En busca de una mejor rehabilitación
Investigadores argentinos y norteamericanos estudian cómo mejorar las terapias
"Rehabilitación en el trauma encefalocraneano: The Argentina Proyect" es el nombre de un emprendimiento conjunto entre la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y la Oregon Health Science University (OHSU), Estados Unidos, que se propone responder a la pregunta: ¿cuál es el mejor programa de rehabilitación para los pacientes que han sufrido estos traumas que resultan de un fuerte golpe en la cabeza?
Aun cuando los programas de rehabilitación para pacientes con trauma encefalocraneano o de cráneo son la conducta médica estándar en numerosos países de Europa y en los Estados Unidos, no existen amplios ensayos clínicos que avalen y cuantifiquen la eficacia de dichos programas.
Este es el vacío que pretenden llenar investigadores argentinos y norteamericanos bajo la dirección de doctor Randall Chesnut. De paso por Buenos Aires, este investigador de la OHSU dialogó con La Nación sobre el proyecto.
-¿Por qué es necesario estudiar programas de rehabilitación ampliamente aceptados?
-Un gran problema de los estudios científicos que avalan estos programas es que suelen ser realizados en universidades, donde se emplean recursos increíbles de los que no se dispone fuera de los centros médicos académicos. Uno no puede tomar los resultados de estos estudios y aplicarlos luego al mundo real.
Además, nos dimos cuenta de que los trabajos científicos sobre trauma de cráneo han sido realizados en grupos de pacientes muy reducidos, por lo que es imposible extrapolarlos al conjunto de la sociedad. Por otro lado, los valores relacionados con la reinserción social de los pacientes que abordan estos estudios son específicos para cada cultura, y justamente han sido testeados en diferentes culturas.
-¿Cómo están trabajando en el tema?
-Los 250 pacientes argentinos y los 250 norteamericanos con trauma encefalocraneano que participan del estudio son evaluados durante un año con una misma serie de tests que determina el grado de recuperación de las secuelas motoras, cognitivas y psicológicas que generan estos traumas. Ya en el primer año del estudio (que finalizará en 2003) hemos obtenido algunos resultados preliminares interesantes.
-¿Qué pudieron observar?
-Vimos que el cuidado de los aspectos neurológicos por parte de los médicos que llevan adelante estos programas de rehabilitación es mucho mayor que el cuidado de otras áreas, como la rehabilitación física de los músculos o de las articulaciones del paciente. El resultado es una persona cuya mente funciona, pero su cuerpo no.
Pienso que pequeños cambios en la atención de los aspectos motores del paciente, como comenzar con la rehabilitación física antes de abandonar el hospital, podrían mejorar enormemente la funcionalidad de estas personas.
-¿Cuál sería el impacto de estos cambios?
-Bueno, se estima que en los Estados Unidos los costos directos (atención médica durante la etapa aguda) e indirectos (ausentismo laboral, entre otros) del cuidado de los pacientes con trauma encefalocraneano alcanzan los 5,4 mil millones de dólares al año. Si una mejora en los programas de rehabilitación resultara en que un mayor número de estos pacientes fuera capaz de alimentarse por sí mismo, estos costos se reducirían hasta en un 80%.
Esto sería un gran avance, no sólo en términos económicos: los pacientes recobrarían una mayor independencia y tendrían más posibilidades de volver a sus trabajos.
-¿Cómo surgió la idea de trabajar en colaboración con profesionales argentinos?
-Hace unos años participé de un encuentro médico que se realizó en la Argentina, y conocí a un grupo de médicos que ya estaba trabajando en trauma encefalocraneano correctamente. Era un ejemplo perfecto de un grupo de médicos del mundo real que había demostrado que podían hacer una buena investigación.
El 60% de los traumas es por accidentes de tránsito
"El trauma encefalocraneano es muy común y muy devastador -afirma el doctor Randall Chesnut-. Es la causa más frecuente de muerte y discapacidad en menores de 45 años."
Las palabras de Chesnut no sólo describen su incidencia en los Estados Unidos y en gran parte de Europa, también se aplican a la Argentina, donde el 60% de los casos es causado por accidentes de tránsito que afectan tanto a conductores como a sus acompañantes y a peatones.
"La gran diferencia entre Estados Unidos y la Argentina en relación con el tratamiento de los pacientes con trauma de cráneo se observa en la etapa de rehabilitación", dice el doctor Walter Videtta, médico de planta del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital Nacional Posadas, de Haedo.
Aunque se ha reducido notablemente la mortalidad en la etapa aguda, la rehabilitación depende de la realidad de cada paciente, pues no todas las obras sociales contemplan la atención de este tipo de dolencias, completa el doctor Carlos Rondina, jefe del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, de Rosario.
En la Argentina son cinco los centros médicos que participan del proyecto de investigación de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón (OHSU) sobre trauma encefalocraneano: los hospitales Fernández e Italiano, de Buenos Aires, Posadas y Güemes, de Haedo, y Clemente Alvarez, de Rosario.
Estos hospitales no sólo reciben apoyo económico de la OHSU para realizar el estudio, sino también equipos especiales de estudio. Lamentablemente, estos equipos frecuentemente son demorados durante meses por trámites administrativos en la Aduana.