MADRID. Nazca, en Perú, siempre ha sido una mina de descubrimientos para los arqueólogos de todo el mundo. Ahora, un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Yamagata identificaron 142 nuevos geoglifos, que representan personas, plantas y animales, en las famosas líneas de Nazca y sus alrededores; una cifra que se suma al medio centenar que ya habían sido identificadas hace poco más de un año.
Los expertos, que han publicado los resultados en la página web de la universidad, usaron imágenes de alta resolución e inteligencia artificial (IA) para identificar estas nuevas figuras. El primer geoglifo descubierto gracias a este sistema fue mediante un estudio de factibilidad realizado por la institución entre el año pasado y el actual junto con IBM Japón. Este método avanzado permite descubrir nuevas líneas. También introduce la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos, como fotos aéreas de gran calidad y a altas velocidades.
Según los científicos, estas computadoras del sistema de inteligencia artificial Watson, que permiten analizar datos en 3D de forma rápida y eficiente, deben ayudar a entender mejor la distribución de las líneas de Nazca y acelerar la investigación para mejorar cuanto antes las actividades de protección de este sitio, que se ha ido deteriorando poco a poco.
Ubicados principalmente en el oeste de la Pampa de Nazca, se cree que los geoglifos biomórficos datan de al menos entre 100 años antes de Cristo y 300 años después de Cristo, de acuerdo con los informes del equipo de investigación dirigido por el profesor Masato Sakai, del Departamento de Antropología Cultural y Arqueología Andina de la Universidad de Yamagata, Japón.
Tanto el profesor Sakai como otros investigadores de la Universidad de Yamagata habían emprendido diversas iniciativas desde 2004 para estudiar las líneas de Nazca, que fueron descubiertas en 1927 y declaradas como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para estudiar la distribución de estos geoglifos. Además, la expansión de las áreas urbanas ha traído daños a las líneas, lo que llamó la atención sobre la protección de las líneas de Nazca como un problema social.
Imperceptible al ojo humano
Provistos de drones y apoyados en imágenes de satélite, arqueólogos peruanos anunciaron en abril del año pasado el descubrimiento de más de medio centenar de misteriosas líneas y geoglifos sobre el mismo desierto de Nazca, con una antigüedad superior a 2000 años.
"Hemos identificado nuevos geoglifos. En total estamos hablando de unos 15 a 20 grupos de figuras que, al ser analizadas de manera individual, suman alrededor de 60 figuras nuevas", había informado el arqueólogo Johny Isla, responsable del hallazgo junto con su colega peruano, Luis Jaime Castillo.
Estas nuevas líneas habrían sido trazadas antes de las famosas líneas de Nazca y estaban ubicadas en las laderas de las colinas que circundan los valles de Palpa, lejos de donde se localizan las de Nazca, aunque en la misma región costera de Ica, al sur de Perú.
Este descubrimiento previo también se refería a figuras humanas, aves y felinos, que con el paso de los años y el viento se tornaron imperceptibles para el ojo humano al nivel de la superficie. "Pertenecen a la cultura Paracas y Topará, que se desconoce mucho", sostuvo Isla.
El País y Universidad de Yamagata
LA NACION