Preocupación: las obras de arte más antiguas del mundo empezaron a desvanecerse
Una investigación reveló la razón por la cual la primera pintura de la humanidad se está degenerando a un ritmo alarmante
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Un equipo de investigadores analizó las primeras obras de arte rupestre del mundo y concluyó que las mismas se están desgastando a una velocidad preocupante. Los expertos publicaron los resultados del estudio que realizaron sobre las creaciones más antiguas de la humanidad y alarmaron a toda la comunidad científica internacional.
Según la investigación, publicada el pasado 13 de mayo en la revista Scientific Reports, gran parte del arte rupestre más antiguo del mundo, que se encuentra en Indonesia y que incluye el dibujo a mano con plantilla más primitivo que se conoce, se está degenerando a un ritmo alarmante debido al cambio climático.
La islas indonesias de Célebes y Borneo, albergan arte rupestre que se remonta a más de 45.000 años de antigüedad. Estas pinturas incluyen representaciones de animales, figuras mixtas de humanos y animales, plantillas a mano dibujadas en pigmentos rojos y violetas, y la escena narrativa más antigua conocida en el arte prehistórico.
Los autores del estudio aseguraron que, desde la década de 1950, los arqueólogos han estado informando que las antiguas pinturas, que lograron sobrevivir durante decenas de miles de años, comenzaron a “ampollarse y desprenderse de las paredes de las cuevas”.
El deterioro se puede observar en la cueva de Leang Tedongnge, ubicada al sur de la isla de Célebes en la región de Maros-Pangkep. Allí, los investigadores descubrieron la pintura más antigua conocida de arte rupestre que muestra a un cerdo verrugoso y que tiene al menos 45.500 años de antigüedad.
La región de Maros-Pangkep alberga alrededor de 300 yacimientos distintos de arte rupestre realizado sobre la piedra caliza. “Las pinturas rupestres de Indonesia son algunas de las primeras pruebas que tenemos de que hubo gente viviendo en estas islas. Trágicamente, en casi todos los nuevos yacimientos que encontramos en esta región, este arte primitivo se encuentra en un avanzado estado de deterioro”, advirtieron los científicos.
Pero como las razones de la degradación del arte rupestre todavía no estaban claras, el equipo de investigadores decidió continuar con el análisis de otros 11 sitios arqueológicos de la región que datan de entre 20.000 y 40.000 años.
Para realizar el estudio, los científicos utilizaron distintas técnicas que incluyeron potentes microscopios, análisis químicos e identificación de cristales. Como resultado, encontraron sulfato de calcio y cloruro de sodio en las rocas de tres sitios arqueológicos, además de altos niveles de azufre en los 11 lugares. Los expertos concluyeron que los diversos depósitos de sales en las cuevas son los responsables del deterioro de las pinturas.
Los investigadores explicaron que la humedad y las altas temperaturas son las que favorecen la formación de los cristales de sal. El proceso comienza cuando la sal es transportada por el agua en el aire, y una vez que el agua se evapora, la sal queda como un depósito sobre o debajo de la superficie de la roca. Los depósitos de sal se expanden y contraen a medida que el entorno circundante se calienta y enfría, lo que provoca una tensión repetitiva en la piedra.
Algunos depósitos de sal pueden expandirse hasta tres o más veces su tamaño original cuando se calientan. Esta tensión repetida hace que la roca se agriete y se desprenda.
El cambio climático es el responsable
Los hallazgos sugieren que durante al menos los últimos cuatro siglos, el arte rupestre de Maros-Pangkep se fue deteriorando cada vez más, y durante los últimos 40 años, esa erosión se aceleró rápidamente debido al cambio climático causado por los humanos.
“Australasia tiene una atmósfera increíblemente activa, alimentada por intensas corrientes marinas, vientos alisios estacionales y una reserva de agua cálida del océano. Sin embargo, parte de su arte rupestre logró sobrevivir hasta ahora decenas de miles de años a través de grandes episodios de variación climática, desde el frío de la última edad de hielo hasta el inicio del monzón actual”, manifestaron los autores del estudio.
“Pero el cambio climático está magnificando los extremos climáticos. Las temperaturas ambientales más altas y los eventos climáticos extremos más severos y frecuentes están acelerando los cambios de temperatura y humedad que inducen las formaciones de sal”, indicaron los expertos.
Los autores de la investigación revelaron que la frecuencia creciente y la gravedad de las sequías causadas por el ciclo climático de El Niño, sumado a la acumulación de la humedad de las lluvias monzónicas en las zonas cercanas, proporcionan las condiciones ideales para la evaporación, la formación de sal y la erosión de las superficies de las cuevas que albergan el arte antiguo.
Los científicos exigieron a las autoridades que realicen más trabajos de conservación, seguimiento e investigación en estos sitios arqueológicos. “El arte rupestre antiguo de Indonesia se encuentra dentro de un entorno tropical dinámico que lo hace vulnerable a los impactos destructivos del cambio climático, lo que añade una urgencia única a esta petición de más investigación”, concluyeron.