Los delfines pueden reconocerse
Es una capacidad que antes se consideraba exclusiva de humanos y primates
NUEVA YORK (The New York Times).- Con cerebros que siguen en tamaño a los de los seres humanos, memorias soberbias, sistemas de sonar más exactos que los de cualquier nave y complejas estructuras sociales, los delfines suelen ser considerados los genios de los mares.
Astutos, buenos imitadores y veloces para aprender, los delfines poseen una misteriosa habilidad para confundir a los investigadores, afirman aquellos que los han estudiado tanto en cautiverio como en libertad, aunque en las últimas décadas los científicos han realizado progresos en el descubrimiento de las complejidades de la vida social y la mente de los delfines, y han comenzado a crear un retrato más detallado de estos notables animales.
Ahora, dos nuevos estudios realizados independientemente muestran que los delfines son capaces de reconocerse a sí mismos en los espejos -lo que suele ser considerado un signo de autoconocimiento- y de entender espontáneamente los pensamientos de otros individuos, en este caso, de seres humanos.
Ambos equipos de investigadores afirman que sus trabajos brindan sustento a la visión de que los delfines pueden desarrollar algún tipo de noción sobre ellos mismos y sobre otros como individuos, habilidades frecuentemente asociadas exclusivamente con los seres humanos y los grandes primates.
Estos estudios, aun cuando pueden ser objeto de intenso escrutinio y crítica, como lo es toda investigación en el campo de las habilidades cognitivas animales, expanden el debate en torno de la inteligencia y la conciencia animal, afirmaron otros investigadores.
Es el delfín nariz de botella el que se ha convertido en el primer no primate en pasar el test del espejo de autorreconocimiento, informaron la doctora Diana Reiss, de los Laboratorios Osborne de Ciencias Marinas del Acuario de Nueva York, en Brooklyn, Estados Unidos, y la doctora Lori Marino, una especialista en neurociencias y biología del comportamiento de la Universidad de Emory.
El estudio será publicado en la edición del 8 de mayo de los Proceedings of the National Academy of Sciences y ya se encuentra en el site de la academia: www.pnas.org.
El test de la marca
Desde hace mucho tiempo, los científicos saben que los niños comienzan a reconocerse a ellos mismos en los espejos entre los 18 y los 24 meses. El autorreconocimiento en el espejo, afirman muchos investigadores, usualmente marca el comienzo del autoconocimiento, la introspección y la capacidad de percibir los estados mentales de los otros.
En 1970, el doctor Gordon G. Gallup Jr., profesor de psicología de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, Estados Unidos, desarrolló el test de la marca para determinar cuándo los animales son capaces de reconocerse a sí mismos en el espejo. Si los sujetos del test marcados con una tintura se acercan al espejo y examinan la marca, esto sugiere que exhiben cierto autorreconocimiento.
Al ser confrontados con un espejo, muchos animales lo ignoran o responden con agresividad, como si fuera otro animal, explicó la doctora Reiss. Después de familiarizarse con el espejo, algunos animales -entre ellos, los monos, los simios menores, los elefantes y los loros grises africanos- comienzan a utilizarlo como una herramienta para esconder objetos pero no para examinarse a sí mismos.
Estudios previos han sugerido que los delfines reconocen su propia imagen, pero los resultados nunca fueron considerados concluyentes.
Hasta ahora, sólo los chimpancés, los orangutanes y los gorilas han empleado espejos para investigar su propio cuerpo y han pasado el test de la marca, según los investigadores.
Para la doctora Reiss, los nuevos hallazgos "abren la discusión sobre la evolución del cerebro, porque los de los primates y los delfines han evolucionado mucho en líneas diferentes por más de 60 millones de años".
Los cerebros de los delfines carecen de un lóbulo frontal, similar al de los primates, dijo la doctora Marino. El neocórtex de los delfines y de otros cetáceos está organizado de modo diferente al de los primates, agregó, sugiriendo que esos cerebros "llegaron al mismo estadio cognitivo" a pesar de haber evolucionado por otros caminos. Este fenómeno se denomina evolución convergente.
Los nuevos estudios comenzaron en 1998 en el Acuario de Nueva York con dos delfines nariz de botella criados en cautiverio. Los investigadores primero fingieron una marca en el animal, usando un marcador lleno de agua en lugar de tinta. Después de varias repeticiones, marcaron al delfín con círculos y triángulos. Finalmente, fingieron marcarlo una vez más.
Se marcó cada animal con agua o con tinta un total de 16 veces. En sus pruebas individuales (todas grabadas en video), cada delfín se zambullía directamente hacia el espejo para investigar la parte del cuerpo en la que había sido marcado, muchas veces girando y dando vueltas para exponer ante el espejo la parte marcada.
Los investigadores han encendido el debate entre los científicos, no sólo porque hay quienes disienten con la interpretación o el significado mismo del test del espejo. Mientras que algunos investigadores expresan escepticismo, otros alaban los trabajos por contribuir con creciente evidencia que sugiere que otros animales poseen autoconciencia y complejas habilidades cognitivas.
El doctor Gallup calificó los resultados como "la más sugestiva evidencia hasta la fecha" sobre el autorreconocimiento de los delfines en el espejo, pero "no definitiva" porque no está del todo seguro de si los animales no interpretaron que lo que vieron en el espejo era otro delfín.
Otra reciente investigación con delfines ha revelado que estos animales son capaces de "interpretar la dirección de la mirada y el acto de señalar de los humanos sin entrenamiento previo", signos que para algunos expertos significan que pueden interpretar pensamientos e intenciones de otros animales.