Un Fitbit para tu cerebro: Elon Musk mostró el nuevo Neuralink, el chip que se implanta en el cráneo
El cuarto hombre más rico del mundo, Elon Musk (creador de los autos eléctricos Tesla y la compañía de transporte espacial SpaceX, entre otros proyectos) presentó hoy una actualización de Neuralink, un proyecto para crear una interfaz entre las computadoras y el cerebro humano.
La intención en última instancia de Neuralink es, según Musk, resolver los problemas de salud relacionados con la edad y el daño neurológico, sea por nacimiento (ceguera, sordera, etcétera), por edad o algún accidente cardiovascular. "Es un problema eléctrico y debe resolverse de forma eléctrica", dice Musk, refiriéndose a la tecnología que implanta filamentos minúsculas en el cerebro para leer (o emular) la actividad cerebral a nivel neuronal.
Mostrando cerdos con los chips implantados, Musk explicó que la actual generación de Neuralink ya no es un chip que va detrás de la oreja, sino es un "Fitbit en tu cráneo", un dispositivo del tamaño de una moneda que se inserta en el cráneo (tiene el mismo grosor) con una serie de filamentos metálicos que se insertan en el cerebro, en una operación que toma una hora y que está completamente robotizada. Una vez que está instalado no es visible a simple vista, según Musk, y puede retirarse sin dejar rastro.
La referencia a Fitbit es que se trata de un dispositivo que se fija en el cerebro, tiene una batería que le dura un día, sensores de movimiento, temperatura y presión, y 1024 canales, los filamentos que se insertan en el cerebro y son capaces de leer la actividad neuronal. Cada filamento tiene 5 micrones de grosor, y la intención es que duren al menos una década instalados. Según Neuralink, los filamentos no dañan el cerebro, incluso si se sacan del cerebro, y permiten disparar minúsculas descargas eléctricas que influyen sobre miles de neuronas cada uno; al estimularlas se podrían simular instrucciones del cerebro. Por ahora e sólo al nivel cortical.
El chip se comunica con un dispositivo remoto (un celular, por ejemplo) y con eso podrían leer la actividad neuronal o generar una descarga que le de una instrucción al cerebro que reemplaza una ausente o la corrige: ceguera, paralisis, problemas de habla: en teoría, todo eso se podría resolver con este chip, pero todavía falta muchísimo tiempo.
Eventualmente podría requerir más chips implantados en la espina dorsal, pero según Musk, ese es un objetivo cercano: lograr que alguien camine en forma natural, con un chip que lea los comandos del cerebro y otro que los reproduzca en la zona motriz de la espalda, aún si la conexión entre el cerebro y las extremidades está dañada a nivel de la espina dorsal (una persona cuadriplégica, por ejemplo).
Poder leer la actividad neuronal también permitirá, algún día, tener una copia de seguridad de nuestra memoria; los chips leerán la información y la digitalizarán. O tener visión supernatural. O telepatía con una pareja. "Esta charla se parece cada vez más a un capítulo de Black Mirror", bromeó Musk, que dice que su compañía tiene autorización de la FDA (la administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos) para comenzar las primeras pruebas con humanos. No hay, sin embargo, fechas para la llegada de este dispositivo al mercado; los investigadores dicen que todavía falta muchísimo trabajo, y de hecho la presentación fue en parte para interesar a expertos en el área y sumarlos a su equipo de trabajo.