Cintia Elizabeth Tolaba está perdida desde el 2 de enero de 2016

Cuando Cintia Tolaba cumplió 15 años, el 1° de noviembre de 2015, su abuela le regaló un celular táctil, de los más modernos de la época. Haydeé, su mamá, recuerda que durante las semanas siguientes las llamadas a ese teléfono se fueron volviendo cada vez más insistentes.

“¿Quién te llama tanto?”, le preguntaba la mujer a su hija. Pero Cintia no daba detalles. La tarde del 2 de enero de 2016 el teléfono sonó más que nunca. Esa misma noche, cerca de las 22, la adolescente les pidió permiso a sus padres para encontrarse con sus amigas en la plaza. Nunca volvió.

Santa Clara es una pequeña ciudad jujeña de esas en las que uno cree que nada malo puede pasar. Así que, si bien empezaron a buscarla, los padres de Cintia tenían la esperanza de que se hubiera ido por su propia voluntad, como un acto de rebeldía. En la comisaría les dijeron que tenían que esperar 48 horas para hacer la denuncia, algo que no es cierto pero suele ser recurrente que lo planteen. Esperaron ese tiempo. De todos modos, asegura la familia, la policía no la buscó demasiado.

Haydeé recuerda a Cintia como una buena chica, que le gustaba estar con sus amigas y que estudiaba. Estaba contenta porque había dejado de ser hija única: después de 14 años, su mamá había podido volver a quedar embarazada y, meses antes, había nacido su hermanito, Enzo Ariel. “A veces se ponía un poquito celosa, pero me ayudaba con él, y además, como yo tenía que ocuparme del bebé, estaba muy pegada a su papá”, explica.

Cuando Cintia desapareció, Haydeé y Aldo, su marido, vendieron lo poco que tenían para recorrer diferentes provincias buscando a su hija: Salta, Mendoza, Formosa y Chaco. “Hoy no me quedan dudas de que se la han llevado. Mi esposo piensa como yo”, se lamenta.

La mujer está segura de que fue la presión de algunas organizaciones civiles y de medios locales lo que permitió que la Justicia comenzara a buscarla. “En el último tiempo se han hecho algunos rastrillajes y ahora vienen a hacer preguntas. En 7 años, nunca habían venido”, denuncia. Recientemente se publicó una actualización de la cara de la joven, que ahora tiene 22 años. Su familia, mientras tanto, no pierde las esperanzas de encontrarla. Su hermano, que ya tiene 7 años, todavía la espera.

A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:

• Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
• Podés llamar al 911.
• Podés comunicarte con la organización Missing Children al 0800 333 5500

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