Vegavis, un pato que vivía entre dinosaurios
Su hallazgo dirime una disputa sobre el origen de las aves
Lo que faltaba. Ahora es un pato el que asoma su pico en el mundo de los dinosaurios.
Si la semana pasada la paleontología presentó en sociedad a un mamífero del tamaño de un perro que convivía con estos gigantescos reptiles (e incluso se comía a sus crías), esta vez les toca a las aves: ahora se sabe que 70 millones de años atrás un pato de no más de 40 centímetros de alto se paseaba entre los dinosaurios.
Se trata del Vegavis iaai, cuyos restos fósiles fueron desenterrados en 1992 en la Antártida, más precisamente en la isla Vega. Los resultados de su estudio -que publica esta semana la revista Nature- permiten dirimir una vieja disputa entre paleontólogos sobre el origen de las aves modernas.
"Existe una controversia sobre el origen de las aves: algunos plantean que surgieron antes de la extinción de los dinosaurios y otros que aparecieron después -dijo a LA NACION la doctora Claudia Tambussi, investigadora del Conicet en la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata-. Hasta ahora no había evidencias fósiles que permitieran decidir entre una y otra teoría."
En ese sentido, agregó la doctora Julia Clarke, paleontóloga de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos: "Esta es la primera evidencia fósil de que el comienzo de la diversificación de las aves modernas se produjo antes de la extinción de los dinosaurios".
Con 71 millones de años de antigüedad, el vegavis es claramente anterior a la desaparición de los dinosaurios, evento que según los registros fósiles se produjo hace 65 millones de años.
El "Big Bang" de los pájaros
"Inferencias realizadas a partir de estudios biogeográficos y biomoleculares proyectan el origen de la mayoría de los linajes de aves modernas al cretácico temprano -escribieron Tambussi y Clarke en su descripción de vegavis publicada en Nature-. En contraste, se ha argumentado que el llamado «Big Bang» de la diversificación de las aves ocurrió sólo una vez terminado el cretácico (65 millones de años atrás)."
Vegavis, un pato prehistórico de costumbres mayormente terrestres, cuyo aspecto remite al del chaja o al del pato overo actuales, llega para dar por tierra con la teoría del Big Bang aviar. Estudios histológicos realizados a partir de la médula y de la corteza de sus huesos lo emparientan con las aves modernas.
"Esto afecta nuestro conocimiento sobre cuándo fue que las aves de hoy comenzaron a aparecer en escena -afirmó Clarke-. El hallazgo es clave para comprender la evolución de su diversidad y su respuesta a un cambio global como el que dio lugar a la extinción de los dinosaurios."
Pero así como el vegavis dice mucho sobre el origen de las aves, todavía es poco lo que las investigadoras han podido saber de él: "Aunque el esqueleto estudiado es bastante completo, carece de cráneo", se lamentó Tambussi. Quizás en el futuro el estudio de otros ejemplares hallados en la isla Vega pueda decir algo más sobre este pato tan apreciado por los paleontólogos.