Es producto de la colaboración entre Ineco y la incubadora de empresas tecnológicas Cites; aspira a ser un polo interdisciplinario modelo que aporte a las políticas públicas
"El desarrollo de un país se basa en la inversión en su capital humano. ¿Por qué no unimos fuerzas y mostramos, a través de un centro en el que se combinen la salud, la educación, la ciencia, la innovación y el emprendedorismo, cuáles son los ejes que deberíamos impulsar en la Argentina?"
Hace dos años, esta pregunta estimuló a Facundo Manes, director de la Fundación Instituto de Estudios Cognitivos (Ineco) y a Alejandro Simón, Presidente de Cites y CEO de Grupo Sancor Seguros, incubadora de empresas innovadoras del Grupo Sancor Seguros, a lanzarse a una aventura que permitió sumar las fuerzas de dos instituciones provenientes de campos diferentes, pero con objetivos similares.
El resultado es notable: un modernísimo edificio de 11 pisos y 8000 m2, ubicado en el corazón de Buenos Aires y que albergará lo que ambos esperan convertir en un nodo de conocimiento interdisciplinario. No solo ofrecerá los últimos avances en neurorrehabilitación, sino también diagnóstico y tratamiento del autismo, medicina laboral e investigación en neurociencias. Además, intentará convertirse en un semillero de compañías innovadoras vinculadas con la salud y establecer un diálogo interdisciplinario para informar políticas públicas a partir de los últimos conocimientos en neurociencia del comportamiento.
"Nos inspiramos en el Media Lab del Massachusetts Institute of Technology, de Boston. Queremos ir de la interdisciplina a la 'antidisciplina' -se entusiasma Manes-: es salir de los márgenes de la obediencia para innovar. Nuestro sueño es que aquí se crucen economistas, neurocientíficos, especialistas en big data y otrospara que surjaalgo nuevo. Queremos usar los intersticios de este edificio para que gente de diferente formación haga un trabajo disruptivo. Y vamos a invitar a expertos que hoy no se comunican entre sí porque están en diferentes nichos académicos e institucionales".
Por su parte, Simón destaca que Cites participa de la filosofía de Sancor Seguros, una compañía sin fines de lucro, y aplica los valores del cooperativismo: el humanismo, la solidaridad y la responsabilidad social. La incubadora de compañías innovadoras fue creada en un intento de promover la economía del conocimiento en el país.
"Estudiamos qué naciones de alta inflación y estancamiento crónico habían avanzado significativamente en las últimas décadas, y surgieron los casos de Israel, Corea del Sur y Nueva Zelanda -cuenta-. Nos dimos cuenta de que el común denominador en todos estos casos era la inversión en investigación y desarrollo, la creación de conocimiento. Trajimos mentes brillantes de Noruega, de Suecia, de Francia, del Instituto Pasteur, de París, y de nuestro Balseiro, y hoy ya estamos incubando unas 12 empresas. Una de ellas es Viewmind, que surgió en parte de una investigación en la que también participó Ineco y que desarrolla un método de detección de la enfermedad de Alzheimer a través del seguimiento de movimientos oculares varios años antes de que se presenten las primeras manifestaciones clínicas. Otras se ocupan del desarrollo de fármacos para diabetes tipo 2, servicios de screening de drogas, fabricación de drones con motor de combustión que ofrecen más autonomía para monitorear cultivos..."
Estratégicamente ubicado en Marcelo T. de Alvear al 1600, el centro requirió una inversión de cinco millones de dólares y cuenta con un gimnasio de 200 m2 que estará equipado con las últimas tecnologías para la neurorrehabilitación ambulatoria.
Esta disciplina comenzó a desarrollarse a medida que se fueron comprendiendo los mecanismos de la 'neuroplasticidad', que le permiten al cerebro transformarse a sí mismo. Estudia los cambios estructurales y funcionales que sobrevienen a causa de diferentes lesiones cerebrales, y ensaya técnicas modernas de neuroimágenes, como la resonancia magnética funcional y el análisis de conectividad basado en la electroencefalografía, que permiten identificar las diferentes regiones cerebrales involucradas en el proceso de recuperación funcional. Luego, analiza cómo incrementar o suprimir la actividad en esas regiones para potenciar el proceso de recuperación neurológica.
Esta área estará bajo la dirección de Máximo Zimerman, especialista argentino repatriado desde Alemania, donde trabajó durante una década en el Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Hamburgo, considerado uno de los más avanzados de Europa. Intentará dar respuesta a una demanda que impone el nuevo escenario epidemiológico, en el que el ataque cerebrovascular (ACV) o stroke es un cuadro en alza. Estudios internacionales sugieren que crece al ritmo de la expectativa de vida.
Afortunadamente, gran parte de los pacientes sobreviven, pero muchos quedan con secuelas de distinto grado. Distintas investigaciones sugieren que existe un lapso de 'hiperplasticidad', semejante a la que poseen los chicos, inmediatamente posterior al ACV, que podría rondar los tres meses.
Hoy se piensa que, tras un evento cerebrovascular, el mismo día o en cuanto el paciente esté en condiciones de interactuar hay que comenzar a realizar maniobras que pueden cambiar la evolución de las secuelas. La estimulación transcraneal con electricidad o magnetismo, y la toxina botulínica guiada por ecografía son dos de las nuevas técnicas que se ensayan para mejorar la recuperación.
Zimerman es uno de los pioneros en estimulación magnética transcraneal (que consiste en utilizar pequeñas dosis de corriente y/o estímulos magnéticos en regiones específicas del cerebro), la aplicación de toxina botulínica guiada por ecografía y el uso de bioprótesis, estrategias que ya se ensayan en el hemisferio norte y que él aplicará en el país.
El nuevo centro Cites-Ineco dispone de consultorios, salas de tratamiento grupal, un patio exterior de 250 m2 que se utilizará con fines terapéuticos, un auditorio dotado de tecnología 4K (para cine y TV de ultra alta definición) y espacios de coworking para emprendedores. Los responsables esperan que brindará atención a 15.000 pacientes por año y podrá ofrecer asesoría a grupos del resto del país y de la región. Además, seguirá con su colaboración habitual con la Fundación y la Universidad Favaloro, y con una amplia red de centros ubicados en América Latina, Estados Unidos y Europa. Y albergará a investigadores y becarios del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Incyt), de triple dependencia: Ineco-Favaloro-Conicet.
Por último, Manes explica que aunque todavía no se dispone de una cura para el autismo, porque no se conoce su causa, "los especialistas desarrollarán un trabajo multidisciplinario para que la persona y la familia con esta condición puedan tener una mejor calidad de vida".