En la Argentina, el psicoanálisis goza de muy buena salud
Revela un estudio en 525 terapeutas
Lejos de la opinión de aquellos que consideran que el psicoanálisis tiene los días contados, un reciente estudio revela que el cuerpo teórico desarrollado por Sigmund Freud aún goza de buena salud. En la Argentina, más de la mitad de los psicoterapeutas reconoce orientar su práctica clínica según los lineamientos del psicoanálisis.
Es más, entre aquellos que dicen integrar distintas teorías en su práctica cotidiana, el 63,2% reconoce al psicoanálisis como columbra vertebral de su andamiaje teórico.
"Hasta ahora no había estudios que avalaran la extensión del psicoanálisis en la Argentina", comentó a LA NACION el doctor Felipe Muller, del Departamento de Investigaciones de la Universidad de Belgrano (UB).
Muller llevó adelante un estudio del que participaron 525 psicoterapeutas de siete distritos del país.
Sus resultados muestran que el 53,1% de los encuestados practica el psicoanálisis, el 39,8% dice integrar distintos cuerpos teóricos a la hora de enfrentar al paciente, el 2,3% emplea un abordaje sistémico, el 1,5% uno cognitivo, el 0,8% se nutre de la teoría de la Gestalt y el 0,4% usa un abordaje comportamental.
La idea de Muller de bosquejar un mapa de la psicoterapia en la Argentina surgió durante sus años de estudio. "Cuando cursaba la carrera escuchaba hablar del desarrollo de marcos que integraban diversas teorías -recordó el investigador-, y me preguntaba cuántos terapeutas efectivamente integraban teorías."
En 1997, junto a la licenciada Carolina Palavezzatti, Muller relizó un estudio preliminar del tema en hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires. "Nos sorprendió encontrar que el 70% de los terapeutas decía usar la teoría psicoanalítica, mientras que sólo el 26% integraba distintos marcos teóricos", contó Muller.
Aunque reconoce que no es posible comparar los resultados de esa primera exploración del mundo psi con los de su trabajo más reciente -porque el primero abarca sólo la Capital y el segundo, siete distritos-, Muller observa una reducción del porcentaje de psicoanálisis, en favor de la integración de teorías.
"Esto en parte puede explicarse por que muchos de estos terapeutas han sido absorbidos por los sistemas de medicina prepaga, que obligan a que los tratamientos tengan una duración máxima de 30 sesiones." Son otras psicoterapias las que se adaptan con mayor facilidad a estos límites temporales que requieren un trabajo más concreto y acotado que bucear en el inconsciente.
Por otro lado, "observamos que los profesionales que provienen de la universidad pública tienden a dedicarse al psicoanálisis, mientras que los que estudiaron en universidades privadas tienden a la integración".
A la vista de estos resultados, la cada vez mayor oferta de carreras de psicología en las universidades privadas podría ser un factor detrás del crecimiento de la integración de marcos teóricos. Aun así, concluyó Muller, "que el 53% de los psicoterapeutas se dedique al psicoanálisis demuestra su vigencia".