Fósiles hallados en San Pedro confirman una teoría de Ameghino
Entre ellos, había un cráneo de mesoterio
El descubrimiento del cráneo de un mamífero fósil en el partido de San Pedro, provincia de Buenos Aires, permitió confirmar que una suposición de Florentino Ameghino, puesta en tela de juicio por científicos posteriores, era acertada. El hallazgo fue realizado por José Luis Aguilar, director del recientemente inaugurado Museo Paleontológico Municipal "Fray Manuel de Torres" de San Pedro, en una cantera destinada a la extracción de tosca perteneciente a la firma Spósito.
"En un esquema estratigráfico que realizó hace algo más de un siglo -explica el doctor Eduardo Tonni, paleontólogo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata-, Ameghino describió una capa de sedimentos verdosos que en el noreste bonaerense aparece en zonas cercanas al delta y a la costa del Río de la Plata, y la adjudicó a una edad geológica, a la que se denomina Ensenadense, que se extiende desde algo más de 1.800.000 a unos 500.000 años atrás.
Sin embargo, trabajos científicos recientes atribuyeron esa capa al inicio de una edad de menor antigüedad (la Bonaerense), que corresponde al intervalo comprendido entre unos 500.000 y 130.000 años atrás".
El cráneo hallado por Aguilar en esa capa verde fue identificado por Tonni como perteneciente a un mesoterio, uno de los mamíferos fósiles más característicos del Ensenadense, confirmando así la suposición de Ameghino. Además del cráneo, Aguilar extrajo varios huesos de las extremidades y vértebras de otros mamíferos fósiles, aún no identificados.
Tonni explica que algunas características del esqueleto del mesoterio eran similares a las del carpincho actual, pero tenía un tamaño mayor, cercano al de un oso negro. Este animal poseía ciertas particularidades dentales parecidas a las de los roedores, con los incisivos superiores y los primeros incisivos inferiores muy desarrollados y de crecimiento continuo. Otra particularidad que compartía con los roedores, con los que no estaba emparentado, es la ausencia de caninos.
El fósil citadino
El primer hallazgo de un mesoterio fue realizado entre 1854 y 1855 por el francés Auguste Bravard, que le dio el nombre genérico Typotherium . En 1867, el geólogo y paleontólogo francés Marcel de Serres realizó una descripción de las principales partes del esqueleto, con el nuevo nombre de Mesotherium cristatum .
En la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores se descubrieron restos de mesoterios en las llamadas toscas del Río de la Plata Ñcapa de sedimentos muy compactos que afloran en ciertas zonas del río durante las bajantes-, en canteras destinadas a la extracción de tosca y excavaciones para obras civiles.
Carlos Rusconi, uno de los discípulos de Carlos Ameghino (hermano de Florentino), extrajo varios especímenes de mesoterios en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires. Así, por ejemplo, en 1919 descubrió una porción mandibular en una pequeña barranca que existía desde la calle Belgrano hacia el sur, antes de la construcción del balneario municipal. En los sedimentos que forman el lecho del río Matanzas y las barrancas en las proximidades del Viejo Puente de la Noria extrajo un fragmento de húmero. En 1931, en las excavaciones para las obras del Mercado de Abasto descubrió un cráneo casi completo con su mandíbula, el axis y otros huesos.
Ameghino mencionaba una capa de sedimentos verdosos que incluía en lo que denominaba el Ensenadense Cuspidal, que corresponde a la parte superior del Ensenadense. En unos estudios realizados en la década de 1990 en las barrancas del Paraná, entre San Pedro y Baradero, también se describió un estrato de ese color, que se atribuyó a la parte inferior de la Formación Buenos Aires, depositada durante la edad Bonaerense. La secuencia estratigráfica que aparece en estas barrancas es la misma que se observa en la cantera de la firma Spósito, en cuya capa verde se halló al mesoterio.
Tonni, junto con el geólogo Jorge San Cristóbal -de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata- visitaron la cantera de San Pedro y encontraron ciertas similitudes estratigráficas con otra de la localidad de Hernández, en el partido de La Plata, donde también aparece la capa en cuestión. Este hecho demuestra que los sedimentos verdes se depositaron en un área relativamente extensa durante la edad Ensenadense, como correctamente había supuesto Ameghino.
¿Cuál es la importancia de este descubrimiento? Tonni explica que en la llanura pampeana suele emplearse como técnica de datación el método del carbono 14, que da resultados confiables para antigüedades no superiores a los 30.000 años, lo que representa solamente el 1,7 por ciento de la duración del Cuaternario. En la mayor parte de los casos, los estratos no se identifican por datación, sino por su contenido fosilífero.
Por esta razón, el descubrimiento de fósiles que, como el mesoterio, son característicos de un cierto intervalo del tiempo geológico, permite disponer de un nivel de referencia para los estudios estratigráficos del Cuaternario de la provincia de Buenos Aires.