Nuevo tratamiento láser para el agrandamiento de la próstata
Evita las hemorragias posoperatorias de las cirugías, pero es más costoso
Un nuevo sistema láser apodado Green Light (luz verde) ya se encuentra disponible en la Argentina para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna. Esta afección se caracteriza por el agrandamiento no maligno de la próstata, glándula que al crecer estrecha la uretra y provoca trastornos de la micción.
Entre los varones mayores de 50 años, la hiperplasia benigna de la próstata es extremadamente común, aunque su existencia no siempre se traduzca en síntomas. A esa edad afecta ya al 40% de los hombres, pero su incidencia aumenta con la edad, a tal punto que alcanza al 90% de los varones de 80 años.
El nuevo tratamiento consiste en la vaporización de los tejidos prostáticos a través de láser de alta potencia, lo que permite restablecer el flujo normal de la orina. Este láser verde constituye una alternativa a la cirugía prostática, que es considerada actualmente el tratamiento de elección para los pacientes con riesgo de complicaciones.
"Con este nuevo tratamiento no hay hemorragias ni durante ni después del tratamiento, como sucede con la cirugía. Además, permite que el paciente se reintegre casi inmediatamente a sus actividades cotidianas", dijo a LA NACION el doctor Osvaldo Mazza, jefe del Servicio de Urología del Hospital Alemán.
Ese hospital cuenta con uno de los dos sistemas de láser de luz verde en funcionamiento en el país (hay sólo uno más en América del Sur). "Hasta ahora lo hemos utilizado en ocho pacientes, todos con resultados posoperatorios espectaculares", aseguró el doctor Mazza, que insistió en "la ausencia de hemorragias, que son las que complican las cirugías de próstata".
Pero como suele suceder con los tratamientos de útima generación, su costo es mucho más alto que el de una cirugía convencional -15.000 pesos el láser verde, contra 5000 de una cirugía)- ,y todavía no figura entre las prestaciones cubiertas por las empresas de medicina prepaga.
Prevenir complicaciones
Dificultades para orinar, sensación de no poder vaciar completamente la vejiga o necesidad de levantarse varias veces por la noche para orinar son algunos de los síntomas más frecuentes de la hiperplasia prostática benigna. Sin tratamiento, el crecimiento excesivo de esta glándula que rodea la uretra puede incluso traer complicaciones más graves.
"La complicación principal es la claudicación de la vejiga que, al no ser capaz de expulsar orina, deja de funcionar, lo que obliga a recurrir a un catéter -explica el doctor Mazza-. Otras complicaciones son las infecciones urinarias, la formación de piedras en la vejiga o la insuficiencia renal."
Es para prevenir estas complicaciones, además de aliviar los síntomas del trastorno, que los pacientes con hiperplasia prostática benigna suelen recurrir a distintos medicamentos -sustancias como los alfabloqueantes, que mejoran el vaciado de la vejiga, o drogas como el finasteride, que reducen el adenoma prostático-, o a una cirugía.
"Por el momento, el uso de este láser está destinado a pacientes con adenomas pequeños o medianos, mientras que los más grandes los seguimos haciendo con cirugía convencional, ya que requerirían un tratamiento muy prolongado y muy costoso", comentó Mazza.
La fibra láser se introduce a través de la uretra y se la hace llegar hasta la próstata, donde el tejido del adenoma prostático es vaporizado en láminas (ver ilustración). "Al mismo tiempo que evapora los tejidos, coagula y sella los vasos sanguíneos, lo que evita las hemorragias durante y después de la operación", explicó.
La intervención se realiza bajo anestesia general y dura aproximadamente una hora. Una vez finalizada, se mantiene durante unas horas una sonda para que termine de extraer los tejidos evaporados en forma de agua. "Aunque puede ser un tratamiento ambulatorio, nosotros preferimos que el paciente pase la noche internado; al día siguiente desayuna y puede retomar sus tareas cotidianas", concluyó Mazza.