Cómo funciona el nuevo método que aplica Mendoza para enseñar a leer
CIUDAD DE MENDOZA.-Todos hicieron silencio en el aula para escuchar a la maestra, que no necesitó levantar la voz. "¿Por qué nos gusta este libro?", preguntó Iloide Biallowons, docente de 1°grado B de la escuela Presidente Quintana, de la Ciudad de Mendoza. "Porque leemos mucho y aprendemos a escribir", respondió Xiomara, de seis años, ante la atenta mirada de sus 25 compañeros. "Nos enseña las mayúsculas, minúsculas, y la letra cursiva", agregó Fausto, quien dio el puntapié inicial de leer ante todo el curso una página elegida al azar, sin practicar. Lo hizo de manera corrida y fluida.
La escuela Quintana forma parte del programa provincial "Queremos Aprender en el camino alfabetizado", instrumentado por la Dirección General de Escuelas de Mendoza en el nivel inicial en articulación con la primaria, a través de un material específico: el libro "Klofky y sus amigos, exploran el mundo", desarrollado por la investigadora del Conicet Ana María Borzone y su equipo. Klofky, el personaje principal, es un extraterrestre que llega a la tierra tras un desperfecto con su nave.
El plan, que responde al paradigma de leer para aprender, se puso en marcha en Mendoza desde agosto del año pasado en todos los colegios públicos y privados de cuota cero, llegando a unos 30.000 alumnos. El primer tomo comienza a trabajarse en sala de 5 y el segundo, en 1° y 2° grado. Para los maestros, los resultados son alentadores.
"Vemos avances notables en poco tiempo. Empezamos letra por letra, estiramos los fonemas e incluimos rimas y canciones. Los chicos aprenden cómo suena cada palabra; es una guía que los ayuda a reconocer y poder progresar en la lectura, que se va complejizando", comentó Biallowons.
Haciendo hincapié en las diferentes realidades personales y socioeconómicas de sus alumnos, la maestra explicó que el objetivo es que el chico no se frustre y se vaya alfabetizando con la estimulación permanente.
"Por eso es importante nuestro rol. Esto nos lleva a trabajar los sentimientos, a prestar el oído. Son chicos que necesitan de maestros presentes, y que tengan herramientas para no desalentarse. Por eso, el docente es el que le da la impronta a la clase", agregó la educadora.
Esa mañana, en la sala de 5, los chicos se encargaban de pintar un dibujo de una de las naves de Klofky mientras la señorita les contaba la historia que narraba el texto.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, la conciencia fonológica parte de la oralidad para que los chicos aprendan a reconocer los componentes del habla, en especial los fonemas, para luego llegar al conocimiento del sistema de escritura. Entre las principales características, se requiere mayor intervención del maestro, quien, a partir de la lectura, prolonga los sonidos de las palabras. De esta manera, el alumno comienza a comprender la correspondencia entre el fonema y su representación visual.
"Para nosotros ha sido todo un desafío. Estamos convencidos que la casa ayuda pero acá en la escuela tenemos que darles todo", expresó el director de la escuela Quintana, César Mendoza, quien asegura que la respuesta de los chicos al estímulo está siendo sorprendente.
"Tenemos que entender a la alfabetización también como un derecho que garantiza trayectorias de aprendizaje de calidad", indicó el directivo. De hecho, en la institución ya activaron, junto a otras tres escuelas, el Proyecto Integral de Nivel Inicial (PINI), el cual promueve las capacidades cognitivas y socioemocionales de los chicos. Para lograr el objetivo se vincula la educación física integral, la musical y la flexibilidad cognitiva, trabajando la memoria, el control inhibitorio y las habilidades socioemocionales para la relación con otros niños.
En la presentación del libro en Mendoza, el año pasado, Borzone sostuvo que el niño nunca fracasa, que lo que falla son los métodos de enseñanza que no le permiten desarrollar sus capacidades. "Los chicos deben aprender en un marco intercultural, ellos tienen todas las capacidades y los docentes, con el material, podrán generar igualdad de oportunidades en los aprendizajes", expresó la investigadora.
Sobre la aplicación del programa, Mendoza concluyó: "La primera infancia es la edad en la que comienzan a desarrollarse estas habilidades cognitivas por lo tanto hay que aprovecharlas y eso es lo que intentamos hacer".