Cómo hacer para que las pantallas no dominen tu vida
Más libres. Más livianos. Más felices. Así es como se sienten quienes tomaron la decisión de estar menos pendientes del celular y otros dispositivos tecnológicos para recuperar su tiempo y estar más presentes aquí y ahora. Esto es lo que experimentó Maia Kusnetzoff de 22 años, quien por su profesión como fotógrafa, pasaba gran parte de su día sumergida en las redes sociales.
"Hay veces que Instagram nos maneja a nosotros, más que nosotros a él. En un momento me di cuenta de que me generaba mucha ansiedad social y dependencia", confiesa esta joven que decidió eliminar la aplicación de su teléfono por un tiempo y hoy disfruta del bienestar que esto le generó. "Ahora ya volví a tener Instagram pero se me fue la costumbre de entrar tan seguido y de estar pendiente de quién me sigue, quién me mandó un mensaje, quién me likea", dice esta chica que además desactivó las notificaciones de los likes de su celular y asegura que esto le permite actualmente "no estar expectante todo el tiempo de algo".
Según Laura Jurkowski, psicóloga y directora del Centro de Tratamiento de Adicciones a la Tecnología (RECONECTARSE), el uso excesivo se da cuando “las personas dejan de utilizar otras herramientas o estrategias fuera del mundo tecnológico y ante determinadas situaciones en las que no tenemos la posibilidad de conectarnos, sentimos una inseguridad o ansiedad”.
¿Cómo mantener una relación equilibrada con la tecnología que nos permita disfrutar de sus ventajas en vez de padecerlas? Para que puedas lograrlo, te acercamos tips y consejos prácticos:
Tips y consejos prácticos
- El primer paso consiste en tomar consciencia. Para eso es importante que te preguntes ¿Cuánto tiempo al día paso frente a la pantalla del celular? ¿Qué hago durante ese tiempo: algo útil o no? Para ayudarte, Android de Google y iOS de Apple, integraron recientemente herramientas que te informan sobre el tiempo que pasás en varias apps y qué tan seguido usás el celular. Además, te permiten ponerte límites, haciendo, por ejemplo, que tu celular no te deje usar determinadas Apps, como Facebook o Instagram, más de una hora al día.
- Buscá actividades libres de pantallas que permitan desenchufarte de la tecnología, como por ejemplo: hacer deporte o leer un libro.
- Respetá los horarios de descanso. No uses la pantallas antes de irte dormir. "Mirar el celular u otros dispositivos antes de acostarse nos deja cargado. Hay que ayudar al cerebro a desconectar y generar situaciones que nos permitan relajarnos y descansar adecuadamente", señala Claudio Waisburg,Director Médico del Instituto Neuropediátrico SOMA. A su vez, es importante tener un buen lugar para dejar el celular cargando mientras dormís; algunos estudios indican que la gente se siente mejor si no está en la misma habitación donde deja cargando el celular.
- Si no te animás a dejar el celular fuera de la habitación cuando dormís, podés optar por eliminar la luz azul.Los productos de Apple, por ejemplo, cuentan con la opción Night Shift, que cambia los colores de la pantalla. Podés programarla para se active sola cada día a una hora determinada cuando amanece o anochece. Algunas versiones de Android cuentan con una herramienta similar, pero si el tuyo no es uno de ellos podés descargarte alguna aplicación como F.lux o Filtro de Luz Azul de Leap Fitness Group.
- Sacale el color a la pantalla y activá la escala de grises para hacerla menos atractiva.Esto ayuda a muchas personas a chequear menos el teléfono.
- Pensá conscientemente por un segundo antes de interactuar con el celular. Para ayudarte, podés elegir una imagen o frase como fondo de pantalla que te lo recuerde. Por ejemplo: "todo lugar es aquí y todo momento es ahora". También es clave que pongas el celular lejos de tu vista. Está comprobado que esto puede mejorar tu concentración, tu habilidad para retener información y reducir el estrés.
- Conseguí un celular adicional básico, de esos viejos y con menos opciones para los momentos donde quieras desenchufarte de la tecnología pero estar disponible frente a cualquier emergencia. Esto no significa que renuncies a tu teléfono inteligente, sino que tengas un segundo celular que puedas usar cuando quieras desconectar, pero no del todo.
- Hablá con tu familia para proponer pautas de un uso sano y equilibrado con la tecnología, como por ejemplo, cenas sin pantallas. En tu casa podés crear lugares u horarios libres de Internet para desenchufarte de la tecnología.
- Evitá el multitasking. "El cerebro pierde energía haciendo varias tareas al mismo tiempo y la efectividad es menor, porque el multitasking dispersa", remarca Waisburg. Por eso, en el ámbito laboral, reducí el número de ventanas que abrís, priorizando las que te ayudan a hacer una tarea a la vez. Por otro lado, recordá que usar el celular mientras manejás puede ocasionar un accidente y costarte la vida a vos u a otros. Y, tené en cuenta algo fundamental: cuando mantenés una conversación con alguien brindale tu atención completa, esto mejora la calidad de tus relaciones. Percibimos mejor al otro cuando estamos totalmente presentes; si estamos mirando constantemente el celular, la otra persona va a pensar que no es importante para nosotros.
- Optimizá el uso de las aplicaciones, para esto podés:
-Ubicar los iconos de las herramientas más importantes (como el Calendario, Waze o Google maps) en la pantalla de inicio de tu celular, y dejar las otras Apps en las pantallas secundarias, así no te tentás en abrir aquellas que más consumen tu tiempo cada vez que desbloqueás el celular.
-Otra opción es usar la barra de búsqueda cuando quieras usar una aplicación, en vez de usar el acceso directo. "Teclear requiere el esfuerzo suficiente para que hagas una pausa y te preguntes: '¿Realmente quiero hacer esto?".
-Desactivar o reducir las notificaciones que te llegan al celular, muchas veces acaparan nuestra atención innecesariamente. También podés configurarlas para que solo las recibas si provienen de personas (como mensajes o comentarios) pero no de grupos, páginas de empresas, etc.