¿Cuáles son los derechos de las personas con discapacidad más vulnerados?
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, los especialistas remarcan que cuando los prejuicios se caen, cuando las familias y las personas con discapacidad cuentan con los apoyos fundamentales para impulsar su autonomía, cuando las políticas públicas acompañan, recién ahí se da la verdadera inclusión: en las aulas, en los trabajos y en los grupos de amigos.
Sin embargo, en nuestro país la plena inclusión sigue siendo una deuda. Según un informe que realizó el Inadi, en el marco de la campaña #NuestrosDerechos, el 70% de las personas con discapacidad y sus familias sufrió discriminación, mientras que el 63% manifestó haber sufrido o presenciado actos de discriminación. Estas cifras reflejan la necesidad de modificar las prácticas sociales que hoy dificultan la inclusión y el real cumplimiento de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Las personas con discapacidad tienen derecho a:
No ser discriminadas:
Silvia Carranza, a sus 63 años, es la primera presidenta mujer de Cilsa, una organización que trabaja por la inclusión de personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad social. Si bien cree que estamos en proceso de ser una sociedad más abierta e inclusiva, asegura que aún existen muchos desafíos para las personas con discapacidad (unas 4 millones en nuestro país): desde la falta de colectivos adaptados, hasta la imposibilidad de asistir a la universidad por no tener un baño apto.
Quiero transmitirle a los demás todo lo que logré aprender a lo largo de estos años
Si bien Eva Godoy colocó en su formulario de inscripción a la Universidad Nacional de Salta que tenía síndrome de Down y que necesitaba una acompañante pedagógica, además de adaptaciones en las formas de enseñanza y evaluación, la mayoría de los profesores de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales y Medioambiente no accedieron a realizarlas y las autoridades "lo dejaban en manos de cada uno". Después de una denuncia realizada en el Inadi, en mayo de este año llegaron a un acuerdo con la institución, pero no se cumplió. No le dieron a Eva la posibilidad de rendir los parciales de cinco materias ya cursadas (tiene otras cinco aprobadas), lo que la traba para avanzar en la carrera. El lunes 2 de diciembre hay una nueva audiencia de conciliación junto al Inadi.
Son las personas las que ejercen el acto discriminatorio de forma activa, porque no hacer algo por otro también es discriminación
A compartir espacios de diversión:
Ezequiel Speroni, de 20 años, tiene Síndrome de Down y participa de todas las actividades escolares y extra curriculares junto al grupo de compañeros que tiene desde primaria. Tomás, Martín y Nacho (17 años) sienten que no serían los mismos si no hubieran compartido el aula con él. Esta semana, los cuatro amigos egresaran del Instituto Educativo Modelo de Caballito. Ezequiel será el primer chico con síndrome de Down de su escuela en recibirse.
Con la inclusión ganamos todos
A recibir una educación inclusiva de calidad:
La falta de estrategias inclusivas llevaron a que los padres de Iñaki quisieran cambiarlo del colegio privado al que asistía. Llegaron a recorrer más de 30 colegios privados de la Ciudad en busca de una escuela común para su hijo que tiene autismo. Luego de haberse resignado por la poca aceptación, su mamá Natacha logró que se quedara en el mismo colegio y que las autoridades cambiaran su actitud y su mirada. Sin embargo, para encontrar un solución, muchos padres terminan denunciando estos hechos discriminatorios en el Inadi. El año pasado, el organismo recibió 2631 denuncias, de las cuales el 20% tuvo como principal motivo la discapacidad.
Tuvimos la suerte de que el colegio recapacitara
A tener servicios de salud:
Los primeros años fueron un peregrinar por diferentes médicos. A Nicolás Morel recién a los 6 años le confirmaron a través de un examen que tenía el síndrome de Prader Willi. Se trata de un trastorno genético poco frecuente que provoca problemas físicos, mentales y conductuales, con una gran compulsión por la comida. Su mamá, Patricia Coronel recuerda: "Tuvo etapas muy difíciles, a los 10 años tenía berrinches tremendos, no podíamos controlarlo con la alimentación y, a los 17, pesaba 100 kilos". Fue gracias a la labor de la fundación Spine que pudo bajar 40 kilos en tres años y recibir un acompañamiento terapéutico que lo hizo cambiar completamente.
Fue difícil, tuve que recurrir a recursos de amparo para poder acceder al tratamiento interdisciplinario
Nuria tiene 50 años y en 1999 tuvo un accidente de tránsito, cuando, yendo a esquiar a San Martín de los Andes, la camioneta en la que viajaba volcó cerca de Piedra del Águila. "Desafortunadamente estaba en los asientos de atrás y ninguno tenía cinturón. En un segundo, me cambió totalmente la vida", confiesa Nuria. Después de este episodio, Nuria luchó para superar sus limitaciones. En 2014, mientras trabajaba en la Comisión de Discapacidad en la Universidad de Avellaneda, conoció el programa Huellas de Esperanza del Servicio Penitenciario Federal (SPF), a través del cual los internos entrenan a perros de asistencia que luego son donados a personas con discapacidad motriz. Así conoció a su fiel compañera, India.
La coordinadora del programa supo que India era la indicada para mí
A trabajar:
Aunque el cambio cultural es lento, solo un 32% de las personas con discapacidad tienen empleo, cada vez hay más empresas argentinas que están implementando políticas de inclusión laboral. Entre ellas, Tecnolav, una lavandería sustentable industrial, ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo. "Empezamos a contratar a personas con discapacidad y fue un viaje de ida", cuenta entusiasmado Fernando Argiro, CEO de la empresa. Hoy día, llevan contratadas a 13 personas con con discapacidad de entre 18 y 50 años, algunos con hipoacusia, retrasos madurativos o con impedimentos físicos. Esto equivale a un 13% de la totalidad de la Pyme, integrada por 100 trabajadores.
Solo les damos la oportunidad de que muestren lo que saben hacer y mientras, ganamos plata porque el clima laboral mejora enormemente
Martín y Juliana son parte de Gota, un estudio de comunicación formado por 16 diseñadores, publicistas y un equipo de creativos con discapacidad intelectual. El proyecto nació en 2015, de la mano de La Usina y RedActivos. Javier Lioy, uno de los cofundadores y director de la asociación civil La Usina, cuenta que Gota surgió como una manera de obtener un diferencial en los productos que elaboraban. "Al ser el nuestro un proceso más artesanal, no podíamos competir con la productividad de otras empresas", asegura Lioy.
Es un equipo completamente diverso, donde vos no terminás de ver qué trazo hizo una persona con discapacidad intelectual y cuál una sin esa condición
¿Dónde podés reclamar si no se respetan tus derechos?
- INADI: Podés llamar en cualquier hora del día al 0800- 999- 2345. Además, de lunes a viernes de 9.30 a 15.30 horas podés prestarte en la sede de Avenida de Mayo 1401.
- Ministerio Público Fiscal: Llamá gratis al 0800- 33- 347225 o escribí al correo electrónico denuncias@fiscalias.gob.ar.