La teoría de la relatividad, a prueba
Medirán pequeños cambios atribuibles a la gravedad terrestre
MADRID (EFE).- La sonda Gravity Probe B, de la NASA, será uno de los instrumentos con los que se intentará confirmar la teoría de la relatividad de Albert Einstein, de la que este año se cumple el centenario de su publicación.
La agencia espacial norteamericana informó ayer que un equipo de la Universidad de Stanford, de los Estados Unidos, intenta, con mediciones de "gran precisión", captar los posibles fallos o aciertos de esta teoría, con la que se desmintió la concepción del "espacio fijo" de Isaac Newton.
De acuerdo con las teorías de Einstein, la fuerza de gravedad de los cuerpos cósmicos mayores, como los agujeros negros, planetas y estrellas, altera el espacio y el tiempo en torno de ellos.
Hasta ahora no se han podido comprobar esas predicciones porque las alteraciones a las que se tendría eventualmente acceso son minúsculas y no se contaba con la tecnología necesaria para detectarlas, si es que existen.
Los científicos pretenden comprobar si hay alguna desviación del eje de alineación de los giroscopios de la sonda GP-B en relación con su estrella guía, la IM Pegasi (HR8703), que pueda atribuirse a los efectos de la gravedad terrestre.
De este modo, si las predicciones de Einstein fueron acertadas, habrá cambios extremadamente ligeros en las esferas del artefacto o en el eje de rotación, pero que podrían registrarse.
Los científicos han calculado que, siempre si la teoría de Einstein es cierta, en el curso de un año la desviación del eje de rotación debida al efecto de la gravedad de la Tierra debería ser un ángulo de 6614,4 millonésimas de segundo, y la desviación anticipada por el efecto de la gravedad sobre el tiempo sería aún más pequeña, de sólo 40,9 millonésimas de segundo.
La previsión es que los giroscopios cambiarán gradualmente el eje de rotación con respecto a las estrellas.
En caso contrario, aseguran, los científicos contarían con un indicio para relanzar "el campo escalar" o "la teoría del todo", capaz de explicar desde los fenómenos cósmicos hasta los subatómicos.
En esta ocasión, los investigadores han utilizado el método de medición gamma, considerado el "más sensible de las mediciones relativas a las desviaciones".