Con 18 años, creó una red de rescatistas que ya salvó a 450 perros de la calle
La cachorrita Cuba y sus tres hermanitos fueron abandonados en una reserva natural ubicada en las cercanías del Museo Pueyrredón, en San Isidro. Estaban asustados y, cuando un grupo de proteccionistas de la fundación Patitas al Rescate llegó al lugar, los encontraron llenos de cortes, desnutridos, con pulgas, moquillo y parvovirus. Hoy, gracias a la labor de los voluntarios, se encuentran en perfecto estado de salud y fueron adoptados por familias que les dan cariño diariamente.
"El amor cura, juro que es así", afirma Bianca Belluschi, fundadora de Patitas al Rescate. A los 15 años comenzó a involucrarse con diversas organizaciones rescatistas de animales y a ofrecer su casa como "hogar de tránsito". Es decir, cuidaba de los perros y gatos abandonados que necesitaban tratamiento veterinario hasta que se encontraban sanos y listos para ser adoptados.
Hoy, con 19 años, Bianca coordina junto a su amiga Julieta Guzmán, una organización proteccionista de animales que cuenta con 140 hogares de tránsito, 30 conductores que las trasladan en auto para realizar rescates y 200 "ayudantes" que colaboran con la limpieza, acompañan en las visitas al veterinario y les dan de comer a los animales.
En total, Patitas al Rescate lleva salvados a más de 450 perros y gatos.
La idea de fundar su propia ONG le surgió en 2018, tras abrir las puertas de su casa a más de 50 perros rescatados que luego fueron puestos en adopción. Creó una cuenta de Instagram bajo el nombre de "Patitas al Rescate" con la intención de activar la red de salvamento una vez que finalizara sus estudios secundarios. Sin embargo, el 13 de octubre de ese mismo año le llegó un caso que cambió su vida por completo y adelantó sus planes.
Aún en el colegio y con 18 años recién cumplidos, Bianca se comunicó con una fundación por Facebook y se ofreció como hogar de tránsito de tres cachorras que habían sido encontradas en Villa Carazo. "Las rescatistas que las encontraron me dieron 200 pesos y me mandaron al veterinario- recuerda- Una de las perritas, Luz, tenía los intestinos salidos de lugar, producto de haber sido atropellada por un auto, y necesitaba ser operada con urgencia. Cuando les conté a las chicas de la fundación, no me respondieron los mensajes ni llamadas. Me dejaron totalmente sola".
Bianca no sabía qué hacer con las cachorras: "Estaban muy lastimadas, con garrapatas, pulgas y desnutridas. No tenía plata para la operación, pero no las quería abandonar", cuenta. Entonces, compartió en la cuenta de Patitas un flyer pidiendo ayuda económica. La difusión por redes fue tal que, en sólo dos días, consiguió los 11.000 pesos que necesitaba para la intervención quirúrgica. A las dos semanas, Luz se recuperó y fue adoptada, al igual que sus hermanitas.
"A partir de ahí, no tuve opción y empecé a poner en funcionamiento la red de rescates", revela la adolescente. "Al principio me encargaba de todo yo sola, los pasaba a buscar uno por uno y los llevaba al veterinario. En el colegio me hacían bullying, ninguno de mis compañeros me entendía", relata.
Ruta del rescate
A la mayoría de los perros rescatados, los encuentran por alertas en grupos de Facebook o por mensajes de sus seguidores que les advierten cuando hay un animal en situación de calle. Una vez que Bianca o Julieta logran ubicarlos, postean en una historia de Instagram que necesitan un traslado: "Son conductores que se ofrecen a llevarte hacia allí", describe la adolescente.
Realizado el rescate, lo primero que hacen las coordinadoras es nombrarlos: "Me encanta ponerles nombres de lugares, me los acuerdo a todos", afirma Bianca. Después, los llevan al veterinario para un diagnóstico: "Casi todos llegan infectados con parvovirus o tienen moquillo. También hay muchos con tumores irreversibles o gravemente heridos producto de un choque o pelea con otro animal", cuenta. Si el perro se encuentra en grave estado, prefiere cuidarlo ella los primeros días y recién luego, le consigue un hogar de tránsito. Llegó a tener hasta 15 animales viviendo simultáneamente en la casa que comparte con su mamá.
Casi todos los perros llegan infectados con parvovirus o tienen moquillo. También hay muchos con tumores irreversibles o gravemente heridos producto de un choque o pelea con otro animal.
Para "transitar" a un animal (como ella se refiere a darle hogar temporalmente), se necesita de un espacio donde pueda quedarse y tiempo para su cuidado. "Todo lo que son costos, lo pagamos desde Patitas, no tienen que poner plata ni para alimentos, remedios o visitas al veterinario", específica Bianca. Por lo general, el único requisito que piden es que se encuentren relativamente cerca de su veterinaria de confianza, en Núñez, o del Hospital Veterinario de Ugarte, en Olivos. El tránsito suele durar hasta la adopción del animal, pero si alguien puede cuidarlo solo por una o dos semanas, "también sirve". Bianca afirma que "transitar" es la mejor decisión que puede tomar una persona: "tener la experiencia de ver cómo llega el animal y vivir su recuperación en primera mano, te cambia la vida".
Cuando el animal finaliza con su tratamiento veterinario, es puesto en adopción. Bianca y Julieta comparten sus imágenes, junto a una descripción de su carácter o su historia y piden a los solicitantes que completen un cuestionario. "Les hacemos varias preguntas hipotéticas para asegurarnos que lleguen a buenas manos, somos bastante estrictos porque no queremos que vuelvan a abandonarlos. El objetivo es que los perros estén bien", detalla Bianca.
"Los animales te entregan muchísimo amor cuando les das un hogar", incentiva la adolescente. De hecho, ella misma terminó adoptando a una de las perritas rescatadas, Cuba. "Estuvo una semana internada por parvovirus y casi muere. Con la única que conectó fue conmigo, le tenía miedo al resto de las personas", cuenta.
Cómo colaborar
A mediados de octubre de este año, con una deuda de 50.000 pesos en la veterinaria y con cuatro perros internados por un costo de 9.200 pesos diarios, Patitas al Rescate comunicó "oficialmente" su quiebra. "No nos dejen solos", escribieron en su cuenta. La publicación se volvió viral y fue compartida por instagramers como Stephanie Demner y figuras del espectáculo cómo Oriana Sabatini, que pidieron a sus seguidores ayuda económica para la fundación. En sólo tres días lograron saldar su deuda y su caudal de seguidores en Instagram aumentó a 60.000 personas.
De todas formas, Patitas al Rescate necesita del constante compromiso de la gente para continuar con su labor. "La idea es que nos ayuden todos los días con lo que puedan y no sólo cuando tocamos fondo", pide Bianca.
Para aportar ayuda económica, donar objetos (platos, mantas, correas), alimentos (para cachorros o adultos), medicamentos (complejo vitamínico, frontline spray, desparasitarios) o insumos (jeringas, pervinox, agua oxigenada),