escuelas donde voten; qué facilidades pueden reclamar
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¿Quiénes tienen prioridad para votar? Este domingo, las personas con discapacidad, con limitaciones permanentes o transitorias, las personas mayores, embarazadas o que estén acompañadas por bebés y niños (no hay una edad límite establecida) pueden solicitar “prioridad de voto” a la autoridad de mesa correspondiente.
No hacen fila. Tener prioridad para votar consiste en no tener que esperar ni hacer fila. La persona que solicite ese beneficio solo tiene que acercarse al presidente de mesa para hacer el pedido.
- En el caso de que no sea posible llegar hasta la mesa asignada, la autoridad electoral o el personal de la fuerza de seguridad que esté en la puerta del colegio será el responsable de hacerle llegar la inquietud al presidente de mesa en cuestión o al responsable del centro de votación.
¿Cuántas personas podrían solicitar prioridad para votar? Según especifica la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), el colectivo de personas con discapacidad en el país supera los 5 millones. Mientras que las que tienen edad para votar y cuentan con certificado único de discapacidad (CUD) son más de 1.200.000.
- “Si a ese número le sumamos que la prioridad de voto puede ser solicitada por personas con discapacidad transitoria, personas gestantes, personas mayores y personas que deban concurrir a votar con niños o niñas, se puede decir que gran parte del electorado pueden requerir prioridad”, explicaron desde la Andis.
¿Qué medidas se toman para que los espacios sean accesibles? Además de la prioridad de voto, existen medidas de accesibilidad acordadas en un trabajó en conjunto entre la Dirección Nacional Electoral, la Cámara Nacional Electoral y la Andis. Esencialmente, se establecen cuatro medidas para facilitar el derecho a votar.
- Todos los colegios y establecimientos deben tener un cuarto oscuro accesible (COA). Está ubicado en la mesa más cercana al ingreso del local de votación y está señalizado. Si alguna persona con discapacidad visual no puede identificarlo, deberá pedir ayuda al personal del establecimiento. Luego, la autoridad de mesa deberá acercarse hasta el COA para que la persona que lo haya solicitado pueda emitir su voto.
- Ofrecer la posibilidad de votar con la asistencia de una persona de confianza o la autoridad de mesa, o en compañía de un perro de asistencia o guía.
- Cada mesa debe contar con una plantilla guía para firmar el padrón. Es una especie de regla que facilita la firma del padrón a las personas que tienen dificultad para hacerlo.
- Tener un intérprete en Lengua de señas argentina (LSA) por videollamada para facilitar la comunicación en el establecimiento electoral. Las autoridades de mesa o cualquier usuario con discapacidad auditiva que lo necesite puede acceder a este servicio a través del WhatsApp de la Agencia Nacional de Discapacidad con solo llamar al 11-2478-4746.
Reclamos y denuncias sobre irregularidades. Desde Andis piden que ante un eventual problema se comuniquen con el servicio de atención a la comunidad. Lo pueden hacer a través de un chatbot, por mail a votoaccesible@andis.gob.ar (durante la votación habrá gente respondiendo de inmediato) o por WhatsApp al11-2478-4746.
- “Cuando alguien desconoce, por ejemplo, que cada escuela o establecimiento electoral debe contar con un COA, esto genera graves obstáculos”, afirman en Andis. Por eso, las personas que tengan dudas o ya estiman que hay barreras en los lugares donde van a votan, pueden contactarse con el Andis a partir de ahora. El objetivo es poder resolverlas antes o durante las PASO. Además, a partir de los datos recopilados, se realizará un análisis cuantitativo y cualitativo de esas situaciones.
¿A quiénes se considera adultos mayores? Con respecto a este segmento de la población, persisten algunas dudas sobre cuál es la edad a partir de la que hombres y mujeres tienen prioridad. ¿Hay que ser mayor de 60, 65 o 70 años?
- Si nos atenemos a la Ley 27.360 sobre la Protección de los Derechos de las Personas Mayores, en su artículo 2 define que es aquella persona de 60 años o más, así que en ese sentido no habría situaciones “poco claras”, definen en Andis.
🗳️ | Se encuentra disponible el canal de atención, consultas y de aviso de barreras de #ANDIS de cara a las próximas elecciones.
— Agencia Nacional de Discapacidad (@andiscapacidad) August 4, 2023
🔗 | Te podés contactar a través del siguiente link: https://t.co/yO3B0Oevcp o por correo a votoaccesible@andis.gob.ar pic.twitter.com/8RFJjmcGhf
Los adultos mayores y su poder para definir una elección. “Los estudios dicen que no hay ninguna duda de que a los mayores les interesa seguir participando de las elecciones, incluso en el grupo de 75 años y más”, opina Enrique Amadasi, que es investigador de la Fundación Navarro Viola y uno de los autores desde hace ocho años de los informes del Barómetro de la Deuda Social Argentina con las Personas Mayores, de la Universidad Católica Argentina (UCA).
- En las PASO 2021, por ejemplo, los adultos mayores de 70 representaban el 11,7% del padrón. Es decir, casi cinco veces más que los adolescentes de 16 y 17 años que fueron incorporados para esa elección.
