También en México empezó a regir el etiquetado frontal de los alimentos
La iniciativa de etiquetado frontal de los alimentos (con información sobre exceso de nutrientes críticos) que, en la región, encabezó Chile en 2016, acaba de extenderse luego de un arduo trabajo a México, donde desde hace algunos días entró en vigor la ley que lo exige.
"Fue un proceso de aproximadamente dos años –cuenta la legisladora mexicana Carmen Medel, que integra la comisión de Salud del parlamento de ese país–. Yo llegué a la Legislatura en 2018. Como médica, me integré a la comisión de Salud. ¿Cómo no revisar un tema tan importante como la epidemia de obesidad, sobrepeso y diabetes que tenemos en mi país? Ahora estamos alarmados por la epidemia de Covid-19, pero esta epidemia la tenemos desde hace mucho en casi todos los países y no hemos puesto atención a las políticas públicas. Entonces, me di a la tarea de investigar y me dije ‘si algo tengo que hacer por la salud de las y los mexicanos es dedicarme a esto’. De inmediato, empezamos a trabajar de manera coordinada con la sociedad civil, que llevaba mucho tiempo en esta lucha. Es una propuesta que tiene un fuerte conflicto de interés y mientras prevalezca eso, no va a ser fácil".
Medel destaca que, especialmente en los países pobres, es indispensable abocarse a la prevención para ahorrar recursos a los estados y gastos médicos a los ciudadanos. Con esa convicción, se dedicó a hablar con la industria, las ONG, la academia. "En México teníamos una información que ni los estudiantes avanzados de nutrición lograban descifrar. Había que sacar cuentas para entender qué nos estábamos llevando a la boca. Era necesario hacer algo fácil, que fue el etiquetado frontal de advertencia".
Reunieron opiniones nacionales e internacionales (de la OPS, Unicef, FAO y otras agencias) y lograron llegar a un dictamen. El 19 de octubre del año pasado, la ley fue votada casi por unanimidad (faltaron solo dos legisladores). Pasó al Senado y, de allí, al ejecutivo federal. "No obstante, antes de que se promulgara la norma ya habían presentado amparos –detalla–. Me dio muchísimo gusto que a pesar de eso se haya publicado el 27 de marzo de este año. Y desde el 1º de octubre entró en vigor la primera fase, aunque ya antes muchos productores empezaron a colocar los sellos".
Medidas que avanzan
En América Latina, Uruguay y Brasil también están avanzando con medidas que permitan una adecuada información del consumidor. En el primero, el etiquetado frontal se impuso por un decreto presidencial, pero tras las últimas elecciones la medida se encuentra suspendida durante 120 días para su revisión. Brasil dispuso también por decreto un etiquetado en forma de lupa, no tan efectivo como los octógonos.
"El etiquetado frontal es una herramienta, el primer paso para combatir la epidemia de obesidad –afirma Sebastián Laspiur, consultor de la OPS en enfermedades no transmisibles–. Hay que trabajar mucho en la concientización de los maestros, la familia y la industria para que reformule sus productos. No se está prohibiendo nada, solo pedimos que se informe al ciudadano qué es lo que consume". Según Laspiur, en México, donde se gravó con un impuesto especial las bebidas azucaradas, descendió entre un 10 y un 15% su consumo. En Chile, desde que se dispuso el etiquetado frontal descendieron las ventas de algunos productos hasta un 60%.
"En general, los que más bajaron fueron aquellos que la gente interpretaba que eran buenos: por ejemplo, cereales azucarados, jugos que no tienen jugo, empanados –comenta–. Las de otros, como las galletitas, el helado o el chocolate, casi no se modificaron porque ya se sabía cuál era su aporte nutricional".
En el país, senadores de todo el arco político están trabajando en un proyecto de ley unificado sobre el etiquetado frontal de alimentos. El texto de la norma establece que aquellos alimentos y bebidas envasados que contengan nutrientes críticos que excedan los valores máximos establecidos por la OPS deberán incluir sellos negros de advertencia de forma octogonal y con letras blancas.
El proyecto también prohíbe la publicidad de productos que contengan por lo menos un nutriente crítico en exceso, e incluir personajes infantiles, animaciones, celebridades, premios y otros incentivos para fomentar su consumo.
México ocupa el primer lugar en el ranking regional de obesidad infantil. En la Argentina, cuatro de cada 10 tienen sobrepeso u obesidad, igual que siete de cada 10 mayores de 18 años.
“Nosotros recibimos ayuda de Chile y por eso estaré más que gustosa de apoyar los esfuerzos que se hagan en la Argentina”, remata Medel.