Traerá trastornos biológicos el cambio horario
La semana próxima, después de que en la Argentina se adelanten una hora los relojes (a las cero de pasado mañana), aumentarán los problemas de concentración y los trastornos de sueño, una de cuyas consecuencias puede ser una mayor frecuencia de accidentes de tránsito.
¿Es posible que un cambio horario aparentemente “despreciable” de apenas una hora tenga tales efectos sobre nuestro organismo?
Según aseguran los científicos que estudian estos temas, la respuesta es... sí.
“En realidad, lo que estamos cambiando por decreto es la hora del reloj despertador, no la salida ni la puesta del sol –explica el doctor Diego Golombek, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador del Conicet-, y eso hace que cambie la relación entre nuestro reloj biológico y la naturaleza."
Según el investigador, hay pruebas de que un adelanto o un retraso de sólo una hora en los relojes puede afectarnos durante bastante tiempo más, unos cinco días.
"Un trabajo recientemente publicado en Current Biology y realizado en Alemania, donde es habitual adelantar la hora en verano, mostró que se registran efectos notorios. La mayoría de los consultados tenía trastornos del sueño durante unos cinco días -cuenta Golombek-. Otra investigación que se hizo en Canadá hace alrededor de una década demostró que la semana posterior al cambio horario aumentan significativamente los accidentes de tránsito."
Se sabe desde hace mucho que la luz solar actúa como un sincronizador biológico que ajusta la periodicidad del reloj circadiano de los seres vivientes en 24 horas.
"Una importante propiedad de los ritmos circadianos es su plasticidad ante la presencia del sincronizador externo o zeitgeber («dador de tiempo», en alemán), entre los cuales el más poderoso, tanto para los animales como para las plantas, es la luz ambiental", dice el doctor Daniel Cardinali, profesor titular de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador superior del Conicet. "Por ejemplo, un pulso de luz de intensidad mínima durante la primera parte de la noche, cuando cae la temperatura corporal, hará que la somnolencia comience más tarde. Es lo que les ocurre a los adolescentes durante los fines de semana: comienzan sus actividades en horas en las que fisiológicamente están preparados para dormir y se acuestan con la luz de la mañana, y de ese modo provocan un retraso de fase voluntario con consecuencias en el día lunes. Si el pulso de luz se da en la segunda parte de la noche, cuando la temperatura corporal comienza a aumentar, se producirá un adelanto de fase [la somnolencia comienza más temprano]."
El principal reloj biológico de los mamíferos es el núcleo supraquiasmático, un grupo de algunos miles de neuronas ubicadas en dos estructuras bien diferenciadas del hipotálamo.
La luz sincroniza este mecanismo de relojería que gobierna muchos procesos de nuestro organismo. Sin embargo, la modificación abrupta del ciclo no se produce sin consecuencias. Un desorden clásico originado en el cambio repentino de husos horarios es el jet lag, ese desajuste entre el reloj interno de una persona y el nuevo horario que se establece tras viajar largas distancias en avión y que puede provocar fatiga, cansancio general, trastornos gastrointestinales, confusión, falta de memoria, apatía...
"Si uno viaja a Brasil, tal vez no lo sienta, porque además de la hora cambia el mundo. En cambio, acá cambia el reloj, pero el mundo sigue igual", subraya Golombek.
Y enseguida aclara: "Aunque una hora de adelanto tal vez no tenga efectos enormes, se va a sentir. Es importante hablarlo, que se sepa que pueden aparecer problemas de concentración, somnolencia o trastornos del sueño, para evitar consecuencias negativas. Los días posteriores al cambio de hora no hay que forzar el cuerpo y hay que dormir cuando se siente la necesidad".
Si bien el cambio regirá en todos lados, lo sentirán más quienes vivan en las provincias del oeste del país. Casi la totalidad del territorio argentino se encuentra geográficamente dentro de los límites del huso 4 al oeste de Greenwich, pero ciudades como San Juan, Mendoza, Bariloche, Esquel, y otras de las provincias cordilleranas y gran parte de la Patagonia caen dentro del huso 5.
"Hay una discusión que queda pendiente: si la Argentina debería tener un solo huso horario o dos", dice Golombek.
Aunque al país le correspondería el huso menos cuatro con respecto a Greenwich, actualmente está ubicado en el menos tres y a partir del domingo estará en el menos dos, que se extiende desde las islas Azores, en la costa occidental africana, hasta el extremo oriental de Brasil. En un informe que figura en el sitio de Internet del Programa Regional de Meteorología del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, del Conicet, la doctora Felicitas Arias, que actualmente dirige la sección de Tiempo, Frecuencia y Gravimetría de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, explica que cuando el huso adoptado oficialmente es el menos dos, los territorios que se extienden dentro del huso 5 al oeste de Greenwich tienen un horario que se adelanta en tres horas al solar.
En Mendoza, desde hace unos años el tema viene inspirando ardorosas discusiones y movilizando a los científicos de la región, que reclaman no adelantar tanto la hora o por lo menos adoptar dos husos horarios para evitar desplazar tanto las horas de luz natural.
Pero más allá de los ritmos biológicos, el cambio horario afectará también a los que se dispongan a hacer vida al aire libre durante el verano: los obligará a anticipar los cuidados recomendados para protegerse de la radiación solar.
"Usualmente sugeríamos abstenerse de tomar sol entre las once y las tres de la tarde -dice la doctora Rita García Díaz, especialista del Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan-, pero con el adelanto de la hora lo prudente será poner en práctica estos recaudos entre las diez y las dos. Los adolescentes no se van a hacer ningún problema, ¡pero las madres nos van a odiar!", bromea.
Lo cierto es que, sea útil o no para el ahorro de energía, el cambio de hora excede la esfera administrativa.
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