Venus: qué es la fosfina, el gas detectado en sus nubes que podría tener un origen biológico
La fosfina o fosfano o trihidruro de fósforo (PH3) es un gas incoloro, inflamable, tóxico e inodoro en estado puro, aunque a menudo huele a ajo o pescado podrido cuando se presenta junto a otros compuestos similares. Esta sustancia se encuentra en ambientes como las ciénagas o las heces.
En la Tierra, solo algunos microorganismos anaerobios producen fosfina, además de la que se genera de forma artificial en los procesos industriales. Se utiliza, por ejemplo, en la fabricación de semiconductores para introducir fósforo en los cristales de silicio.
Pero esta semana un equipo internacional de investigadores encabezados por el profesor Jane Greaves de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) informa en la revista Nature Astronomy que han detectado fosfina en un lugar inesperado: la atmósfera de Venus.
El hallazgo ha despertado expectación por si alguna forma de vida estuviera detrás de la existencia de este gas en nuestro planeta vecino, aunque los autores apuntan más posibilidades: "El PH3 se podría originar a partir de procesos fotoquímicos o geoquímicos desconocidos o, por analogía con su producción biológica en la Tierra, por la presencia de vida".
En la atmósfera terrestre (con una abundancia de partes por billón a escala mundial) esta molécula se asocia de forma exclusiva con la actividad antropogénica o microbiana, y en el sistema solar se encuentra solo en las atmósferas reductoras de los planetas gigantes, donde se produce en capas atmosféricas profundas a altas presiones y temperaturas, para luego ascender hacia arriba por convección.
Sin embargo, las superficies sólidas de los planetas rocosos, como Venus, presentan una barrera respecto a su interior, y la fosfina se debería destruir rápidamente en sus cortezas y atmósferas altamente oxidantes.
Además de lo dicho, como siempre en estos casos, para podes hacer tales afirmaciones, sería necesario descartar posibles fuentes abióticas de producción de fosfina, es decir, descartar que su producción se deba a procesos no biológicos, por ende, donde la "vida" no interviene.&— Ximena Abrevaya (@XimenaAbrevaya) September 14, 2020
El biológico es uno de los orígenes posibles de la fosfina
De hecho, el PH3 se ha propuesto como una biofirma cuya detección podría indicar la existencia potencial de alguna forma de vida en estos planetas, aunque su observación resulta complicada ya que muchas de sus características espectrales son fuertemente absorbidas por la atmósfera de la Tierra.
Para resolverlo, Greaves y sus colegas observaron Venus con dos de los telescopios mejor preparados para registrar radiación submilimétrica: el telescopio James Clerk Maxwell y el Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA), en 2017 y 2019 respectivamente.
De esta forma detectaron una firma espectral que es exclusiva de la fosfina y estimaron una abundancia de 20 partes por mil millones en las nubes de Venus.
En principio las condiciones en la superficie de Venus son hostiles para la vida, pero el entorno de su capa superior de nubes, alrededor de 53 a 62 km sobre la superficie, el ambiente es templado. Sin embargo, la composición de las masas nubosas es muy ácida y, en esas condiciones, la fosfina también se debería destruir muy rápidamente; pero ahí aparece.
Los autores han analizado diferentes formas en que se podría producir PH3, incluyendo posibles fuentes en la superficie del planeta, vulcanismo, micrometeoritos, rayos o procesos químicos que estén ocurriendo dentro de las nubes. De momento no han podido determinar qué genera las trazas de fosfina.
Aunque no lo descartan totalmente en su estudio, los autores argumentan que su detección no constituye una evidencia sólida de vida microbiana y solo indica que procesos geológicos o químicos potencialmente desconocidos están ocurriendo en nuestro vecino.
Los autores señalan que se necesitan más observaciones y modelos para estudiar el origen de este gas en la atmósfera de Venus y que deben buscarse otras características espectrales del PH3, además de plantear que un muestreo in situ en sus nubes y superficie permitiría examinar de cerca las fuentes de este gas y resolver el misterio.
Agencia SINC