Tiroides: tan pequeña como poderosa
La glándula pesa sólo 15 gramos y regula todos los procesos metabólicos del cuerpo; durante el embarazo es esencial su buen funcionamiento para el desarrollo del sistema nervioso del embrión
Aunque esencial como pocas, para muchos la glándula tiroides se erige como un gran signo de interrogación. Es común escuchar: "Tengo tiroides". "Gracias a Dios", podría ser una respuesta ingeniosa a esta afirmación. Lo problemático y a lo que hace alusión el hipotético paciente es a las alteraciones en la cantidad de las hormonas que secreta esa glándula y no a su sola existencia.
La glándula tiroides, que algunos comparan con un termostato que mantiene la temperatura de una habitación, se ubica en la base del cuello, debajo de la "nuez de Adán". Tiene forma de mariposa y posee dos lóbulos. Mide unos cinco centímetros de diámetro y no puede palparse, excepto en personas de cuello muy delgado. Pesa alrededor de 15 gramos.
Definir las funciones de las hormonas que produce (T3 y T4) equivale a enumerar todos los procesos metabólicos del organismo. También son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación.
Las alteraciones en el funcionamiento de la tiroides abarcan principalmente dos afecciones. La más frecuente es el hipotiroidismo. Caracterizada por la baja síntesis de hormonas tiroideas, desacelera el ritmo de funcionamiento del cuerpo, lo que trae cansancio, somnolencia, debilidad muscular, pérdida de atención y memoria, aumento de peso, sequedad de la piel, intolerancia al frío, caída del cabello, problemas menstruales, entre otros síntomas.
"En el Hospital de Clínicas vimos hace poco que un 8% de la población de Buenos Aires posee anticuerpos para los problemas de tiroides. Esto no quiere decir que sean hipotiroideos, sino que tienen la predisposición a serlo", aseguró el doctor Fabián Pitoia y advirtió que todos los mayores de 35 deberían tener un screening tiroideo cada cinco años.
"Cuando hay problemas de esterilidad, uno de los estudios que se hacen es el de la tiroides" indicó la doctora Silvia Gutierrez. La fertilidad es otro de los aspectos en los que la escasez de estas hormonas incide.
El cuadro inverso es el de hipertiroidismo. Nerviosismo, irritabilidad, sudoración excesiva, intolerancia al calor, insomnio, pérdida de peso y fatiga la manifiestan exteriormente.
Tanto una como la otra pueden influir en la actividad cardiovascular. Pitoia explicó que el hipotiroidismo produce un aumento de la "mínima" y bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca); el hipertiroidismo, taquicardia y palpitaciones.
Importancia del yodo durante el embarazo
Para sintetizar sus hormonas la glándula necesita de yodo, elemento químico que se encuentra, en forma escasa, en el agua y en el suelo. La principal vía por la que el organismo lo adquiere es la sal. Desde la década del 60 existe en nuestro país una ley por la cual la sal debe yodarse. Por lo tanto, sólo la ingesta de alimentos condimentados con sal alcanza para la producción diaria de las hormonas.
Durante la primera mitad del embarazo el embrión no puede sintetizar por sí mismo la T3 y T4, por lo que es la madre quien debe aprovisionarlo. "El funcionamiento normal de la glándula (de la madre) es esencial durante el embarazo para el posterior coeficiente intelectual y desarrollo neurológico del chico" aseguró Gutierrez. De hecho, pueden darse casos de deterioro mental por falta de este elemento.
13° Congreso Internacional de Tiroides
Del 30 de octubre al 4 de noviembre de este año tendrá lugar, por primera vez en Buenos Aires, el 13° Congreso Internacional de Tiroides. Para más información: http://www.lats.org