Leptospirosis: cada vez más letal
Aumentan los casos y muchos se presentan clínicamente con una forma que tiene una mortalidad del 50%
Lejos de ser una enfermedad rara y limitada geográficamente, como se la suele considerar en la Argentina, la leptospirosis es ya "una enfermedad de alcance nacional", aseguró el doctor Alfredo Seijo, jefe de la División Zoonosis del hospital Muñiz y director científico de un taller sobre esta enfermedad realizado en la Academia Nacional de Medicina.
Aunque la enorme mayoría de los casos afectan a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires (las más vulnerables por las lluvias y las inundaciones que sientan las condiciones ambientales que facilitan la transmisión de la leptospirosis), en los últimos años ya se han registrado casos en la ciudad de Buenos Aires, en Córdoba e incluso también en la Patagonia.
Pero lo que más preocupa a los especialistas es la letalidad cada vez mayor de la leptospirosis. En lo que va del año, ya se han producido 15 víctimas fatales, de entre los 230 casos notificados al Ministerio de Salud, lo que convierte a 2010 en el año de mayor mortalidad asociada con esta enfermedad causada por la bacteria Leptospira interrogans , que es diseminada por roedores, animales domésticos y el ganado.
"El aumento de la letalidad es un fenómeno que venimos observando en los últimos años en la Argentina, debido a una forma de presentación que no es la habitual: la hemorragia pulmonar", dijo a LA NACION el doctor Seijo, que participó del taller "Una mirada integral sobre la problemática de la leptospirosis", organizado por la fundación Mundo Sano.
A diferencia de la forma más común de presentación, la forma pulmonar hemorrágica se desencadena a partir de la presencia de sangre en el pulmón y tiene una tasa de mortalidad del 50 por ciento.
"Antes era una típica ictericia febril, pero desde hace una década el 65% de los afectados en nuestro país ingresa a hospitalización por neumonía -explicó Seijo-. Un porcentaje importante se agrava y sufre hemorragia pulmonar con distrés respiratorio, con una mortalidad que alcanza a la mitad de los casos."
Este fenómeno no es único de la Argentina. "Las primeras referencias de esta alta mortalidad provienen de China y el Sudeste Asiático. En 1995, en una epidemia de leptospirosis en Nicaragua hubo también una alta mortalidad por hemorragia pulmonar, y luego eso fue también observado en brotes en Brasil."
El aumento de las formas hemorrágicas pulmonares y su alta mortalidad asociada serían el resultado de la mayor circulación de cepas bacterianas más virulentas, señaló Seijo. "No ha habido variación en los grupos de riesgo y las formas de adquisición son las mismas. Por eso, parecería tener que ver con las características de las cepas que están circulando."
Ambientes propicios
La leptospirosis es una zoonosis: una enfermedad infecciosa transmitida por animales.
Mamíferos, aves, anfibios y reptiles pueden transmitir las más de doscientas variantes de leptospira, y su principal vector son los roedores, en especial los que prefieren la vida urbana, cerca del ser humano.
Los roedores son llamados "huéspedes de mantenimiento", ya que conservan dentro de sus riñones la bacteria, y la van diseminando a su paso a través de la orina. Algo similar ocurre con los perros y otros animales domésticos; en el citado encuentro, se informó sobre la elevada contaminación con leptospirosis de los perros en la provincia de Buenos Aires.
"La infección es comúnmente transmitida a las personas cuando el agua que ha sido contaminada por la orina de animales infectados se pone en contacto directo con lesiones en la piel, con los ojos o con las mucosas, aunque la bacteria también puede ingresar en el organismo a través de la piel sin lesiones", informa un comunicado de la fundación Mundo Sano.
Los lugares húmedos habitados por roedores son los más fértiles para las leptospiras, de ahí que la provincia de Santa Fe, que sufrió el verano pasado inundaciones, haya registrado en enero unos 144 casos de leptospirosis, dijo a LA NACION la doctora María Andrea Uboldi, a cargo de la Dirección Provincial de Promoción y Prevención de la Salud de esa provincia.
Pero un medio ambiente contaminado también es un caldo de cultivo para la leptospira, afirmó Seijo, y citó como ejemplo los casos de brotes verificados en frigoríficos de la provincia de Buenos Aires. "Allí, hay un riesgo profesional muy alto entre quienes trabajan en los frigoríficos, y en quienes habitan los pueblos cercanos, debido a que la contaminación causada por éstos facilita la diseminación de la enfermedad", dijo Seijo.
Para las poblaciones en riesgo, el experto recomendó la vacunación contra la leptospirosis. "Si bien la medida más efectiva sería reducir las condiciones ambientales que facilitan su transmisión, lo cierto es que en los lugares donde hay recurrencia de los brotes de la enfermedad sería aconsejable vacunar a la población en riesgo", aconsejó Seijo.