Qué hacer y que no ante un ahogamiento
Pedir ayuda –al 911 en la Provincia o al 107 en Capital– es la primera acción ante una persona que perdió la conciencia por ahogamiento u otra causa
Los accidentes en el agua son más frecuentes en verano, y ante una persona que no respira por haberse ahogado hay que proceder como ante cualquier otra persona que está inconsciente: llamar al número de Emergencias local, que en la ciudad de Buenos Aires es 107 y en la Provincia de Buenos Aires 911, y proceder mientras se espera la ayuda médica con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), que consisten en abrir la vía aérea, luego procurar que la persona adquiera buena respiración, y efectuar una serie de compresiones en el pecho para reactivar la circulación.
Las unidades de emergencia cuentan con el desfibrilador cardíaco y una serie de drogas usadas en el proceso de reanimación, pero los minutos siguientes al paro cardiorrespiratorio que se produce cuando una persona se ahoga son vitales para que se salve la vida y se produzca una recuperación sin secuelas. De ahí la conveniencia de que la mayoría de la gente esté al tanto de las técnicas de RCP.
Cuando alguien se ahoga por obstrucción del canal respiratorio por un objeto, es preciso ante todo extraerlo. Pero ante un ahogamiento, sólo hay que sacar a la persona del agua y proceder con las maniobras de RCP.
El "ABC" de la reanimación cardiopulmonar
La regla conocida como "ABC" sintetiza los pasos a seguir para la RCP:
- A. Abrir la vía aérea: Con la persona tendida horizontalmente boca arriba, extender la cabeza y levantar el mentón. Luego, mirando si se mueve el tórax y escuchando, comprobar si la persona respira.
- B. Buena respiración: Si el paciente aún no respira, darle dos fuertes respiraciones boca a boca, de aproximadamente un segundo y con la suficiente cantidad de aire como para ver si el pecho se eleva.
- C. Compresiones torácicas: Si el paro cardiorrespiratorio persiste, con ambas manos juntas una sobre la otra, se comprime repentina y fuertemente el pecho del paciente a la altura del esternón, 15 veces, para reactivar la circulación.
En espera de la ayuda médica –cabe recordar que antes de iniciar estas maniobras hay que llamar a Emergencias–, se continúa con el ciclo de dos respiraciones boca a boca y quince compresiones torácicas, hasta que la persona logre reanimarse.
La importancia de las compresiones torácicas
El método descrito es el aprobado internacionalmente por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) y revisado cada 5 años en base a las estadísticas obtenidas de todo el mundo. En noviembre de este año se acaba de dictar una actualización, y justamente esta semana están presentes los instructores de la AHA en diversos países de América Latina –incluida la Argentina– para comunicar oficialmente esas novedades a los centros certificados.
"Una de las novedades –adelantó la doctora Silvina Pantaleone, subsecretaria científica de la Asociación de Analgesia, Anestesia y Reanimación de Buenos Aires y coordinadora de la Comisión de RCP– se da sobre todo en el tema de las ventilaciones, porque la ventilación –la respiración boca a boca– parece ser según las estadísticas la más complicada de las maniobras de RCP para la gente sin entrenamiento frente a un accidentado. Mucha gente, al no saber cómo hacer la ventilación, no hacía nada. De modo que la novedad para las personas que no estén entrenadas en maniobras de RCP, es que deben hacer las compresiones, aunque no hagan las ventilaciones." Esto no vale, desde luego, para los profesionales y las personas entrenadas en reanimación, que cuentan con todos los conocimientos y la técnica disponible para lograr la reanimación.
Errores frecuentes
Uno de los errores más frecuentes –es decir, algo que NO hay que hacer– es "tratar de sacar el agua de los pulmones". "Una persona que recién se ahoga no tiene agua en los pulmones –explica la doctora Pantaleone– porque al cerrársele la vía aérea, que es lo que hace que pierda el conocimiento, no ingresa aire, ni agua tampoco. Para que haya agua en los pulmones tienen que haber pasado más de seis horas del ahogamiento."
La vía aérea queda obstruida por el aflojamiento de la musculatura de la base de la lengua, con lo cual algunos interpretan erróneamente que "la lengua se va hacia atrás y hay que sacarla hacia adelante". Esto no es así: "Con la lengua del paciente no hay que hacer nada; la vía aérea se abre levantando el mentón en la maniobra A" –anteriormente descripta–, remarca la doctora.
"Otro de los errores frecuentes –agrega la doctora– es el que se da cuando una persona no mide las consecuencias de ir a salvar a otra persona. La seguridad del rescatador es la primera regla, porque si uno ve que alguien se está ahogando en un lugar donde uno no hace pie y no tiene destreza en el nado, probablemente estemos hablando de dos víctimas en vez de una". En estos casos, no hay otra alternativa que la de confiar en la ayuda.
Finalmente, vale aclarar que un curso de RCP para cualquier persona que quiera saber cómo desenvolverse en estas circunstancias dura aproximadamente tres horas y no requiere de ningún título, entrenamiento ni conocimiento previo.
Por Marcelo Rodríguez
Sitios de interés y capacitación en RCP:
- Cruz Roja Argentina www.cruzroja.org.ar
- Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación www.aaarba.org
- Sociedad Argentina de Pediatría www.sap.org.ar
- Federación Argentina de Cardiología www.fac.org.ar