Críticas al Presidente por su frase sobre chicos con discapacidad
Al debate sobre la necesidad o no de mantener las escuelas abiertas, se sumaron las palabras de Alberto Fernández sobre los “chicos con capacidades diferentes”; la respuesta de organizaciones y familias de niños con discapacidad no se hizo esperar
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“Todo este tiempo he hablado con maestras de escuela de chicos con capacidades diferentes, de lo difícil que se les hace trabajar con esos chicos, que no entienden la dimensión del problema sanitario que enfrentan”, manifestó el presidente Alberto Fernandez en una entrevista con Radio 10, donde amplió las razones para explicar, entre otras decisiones anunciadas el miércoles, la suspensión de las clases presenciales en las escuelas a partir del lunes 18 y hasta el 30 de abril.
Esta apreciación vuelve a traer a la conversación pública uno de los efectos colaterales menos considerados de la pandemia. Si el debate sobre la necesidad o no de mantener las escuelas hace difícil hallar una medida que conforme a todos por igual, la mención a las discapacidades en las infancias, muestra que este es un tema que queda invisibilizado debajo de las emergencias.
Uno de ellos es la cuestión del estigma y la discriminación que sea o no intencional, suele tener efectos dolorosos para los protagonistas. Es lo que señala Gabriela Santuccione, coordinadora Grupo Artículo 24 por la Educación Inclusiva, en relación a las posibles interpretaciones de la declaración presidencial. “Ese comentario es absolutamente discriminatorio y estigmatizante hacia las personas con discapacidad y, además, está alejado de la realidad, porque las organizaciones de personas con discapacidad y sus familias sabemos perfectamente que no son los chicos con discapacidad los que no pueden entender las cosas”, afirma.
Por eso, Santuccione insiste en la importancia de aclarar la relevancia de entender el concepto de educación inclusiva: “Es una educación que cree y se compromete con el aprendizaje de todos, que busca maneras para que todos aprendan y comprendan”. Asimismo, señala que la frase “personas con capacidades diferentes” es un eufemismo que se dejó de usar desde 2006, cuando las personas con discapacidad decidieron que así iban a ser denominadas, tal como figura en la Convención de las personas con discapacidad. La abogada contrapone a los dichos del Presidente sobre las supuestas dificultades para comprender la dimensión de la pandemia de los niños con discapacidades, una mirada distinta: “A todos nos cuesta entender lo que pasa, no se puede decir que las personas con discapacidad son las que tienen el problema. Desde la educación inclusiva sostenemos que todos podemos aprender si nos dan los apoyos necesarios”.
Por su parte, la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina, también sacó un comunicado en el que manifiesta su rechazo ante las palabras del presidente Alberto Fernández. Desde la organización aclaran que para hacer efectivos los cuidados es necesario contar con campañas de salud accesibles para toda la población, que hoy faltan pese a los insistentes pedidos. “Las personas con discapacidad en todo el mundo, como el resto de la población, han comprendido a través de ayudas y apoyos (principalmente brindados por las familias) y han tenido que adaptarse a las medidas necesarias ante la actual situación de pandemia. Expresar ´que no entienden la dimensión del problema sanitario’ es un claro acto de discriminación”, sostienen.
Qué dicen las familias y los expertos
Como mamá de una niña con ECNE (una condición antes conocida como “parálisis cerebral”), para Daniela Briñón no es raro escuchar que algunos docentes se quejen de las dificultades de incluir en el aula a niños que están integrados. “Lo que no está bien es que meter en una bolsa de gatos a todos los niños con discapacidad”, señala la comunicadora y creadora de Zona de Sentidos, un espacio de familias de chicos con discapacidad. “Cada uno tiene sus propios desafíos, distintos entre sí; no podemos comparar a un chico con una discapacidad motriz con un niño con autismo. Y en el contexto de pandemia, tampoco es lo mismo. Lo que necesitamos es que se tomen decisiones en función del colectivo de niños. Los niños con cuadros motores complejos tienen su sistema respiratorio comprometido y en situación de contagio, aún más. Pero en el caso de un niño con discapacidad que no tiene este compromiso motor tienen las mismas posibilidades de contagio y recuperación que cualquier niño neurotípico. Tiene que darse una conversación entre los colegios y los padres, no se puede generalizar”, observa Daniela.
En el caso de Sofi, su hija, las clases por zoom y a través de una tablet con la que ella se comunica desde antes de la pandemia, contra lo esperable y con todo el agotamiento que implicó para ella como responsable de darle el apoyo en casa, resultaron beneficiosas. “Pero por otro lado, tuvo un retroceso que se vio al momento de volver a salir a la calle después del aislamiento. Se había desacostumbrado a los ruidos y eso la puso nerviosa”, cuenta.
Alexia Rattazzi, psiquiatra infantojuvenil y cofundadora del Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista (Panaacea), observa que, ciertamente, el contexto de la pandemia aumenta las barreras que existen para el pleno ejercicio de los derechos humanos fundamentales que tienen las personas, pero señala que “nos corresponde a todos como sociedad ver de qué manera las derribamos y definir cómo proveemos los apoyos que todos necesitan”. En ese sentido, se preocupa por destacar que la comprensión de la dimensión de la pandemia no es imposible de transmitir a ningún niño sino que, en todo caso, lo que necesitan tanto padres como docentes son más apoyos para ser capaces de hacerles llegar mensajes efectivos. “Cuando los docentes tal vez dicen ‘no tenemos herramientas’, no es por los niños, es porque los docentes y también los padres necesitamos una mayor claridad para poder comunicarles lo que necesitan comprender”, enfatiza.
Discapacidad, entendimiento y el peso de las palabras
Matias Cadaveira, psicólogo y divulgador, resalta el peso de las palabras cuando se habla de discapacidades. “Los políticos deberían acompañar un discurso y una forma de comunicar actualizada en torno a las personas con discapacidad y ya no hablar de ´chicos con capacidades diferentes´. El modelo social de la discapacidad, junto a la Convención Internacional sobre derechos para Personas con Discapacidad y la misma RAE ya nos explica que la discapacidad no está en la mente ni en el cuerpo de las personas, sino en las sociedades, en las instituciones, en la falta de políticas públicas específicas”, señala Cadaveira.
Así también lo manifestó en reiteradas oportunidades la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que depende de la Secretaría de Presidencia de la Nación: “Adicionalmente solicita que las expresiones de los miembros de gobierno estén en sintonía con un enfoque de derechos, y que escuchen los reclamos del colectivo de las personas con discapacidad para que sean incluidas dentro del Plan Nacional de Vacunación (con especial atención a aquellas que son de riesgo) y se garanticen sus prestaciones básicas que hoy peligran”.
En sintonía con todos los entrevistados por LA NACION, Soledad Zangroniz, vicepresidente de la Asociación Brincar, concluye: “Como padres y como organización nos sentimos muy angustiados por la situación actual que hoy vivimos todos. La escuela sin lugar a dudas representa un enorme desafío diario para nuestros hijos, por eso y necesitamos asegurar los apoyos necesarios para ellos, garantizando una articulación permanente entre directivos de las escuelas, docentes, equipos terapéuticos y familias”.