Chicos sin DNI: ¿qué derechos tienen vulnerados por estar indocumentados?
Estiman que 81.000 niños, niñas y adolescentes no cuentan con documento de identidad y sufren graves vulneraciones en materia de educación, salud y seguridad social
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Son invisibles para el Estado. Esto los vuelve presa fácil para las redes de trata, la violencia y el abuso. Por no tener Documento Nacional de Identidad (DNI), tienen serias dificultades para asistir a la escuela, se les complica acceder a un buen servicio de salud y, aunque la mayoría proviene de contextos vulnerables, no tienen chances de recibir subsidios o asignaciones.
Hasta el momento, no hay manera de saber con exactitud cuántos chicos argentinos no poseen DNI. Tanto es así, que las únicas estimaciones disponibles pertenecen a organizaciones no gubernamentales. Consultado por LA NACION, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) estima que, aproximadamente, unos 81.000 niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años no están pudiendo ejercer su derecho a la identidad y, en consecuencia, padecen la vulneración de otros derechos.
“Son chicos que no pueden tener un turno en hospitales públicos, no pueden realizarse estudios médicos, ni obtener recetas para medicamentos. Mucho menos realizarse tratamientos prolongados. Tampoco pueden acceder a inscribirse en la escuela en CABA, porque actualmente en ese distrito el trámite es online y requiere de DNI. Ni siquiera pueden tener su propia SUBE”, grafica Alejandra Martínez, presidenta de la fundación Microjusticia Argentina.
Desde el Registro Nacional de las Personas (Renaper) reconocen que, hasta el momento, el organismo no cuenta con una estimación cuantitativa certera sobre la cantidad de personas indocumentadas que hay en el país y que están trabajando para la inclusión de una pregunta de carácter opcional sobre el DNI en el próximo censo nacional de población. “Esto permitiría contar por primera vez con una estimación cuantitativa más certera de los NN que existen en Argentina, y una información aproximada sobre su localización, siempre respetando el secreto estadístico. De esta manera, se podrá mejorar el diseño e implementación de políticas focalizadas en la materia”, explican fuentes del Renaper.
Impacto y riesgos de vivir sin DNI
La pandemia impidió que la fundación Microjusticia Argentina presentara el año último el informe “Registro y registro tardío en Argentina”, realizado en 2019 en conjunto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. El estudio desarrolla, entre otros aspectos, el impacto que la falta de registro tiene a lo largo de la vida de las personas.
Con respecto al derecho a la educación, el informe detalla que uno de los principales problemas tiene que ver con la imposibilidad de acceder al título de primaria o bachiller: los chicos cursan sus estudios pero, al momento de expedir el título, no resulta posible. Esto a su vez significa que no pueden continuar con los estudios más avanzados por no poder constatar las etapas anteriores.
El trabajo realizado por Microjusticia y Acnur se complementó con entrevistas a personas que padecieron la falta de DNI. El derecho a la salud se vio fuertemente vulnerado para los entrevistados. “Uno de los mayores problemas tiene que ver con la imposibilidad de ver especialistas, ya que para ellos se requiere solicitar un turno y eso se hace con el DNI. También tuvieron mayores dificultades para acceder a medicamentos, una cuestión compleja para pacientes con enfermedades crónicas. Aunque puede ser que eventualmente terminen accediendo a los mismos, los obstáculos burocráticos hacen que muchos de ellos abandonen los tratamientos. La ausencia de registro y DNI implica también que no se pueden inscribir en obras sociales ni publicas ni privadas”, puntualiza el informe.
También se complejiza el acceso a la seguridad social y a otros servicios sociales que provee el Estado. “Para poder cobrar la Asignación Universal por Hijo (AUH), la ANSES debe contar con el número de DNI (o CUIL) de los niños o niñas y de ambos progenitores. Si alguno de los padres de los niños o niñas no tiene DNI, no se podrá liquidar el beneficio. Aun así, hay niños y niñas que, si bien tienen registro de nacimiento y DNI, dado que sus progenitores no lo tienen, no pueden acceder a este derecho”, puede leerse en el mencionado estudio, que pone también el acento en una manifestación menos concreta pero muy preocupante: “el acostumbramiento a la marginalidad”.
