Un nuevo estudio reveló la verdadera forma del megalodón
Un artículo publicado en la revista Palaeontología Electrónica estimó que el ancho del mítico tiburón era más delgado de lo que se suponía y por lo tanto también más largo; anteriormente se había utilizado la forma del tiburón blanco para los análisis
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Un nuevo estudio reveló nuevos detalles sobre uno de los máximos depredadores que habitó el planeta Tierra: el megalodón. Y es que un grupo de 26 investigadores publicó que esta especie extinta de tiburón, que vivió hace más de tres millones de años, era más delgado de lo que se suponía y también más largo.
Desde los primeros hallazgos, al megalodón se lo conoce en gran medida sólo por sus dientes y vértebras que constan en el registro fósil, o sea un conjunto de datos bastante incompleto del que se pueden sacar suposiciones. Por este motivo, el gran tiburón blanco moderno se utilizó tradicionalmente como modelo para los cuerpos de Megalodon en estudios anteriores.
Ese modelo llevó a los investigadores a concluir que el tiburón era redondo y rechoncho como los tiburones blancos. En este nuevo trabajo, se volvió a examinar el registro fósil y descubrió que el Megalodón era más delgado y posiblemente incluso más largo de lo que pensado. “Por lo tanto, un mejor modelo podría ser el tiburón mako moderno”, comenta Phillip Sternes.
En la publicación se explica que un nuevo cálculo en las proporciones del animal indican que su talla rondaba los 18 y 20 metros de largo, lo que significa un amplio margen de error con respecto al promedio de entre 15 y 18 que se suponía. Los restos estudiados y disponibles son un pequeño número de fósiles compuesto por dientes y vértebras incompletas. Algunos de estos dientes poseen una longitud de 16 centímetros.
En general, en las películas donde se lo retrató, como la de 2018, se lo presentaba como un tiburón gigantesco que perseguía a humanos, sin embargo, los nuevos detalles aseguran que podría no haber sido tan poderoso como su actual pariente lejano, el tiburón blanco.
El megalodón “puede no haber sido un nadador muy poderoso” comparado con el gran tiburón blanco, explicó en tanto el investigador Kenshu Shimada, paleobiólogo de la Universidad DePaul, en Chicago. Sin embargo, Sternes considera que en su tiempo “aún habría sido un depredador formidable en la cima de la antigua cadena alimentaria marina”.
Los estudios indican que quizás no necesitaba cazar muy a menudo debido a su largo tubo digestivo, acorde con su tamaño. Esto mismo habría sido su debilidad, ante la llegada de depredadores más grandes y rápidos. Una teoría que explicaría la extinción del “Otodus megalodon” es que sus presas se volvieron escasas.
Sternes propone otro escenario sobre su desaparición: “Creo que una combinación de factores llevó a su extinción, pero uno de ellos puede haber sido la aparición del gran tiburón blanco, que quizás era más ágil, y, por lo tanto, un mejor depredador que el megalodón”.
Tener una imagen exacta de la verdadera forma del animal requiere contar con un esqueleto más completo que los pocos elementos disponibles, acotó Shimada. “El hecho de que no sepamos exactamente qué apariencia tenía el ‘Otodus megalodón’ le da rienda suelta a nuestra imaginación”, concluyó.
Con información de AFP