La ciencia busca explicar los déjà vu
Recientes investigaciones descartan las explicaciones tradicionales que los consideraban un fruto de los deseos ocultos
NUEVA YORK.- Los franceses llaman déjà vu a aquellas experiencias que generan una sensación de familiaridad hasta ahora mejor explicada por novelistas que por investigadores. Pero nuevos estudios sobre la memoria están abriendo una prometedora ventana a este fenómeno, pues aportan posibles explicaciones y nuevas formas de recrearlo y evaluarlo.
"Este fenómeno ha sido ignorado o considerado demasiado banal como para estudiarlo científicamente -dijo el doctor Alan Brown, psicólogo de la Universidad Metodista de Dallas, Estados Unidos-. Pero es real, y al llevarlo al laboratorio podemos empezar a comprenderlo."
Según encuestas, dos tercios de los adultos han experimentado al menos un déjà vu, y la mayoría de estas extrañas sensaciones parece ocurrir en personas con una imaginación vívida y frecuentemente estimulada. También quienes viajan mucho son más propensos a reportar estas experiencias.
Los déjà vu son más frecuentes durante los primeros años de la edad adulta, y luego van espaciándose progresivamente hacia la vejez cuando, como sugiere el doctor Brown, muchas personas viven rutinas diarias que son realmente familiares.
Nuevas teorías
Un siglo atrás, cuando las teorías de Freud dominaban el campo de la psiquiatría, los psicoanalistas consideraban que el déjà vu era una evidencia de un conflicto inconsciente, en el que el ego se defendía de los deseos escondidos.
Por otro lado, los médicos han señalado que esas experiencias ocasionalmente preceden a las crisis que sufren las personas con epilepsia. Los circuitos hiperactivos del lóbulo temporal, que pueden causar estas crisis, pueden estimular otras regiones del cerebro involucradas en detectar la familiaridad, afirman muchos especialistas.
Pero el doctor Brown y otros expertos argumentan que no es necesario invocar conflictos escondidos o condiciones cerebrales inusuales para explicar estos fenómenos. Normalmente, basta con la función de un cerebro saludable. Se ha visto que suelen aparecer con más frecuente en las personas exhaustas o estresadas, condiciones que nublan el funcionamiento de las memorias de corto y largo plazo.
Además, los psicólogos saben desde hace tiempo que las personas son capaces de registrar impresiones e imágenes mucho antes de darse cuenta de lo que están viendo. El cerebro envía señales visuales a través de al menos dos circuitos, que parten de la retina al córtex visual por diferente caminos dentro del cerebro.
Es un sistema afinado exquisitamente, pero la experiencia común sugiere muchas formas en que su funcionamiento puede fallar. El ejemplo clásico, que señala el doctor Edward Bradford Titchener, ocurre cuando una persona está por cruzar una calle muy transitada, mira hacia ambos lados y se distrae en la vidriera de un negocio. "A medida que la persona cruza, piensa: «Creo ya haber cruzado esta calle». Esto se debe a que su sistema nervioso ha registrado dos fases de una misma experiencia singular, y la última parece ser una repetición de la primera."
Recuerdos imaginarios
Los psicólogos que estudian la memoria sostienen que las personas reciben muchísima información sin darse cuenta, o si la registran rápidamente olvidan de dónde provino. La familiaridad puede venir de una gran variedad de fuentes, algunas reales y otras no, dijo la doctora Kathleen McDermott, que estudia la memoria en la Universidad de Washington.
"Es bien sabido que incluso cuando uno imagina algo que no ha ocurrido en el pasado, uno puede experimentar una sensación de familiaridad si algo similar ocurre en el futuro", dijo. Luego agregó: "Uno no necesita información objetiva del exterior para crear esas situaciones: uno puede hacerlo internamente".
"Lo más probable es que los sentimientos de déjà vu se produzcan por una variedad de razones, que quizá varíen de persona a persona, y en diferentes situaciones", comentó el doctor Brown. "Recién estamos comenzando a entender este fenómeno."