- Aunque la legislación nacional no prevé una edad a partir de la cual ya no se puede votar, sí contempla que los mayores de 70 años puedan elegir no votar. Es decir que, si deciden no acudir a los colegios electorales, no se aplican las penalidades económicas e inhibitorias que sí tienen quienes no cumplan con esta obligación cívica.
Las personas con discapacidad intelectual. “En general, no suele haber inconvenientes para que puedan ejercer su derecho a votar”. Eso dice Pedro Crespi, director ejecutivo de la Asociación con Síndrome de Down de la República Argentina, al ser consultado por los principales inconvenientes que suelen ocurrir cuando, según su experiencia, una persona con discapacidad intelectual, concurre a un centro de votación.
- “Las autoridades de mesa reciben una capacitación y saben que las personas que tienen discapacidad intelectual pueden ingresar al cuarto oscuro con un apoyo. La votación de la persona con discapacidad es un derecho que ya no se discute, sobre todo desde la existencia de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que forma parte de nuestra Constitución Nacional. Hay algunos casos aislados, pero eso se resuelve en el mismo momento haciendo una consulta a la persona que está a cargo, por ejemplo, de un centro de votación”.
- La Convención de los Derechos de Personas con Discapacidad, ratificada a nivel nacional por la ley 26.378, establece que las personas con discapacidad tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones con el resto de la población en todos los aspectos de la vida.
- Pedí apoyo. Eso sugiere una de las medidas de la campaña por el Voto Accesible. “Si necesitás apoyo en el momento de votar, podés entrar en el cuarto oscuro con una persona de tu confianza que sea mayor de edad y tenga su DNI, o con la presidenta o presidente de mesa”.
- Quizá uno de los retos pendientes es el que tiene relación con la importancia de respetar, sobre todo, el derecho a elegir de la persona con discapacidad intelectual. “No solamente que reciba información accesible, sino también que en el entorno se tenga mucho cuidado de no manipular e influir en su decisión a elegir”, señala Crespi y sigue: “Esto tiene que ser algo muy respetuoso, por eso es importante poder transmitirles bien qué es lo que se vota, qué es lo que se elige, cuáles son las posibilidades que tienen, cuáles son los distintos puntos que abordan los candidatos. Si consideran o no políticas para las personas con discapacidad. Dar ese apoyo pero siempre respetando el derecho a elegir”.
Lo que todavía no existe en el cuarto oscuro accesible. “En esos espacios no hay pautas en colores claros y números con buen contraste en las boletas. Eso ayudaría a que alguien con baja visión o baja alfabetización, por ejemplo, pueda distinguirlas claramente. Tampoco existe un sistema de bolsillos o casilleros, que con un cartelito en braille y o números comunes en relieve permita identificar qué pila de boletas corresponde a cada candidato o partido”, advirtió Pablo Lecouna, de Tiflonexos, una asociación sin fines de lucro que brinda todo tipo de servicios a personas con baja visión.
¿Los candidatos hablan de políticas de inclusión? Romina Núñez es abogada y mamá de Ignacio, un chico con discapacidad intelectual y autismo. En junio impulsó la campaña Discapacidad en Agenda, un reclamo público para que los candidatos hablen de las políticas inclusivas que buscan promover. Entre otras acciones, con ese reclamo abrió un petitorio en la plataforma Change, donde ya reunión 26 mil firmas. La campaña la hizo junto a otras familias, personas con discapacidad, asociaciones, profesionales de la salud y de la educación para reclamar por la discusión de políticas inclusivas en época electoral.
- “Los principales temas de los que hablan los políticos en campaña son la inseguridad y la inflación, pero también necesitamos que se discutan políticas inclusivas, que la discapacidad esté en agenda. Tuvimos algunas reuniones con candidatos locales, pero aún no se ha contactado ninguno a nivel nacional”, cuenta Núñez.
- Entre otras iniciativas, la campaña propuso realizar un tuitazo todos los martes, entre las 21 y las 22, con el hashtag #discapacidadenagenda. “Hay millones de familias que en la Argentina están atravesadas por la discapacidad o neurodiversidad. Estamos acá y somos muchos, pero parecen no escuchar nuestros pedidos. Mientras todos los candidatos se pelean por el poder, nosotros nos preguntamos cuáles son las propuestas que tienen para garantizar los derechos y mejorar la calidad de vida de más de 5 millones de personas”, reclama Núñez.
El problema de cómo llegar hasta el lugar de votación. Desde la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) marcan otras dos preocupaciones. Por un lado, la inexistencia de un plan para garantizar que las personas que están institucionalizadas puedas ir a votar. Y por el otro, el hecho de que el transporte público no es accesible para muchas personas con discapacidad.
- “Las personas que residen en instituciones, de salud mental, por ejemplo, no tienen manera de ir a votar. Los organismos de quienes dependen deberían ofrecer los permisos y recursos necesario para que puedan ejercer su derecho a votar. Mientras que el transporte público para ir hasta el lugar de votación no siempre es apto para las personas con discapacidad, ya que sabemos que tiene fallas de accesibilidad. Y para muchas personas resulta imposible poder pagar un transporte privada que sí sea accesible”, señaló Belén Arcucci, coordinadora del programa Derechos de las Personas con Discapacidad de ACIJ.
- ACIJ habilitó en su plataforma Acceso a Derechos un apartado con información sobre, justamente, el derecho a votar. En ese espacio funciona un chatbot para hacer consultas.