Con la llegada del otoño y los primeros fríos, no son pocos los que ya cargan en sus carteras y bolsillos con el tradicional pañuelito. El cambio de clima sorprendió a más de uno desprevenido pero... ¿es el frío el verdadero culpable de las rinitis y fiebres? Para el doctor Agustín Ciapponi, director del Centro Cochrane Argentino IECS y docente de la maestría en Efectividad Clínica de la Facultad de Medicina de la UBA, el primer punto que hay que dejar en claro es que el frío no es causa de infección.
"Los culpables son los agentes infecciosos específicos, como el virus de la gripe o los del resfrío. Las infecciones respiratorias se deben, fundamentalmente, a que al permanecer en lugares cerrados para protegernos del frío, facilitamos la propagación de estos agentes a través de las gotitas de saliva", aclara Ciapponi.
Si tenemos en cuenta que las partículas lanzadas con un estornudo pueden alcanzar hasta cinco metros de distancia, con una o más personas enfermas en una oficina o en un aula cerrada, la probabilidad de contagio es muy alta.
Pero el especialista también aclara que no hay dudas de que el frío ambiental enferma: "Cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35°C (hipotermia) y si esta exposición se prolonga puede hasta poner en riesgo la vida, como puede verse en aquellos que viven en la calle". Pero, según el especialista, abrigarse de más no protegerá de nada.
LA NACION