Recurren al láser para eliminar los hongos de las uñas
Hacen falta tres o cuatro sesiones; el 20% de los mayores de 30 años padece el mal
Las uñas tienen las características más propicias para que se desarrolle una infección. Son la humedad y la oscuridad, que les permiten sobrevivir a los hongos.
La onicomicosis, que padece uno de cada cinco mayores de 30 años, es muy difícil de tratar y la costosa batería de medicamentos y cremas necesaria para eliminar la infección no siempre da resultado. Ahora, según se debatió este fin de semana, la luz del láser la eliminaría en apenas cuatro sesiones.
"Los pacientes no suelen tolerar el tratamiento tradicional, que es crónico, y vuelven a la consulta con el problema en una o más uñas de las manos o los pies. Y eso pasa porque la irrigación sanguínea no atraviesa la cutícula para llegar a la uña afectada. Así, ninguna medicación puede luchar contra el hongo", explicó a LA NACION el doctor Edwin Cevallos, cirujano plástico de la Clínica Steticus, de Ecuador, donde estudiantes de medicina de la Universidad San Francisco de Quito realizan rotaciones voluntarias.
Allí, en los últimos dos años, atendieron a 400 pacientes con hongos en una o más uñas de las manos o los pies, con alrededor de un 70% de efectividad. Estos resultados, juntos con los de países como Canadá, España y la Argentina, donde la efectividad del tratamiento con láser alcanzó al 88%, se debatieron durante el primer taller de intervenciones en vivo que la Academia Estadounidense de Cirugía Cosmética (AACS, por sus siglas en inglés) realiza fuera de su país.
Uno de los casos que se presentaron fue el de Ricardo Oscar Rivero, un propietario de taxis de 61 años. Luego de cuatro sesiones de láser, de entre 15 y 30 minutos cada una, Rivero pudo dejar de preocuparse por los hongos que tenía en dos uñas de un pie y en tres uñas del otro.
"Soy diabético y tengo el colesterol alto, y había intentado hacer un tratamiento con pastillas, pero me hicieron muy mal al hígado -comentó Rivero a LA NACION por vía telefónica-. Con el láser fue distinto, porque no tuve ningún problema de salud. Ahora, las uñas están claritas y si llegase a tener algún rastro del hongo, el médico me dijo que bastaría con hacerme otra aplicación de láser. Pero no siento dolor; camino normal y puedo correr y usar zapatillas."
Es que la micosis hace que las uñas se vuelvan más gruesas, cambien de color y forma, pierdan dureza, se astillen y adquieran una curvatura que molesta al calzarse.
Y mientras el hongo puede adquirirse en una piscina, la ducha de un club o por falta de higiene o una mala esterilización de los elementos para una manicura, la micosis en las uñas de las manos o los pies puede ser un signo de enfermedad.
Una alternativa
"Los pacientes en los que la onicomicosis reaparece, deberían consultar al médico para descartar que tengan psoriasis, enfermedades vasculares, diabetes o algún problema ortopédico. Además, la transpiración o un mal crecimiento crean un ambiente adecuado para los hongos, que se alojan por debajo de la uña", indicó el doctor Guillermo Blugerman, que codirigió el taller junto con los doctores Diego Schavelzon y Angelo Cuzalina, presidente electo de la AACS.
En nuestro país, la terapia con láser se utiliza desde el año pasado. La luz pasa a través de la uña afectada, pero sin irradiar el tejido sano que la rodea ni la raíz, para que pueda crecer sin problemas. "El láser esteriliza la uña y mata las esporas del hongo", precisó Blugerman.
A medida que la uña tratada crece, el paciente va cortándola normalmente hasta eliminar todo aspecto desagradable. Eso ocurre en cuatro o cinco meses. Mientras tanto, se puede usar calzado y esmaltar las uñas.
Los especialistas consultados coincidieron en que el tratamiento no tiene contraindicaciones. Y durante las sesiones, la única molestia que mencionan los pacientes es el dolor que puede producir el calentamiento de la uña, que se resuelve con un poco de hielo durante la sesión o un poco de anestesia local.
El láser trabaja con una temperatura y a una profundidad controladas, según aseguró Cevallos. "Empezamos a probarlo porque es altamente efectivo para luchar contra los microorganismos en el tejido corporal, como el acné -dijo-. Raspados realizados antes y después del tratamiento, analizados en laboratorio, nos proporcionaron las evidencias clínicas de que el tratamiento elimina el hongo."
El costo de cada sesión es de 500 pesos, mientras que el valor del tratamiento tradicional con medicamentos es de alrededor de 300-400 pesos por mes (dura por lo menos de cuatro a seis meses) y se estima que con un 8% de efectividad. En nuestro país, algunas obras sociales o prepagas cubren un porcentaje del tratamiento.