La trata de personas, una amenaza que se agudiza
“Este acostumbramiento, a su vez, conlleva un sentido de derrota. Ana, quien vive en Jujuy, narró que, luego de haber transitado el desánimo por no estar registrada, decidió tener a su hijo en casa en lugar de hacerlo en un hospital. Es decir, ese desánimo la llevó a poner en riesgo tanto su vida como la de su hijo. Stella Maris, quien vive en la provincia de Buenos Aires, también explicó que, al no estar registrado, siente que no puede hacer nada”, relata el estudio de Microjusticia y Acnur.
El trabajo también remarca que esta problemática agudiza la situación de vulnerabilidad de las niñas. En ese sentido, señala que “muchas veces la indefensión de las niñas, especialmente por no tener documentos, las hace más proclives a convertirse en víctimas de trata de personas”. Por ejemplo, en caso de que atraviesen alguna violencia, no podrán hacer una denuncia ni sus padres tendrán los medios para salir a buscarlas.
Desde el Renaper, en tanto, señalan una serie de políticas y estrategias que están implementando para revertir esta situación. Por ejemplo, en octubre último se creó el Certificado de Pre-Identificación. El mismo permite a la persona no registrada ni identificada poseer un documento que, bajo el formato de declaración jurada, da cuenta de que sus datos biométricos (foto, huella y firma) constan en las bases de Renaper, como instancia previa hasta tanto obtenga su partida de nacimiento y DNI. Este certificado posibilita la gestión de las prestaciones sociales de la Anses.
Una problemática con diferentes causas posibles
Hay diferentes motivos por los cuales un chico puede no tener DNI. Una causa posible tiene que ver con que no haya quedado registro de su nacimiento. “Puede tener que ver con que el Registro Civil no esté dentro del hospital donde nace el chico y el proceso de inscripción posterior se torna complejo, ya sea porque los padres no pueden acercarse al Registro Civil, o porque cuando van, no consiguen turno”, explica Martínez.
La especialista también enumera el caso de los nacimientos en domicilio. “Muchas veces terminan naciendo en el domicilio porque la ambulancia no entra en la villa y después no quieren inscribir al bebé porque el médico no puede acreditar el nacimiento”, explica Martínez, quien también se refiere al caso de los migrantes que no cuentan con su documentación regularizada y no registran a sus hijos por temor.
“En síntesis: la pobreza y el hecho de que la carga de la inscripción se pone en las personas más vulnerables cuando es el Estado el que tiene que llegar a ellas. Hicimos mucho trabajo para que este tema se incorporara en el “Plan de los 1000 días”, que fue convertido en ley. Según la norma, ahora es el Estado el que sale a registrar a las personas”, agrega Martínez.
Según explican desde el Renaper, a partir de esta ley, toda persona no identificada, sin importar su edad, (actualmente se limita la vía administrativa a los menores de 18 años) puede inscribir su nacimiento en los registros civiles por vía administrativa, cuando, hasta el momento, al tratarse de mayores de 18, debía realizarse por vía judicial. “Este trámite implicaba demoras de entre 3 a 5 años, con casos que han debido esperar hasta 10″, señalaron desde el organismo.
También puede suceder que el nacimiento haya quedado registrado pero que no se hayan realizado las renovaciones posteriores. Es lo que suele ocurrir, por ejemplo, con quienes viven en situación de calle. “Si nacieron en un hospital en CABA o en el conurbano, puede que no tengan el DNI pero están registrados –sostiene la presidenta de la fundación Microjusticia–. El primer DNI es gratis, rara vez no se tramita. Las dificultades comienzan cuando se tiene que actualizar, a partir de los 5 años. El problema con las personas en situación de calle viene después”.