El sol hace daño a toda hora del día
Es perjudicial aun en el atardecer
Quienes gustan de tomar sol se exponen a niveles de radiación ultravioleta (UV) más dañinos de lo que los científicos creían hasta ahora, afirman investigadores alemanes que desarrollaron un nuevo modelo matemático para estimar el impacto de los rayos UV sobre la piel.
"En muchos casos, los dermatólogos subestiman la cantidad de rayos UV que reporta la exposición solar", dijo ayer a la edición on line de New Scientist el biometeorólogo Peter Hoeppe, del instituto Geo Risk Research, de Munich, Alemania.
Para Hoeppe, que acaba de publicar los resultados de su estudio en la revista especializada Journal of Biometeorology, habitualmente se toma en cuenta la radiación UV que impacta sobre las superficies horizontales, pero se subestima su efecto sobre las superficies verticales, en especial cuando se trata de una exposición solar que ocurre con el sol ubicado cerca del poniente.
Así, según Hoeppe, en las últimas horas de luz solar del día una persona puede recibir más rayos UV estando de pie que acostada. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores del Geo Risk Research desarrollaron un nuevo modelo que cuantifica el impacto de los rayos UV sobre el cuerpo humano.
Medición más precisa
Tras registrar cada dos minutos, durante tres años, cómo la radiación ultravioleta golpeaba 27 superficies inclinadas en diferentes ángulos, los investigadores construyeron un modelo tridimensional del cuerpo humano que muestra cómo las distintas zonas de la piel se ven afectadas por los rayos UV en distintas posiciones (ver ilustración).
Según ese mismo modelo, la nieve es capaz de reflejar hasta en un 60% los rayos ultravioleta, de modo tal que los esquiadores están expuestos a un riesgo de cáncer de piel mucho mayor de lo que se pensaba hasta ahora.