Hormigas argentinas al ataque
Llegaron a California a fines del último siglo y ahora hacen estragos en el ecosistema.
SAN DIEGO (The New York Times).- Por un capricho de la evolución y de la genética, las hormigas argentinas están imponiéndose sobre las hormigas nativas de California, conformando lo que los científicos consideran como la mayor colonia de hormigas del mundo: abarca más de 900 kilómetros desde San Diego hasta el norte de San Francisco.
Las hormigas de esta supercolonia son tan similares entre ellas genéticamente que los diferentes grupos no combaten entre sí de la manera como lo hacen en su tierra de origen. Como resultado de eso, constituyen un frente familiar unido para ganar el territorio de las hormigas nativas.
En la Argentina, donde son conocidas como hormigas del azúcar, diferentes colonias combaten entre sí por la comida y el territorio. Una hormiga que se aventura en el territorio de otra colonia tan sólo 45 metros es rápidamente despedazada por obreras que reconocen el olor de su rival. Pero en California los científicos han hallado que si toman una obrera de San Diego y la colocan en una colonia de San Francisco, será bienvenida como una integrante más de la familia.
Familia unida
Empleando las mismas técnicas de análisis de ADN que se utilizan para dirimir los casos de paternidad dudosa, los investigadores de la Universidad de California en San Diego, han estudiado las diferencias genéticas que distinguen a las hormigas argentinas de las californianas. Descubrieron una diversidad genética mucho mayor entre las primeras que entre las nativas de California.
Los reportes publicados y las muestras pertenecientes a distintos museos muestran que estas hormigas argentinas llegaron por primera vez a los Estados Unidos en la década de los 90, a bordo de barcos que traían café y azúcar desde América del Sur. Los científicos concluyeron que la población inmigrante, relativamente pequeña, creó un cuello de botella genético , que cierra el paso a la diversidad genética.
La pequeña fundición de poblaciones representó menos de la mitad de la diversidad genética de las especies. Esto es lo que ha ocasionado que casi todas las hormigas argentinas que se encuentran en California sean genéticamente tan similares que las diferentes colonias no se distingan entre sí.
La posibilidad de diferenciar los distintos parentescos es un mecanismo crítico para la evolución de los insectos que viven en sociedad.
Ecosistema en peligro
Por eso, en vez de defender los distintos territorios, en su nuevo entorno las hormigas se comportan como si formasen parte de una única y fluida colonia. Y a pesar de que las hormigas argentinas se muestran tan melosas entre ellas, sin piedad matan y desplazan a las hormigas nativas, algunas de las cuales son 20 veces más grandes.
Los efectos de la invasión agitan el ecosistema. Algunas plantas dependen de las hormigas californianas para la dispersión de sus semillas. Además, las grandes hormigas cosechadoras nativas preparan más del 90% de la dieta de los lagartos californianos con cuernos, candidatos a integrar la lista de especies en peligro de extinción.