Científicos de la NASA creen que el océano de Europa, una de las lunas de Júpiter, puede ser habitable
Según un modelo que desarrollo la NASA, el océano de Europa, la luna de Júpiter, presenta gran similitud con los mares de la Tierra, por lo que "podría ser propicio para la vida".
El satélite natural de júpiter tiene 3100 kilómetros de diámetro -es apenas más pequeña que nuestra Luna- y está 780 millones de kilómetros de nuestro Sol. Por eso, en la superficie del satélite, la temperatura rara vez supera los 160 grados bajo cero. Sin embargo, por debajo, la luna tiene un enorme océano con 100 kilómetros de profundidad cuya temperatura aún no se logró determinar.
Con un entendimiento de la vida muy amplio, y probablemente muy distinto al que se tiene en la Tierra, la NASA consideró que esta luna es uno de los pocos lugares habitables por fuera de nuestro planeta descubiertos hasta el momento. Desde el hallazgo de esa posibilidad remota hasta hoy, muchos estudios intentaron determinar si el lugar era apto para la vida. Ahora, con imágenes de las naves Voyager y Galileo que sobrevolaron Europa, se encontraron indicios de algo que los científicos sosechaban hace décadas: la luna de Júpiter tiene condiciones para la vida. En las últimas horas, la NASA mostró pruebas que sostienen esta hipótesis.
El Jet Propulsion Laboratory desarrolló un nuevo modelo sobre los depósitos geoquímicos que hay en el interior de la luna de Júpiter. "Europa es una de nuestras mejores oportunidades para encontrar vida en nuestro sistema solar. La nave Europa Clipper de la NASA se lanzará en los próximos años, por lo que nuestro trabajo pretende ayudar a preparar esta misión que investigará la habitabilidad de Europa", sostuvo Mohit Melwani Daswani, líder del trabajo que todavía no se publicó en ninguna una revista científica pero fue presentado en la Conferencia Virtual de Geoquímica de Goldschmidt.
Para llevar a cabo el estudio sobre el origen y la composición del océano de Europa, se basaron en los datos recogidos por la misión espacial Galileo, con la hipótesis de que los océanos como los de la luna de Júpiter se originaron por la descomposición de minerales que contienen agua. Las razones que creen pudieron originarlos son las fuerzas de las mareas o la desintegración radiactiva, -fenómeno conocido como metamorfismo-. De esta forma, el calentamiento y la presión liberarían el agua atrapada en esos minerales.
"Modelamos la composición y propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y el océano. Descubrimos que diferentes minerales pierden agua y componentes volátiles a distintas profundidades y temperatura", sostuvo Daswani. "Añadimos estos componentes volátiles que se estima que se han perdido del interior de la luna, y vimos que eran consistentes con la masa prevista del océano actual, lo que significa que probablemente estén presentes en el océano". Además, los científicos determinaron que el océano es ligeramente ácido y presenta altas concentraciones de dióxido de carbono, calcio y sulfatos.
"Se pensaba que todavía podría ser bastante sulfúrico, pero nuestras simulaciones, junto con datos recogidos por el telescopio espacial Hubble que muestran cloruro en la superficie de Europa, sugieren que el agua probablemente se volvió rica en cloruro", añadió Daswani. "En otras palabras, su composición se parecía más a los océanos de la Tierra. Creemos que este océano podría ser bastante propicio para la vida".