AUH. En 2019 se busca llegar a 80.000 chicos indígenas
Actualmente, la cobertura de la Asignación Universal por Hijo (AUH) llega casi a 4 millones de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, todavía más de 1 millón de chicos y chicas no se encuentran cubiertos. Muchos de ellos pertenecen a las familias con menores ingresos que viven en zonas aisladas, especialmente los pueblos originarios.
"Una de las principales barreras en el acceso a la AUH es las distancias que tienen que recorrer las familias para realizar los trámites, los costos para llegar a las delegaciones, presentar las certificaciones del cumplimiento de condicionalidades y acceder a la información. Esto se profundiza en el caso de zonas rurales dispersas porque tienen que pagar lo mismo para un traslado a la capital o al pueblo más cercano que lo que recibirían por la asignación y entonces no pueden hacer el trámite. Esto hace que los chicos de los pueblos originarios sean los más vulnerables", explica Carolina Aulicino, Oficial de Políticas Sociales de Unicef.
Para poder llegar a estos chicos, se puso en marcha un programa de la Anses, apoyado por Unicef, que consiste en operativos territoriales para lograr que chicos pertenecientes a las comunidades orginarias más vulnerables del país pudieran contar ahora con acceso a la AUH. Liderado por ANSES, el apoyo de UNICEF en 2017 se centró en Salta donde se sumaron a más de 4.060 chicos y, durante 2018, en Salta, Tucumán y Chaco donde se consiguieron 6.237 nuevas altas, junto con los gobiernos provinciales.
-¿Cuáles son los principales derechos vulnerados que identificaron ustedes en estas comunidades?
-Desde una mirada de pobreza multidimensional son las zonas más afectadas y uno lo ve en todos los derechos: salud, educación, cuidado, agua, saneamiento. Para estas poblaciones poder desplazarse a un centro de salud de mayor complejidad, tiene un costo altísimo. Se ven temas de falta de acceso a agua potable pero también agua para actividades productivas como riego, temas de vivienda y de oportunidades. También existen algunos problemas de terminalidad educativa en estas zonas.
-Uno de los prejuicios más fuertes que existen en relación a los pueblos originarios es que no les interesa integrarse con el resto del país. ¿Ustedes perciben esta actitud en ellos?
-No lo vemos para nada. Pero hay que generar un vínculo de confianza, un proceso previo que requiere de aproximaciones de los dos lados.
-Porque ya tuvieron malas experiencias con el Estado…
-Claro, la desconfianza de las comunidades está arraigada en malas experiencias previas que tuvieron con algún organismo del Estado. Existen diferencias culturales y el Estado se tiene que adaptar a eso. Porque, si no, se plantea como integración pero termina siendo algo impuesto. Lo bueno de este trabajo es romper esas barreras porque el Estado escucha a la comunidad, cuáles son sus problemas, sus demandas.
-¿Cuáles son los principales estereotipos que todavía se sostienen hoy en relación a los pueblos originarios?
-Son los mismos que se repiten en general para otras poblaciones vulnerables: que son vagos, que no quieren trabajar, que se acostumbraron a la ayuda social y entones no van a querer hacer nada. Y siempre el principal pedido que hacen cuando nos acercamos es poder contar con insumos que les permitan producir, comercializar, tener posibilidades de desarrollo.
-Y en relación a los prejuicios. ¿Cuál es la frase que más se escucha?
-Por ejemplo, un prejuicio típico que uno escucha sobre algunas comunidades es que son lentos. Y eso no es cierto, es un mito. Unicef también tiene un trabajo de secundarias rurales mediadas por tecnología y cuando los chicos pueden terminar la escuela en su propia comunidad, aprenden mucho y después se quieren seguir capacitando.
-¿Cuál es el alcance del programa de incorporación a la AUH en este momento?
-Este año estamos trabajando a nivel nacional apoyando el trabajo de Anses en más de 180 operativos para llegar a 80.000 chicos y chicas, incluyendo 15.000 nuevas altas o recuperos.
-¿Cómo es la tarea en territorio? ¿Se acerca una oficina itinerante de la Anses a estas comunidades?
-Los chicos que viven en esa zona requieren un abordaje distinto que hace necesario tener una búsqueda más activa de los beneficiarios. Esto implica que el Estado se tiene que acercar a esas comunidades. Son equipos de la Dirección de Promoción Cultural y Desarrollo de la Anses que están capacitados para trabajar en estas zonas y se desplazan a cada una de estas comunidades, levantan los trámites en papel porque en la mayoría de los casos no hay conectividad, vuelven a la oficina central y los cargan.
-¿Se ocupan sólo de registrar posibles beneficiarios de la AUH o también de otras necesidades?
-El abordaje es integral. Detectan casos de AUH por discapacidad, cómo cursar una pensión o tramitar el DNI. En varias provincias incluso conformaron una mesa interministerial de pueblos indígenas, que reúne a representantes de distintos organismos nacionales y provinciales, así como a los referentes de las comunidades, para, de manera articulada, definir y apoyar soluciones a los distintos desafíos que enfrentan las comunidades.
-¿Cuál es el aporte de Unicef a este programa?
-Unicef trabaja técnicamente y también financia la movilidad de los equipos de la Anses para poder hacer estos operativos.
-En Salta, Unicef está trabajando de forma articulada junto con el ANSES y el Ministerio de Primera Infancia para lograr una presencia cada por casa. ¿Cuál es el impacto de esta iniciativa?
-El Ministerio desarrolló una tecnología de relevamiento que, a través de un trabajo personalizado, permite obtener información actualizada de la situación de cada una de las familias que viven en las zonas más vulnerables y alejadas de la provincia. Esto, cruzando los datos con las bases de ANSES, permite orientar el trabajo en terreno. Tener datos sobre la situación de las comunidades que permitan informar los operativos y las respuestas de política pública para que tengan más impacto.
-¿Y tienen una buena recepción por parte de las comunidades?
-El Ministerio cuenta con trabajadores en territorio, que son miembros de las propias comunidades que fueron capacitados y que hoy son agentes educativos que trabajan en los espacios de primera infancia del lugar y que, de manera articulada con ANSES, brindan información a las familias sobre los derechos de la seguridad social y los trámites que deben realizar, entre otros.