El misterio del palacio abandonado: arqueólogos descubren por qué quedó vacío hace 3700 años
Un equipo de investigadores de Israel y Estados Unidos descubrió nuevas pruebas sobre las causas que originaron la destrucción y el abandono de un floreciente palaciohace unos 3700 años.
El palacio, ubicado en el sitio arqueológico de 30 hectáreas de Tel Kabri al norte de Israel, era un enorme edificio de 6000 metros cuadrados, más grande que un centro comercial moderno, y estaba repleto de pinturas en los muros, un elegante salón de banquetes y salas de almacenaje con más de 100 enormes jarras de vino.
Las excavaciones de las ruinas del palacio, que data de los años 1900-1700 a.C., fueron financiadas por National Geographic Society y la fundación Israel Science, y estuvieron a cargo de Assaf Yasur-Landau, profesor de arqueología mediterránea en la Universidad de Haifa, y Eric Cline, profesor de clásicos y antropología en la Universidad George Washington.
Los arqueólogos buscaron evidencia de sequías, inundaciones y otros factores ambientales que pudieran haber alejado a los residentes antiguos. También buscaron señales de fuego, armas o cuerpos sin sepultar que tuvieran signos de violencia o combate. Pero no encontraron nada de esto.
Yasur-Landau contó que les tomó seis años aceptar la idea de que un terremoto podría haber sido el causante de la destrucción del palacio. "Nos preguntamos durante varios años qué había causado la destrucción repentina y el abandono del palacio y el sitio, después de siglos de ocupación floreciente", dijo el profesor de arqueología mediterránea en la revista National Geographic.
En 2011, los investigadores descubrieron una trinchera que atravesaba el palacio. Al principio, asumieron que era moderna, tal vez un canal de riego para la granja de paltas que rodea el sitio arqueológico o, tal vez, una defensa excavada durante la guerra árabe-israelí de 1948.
Sin embargo, en el transcurso de varios años de excavación, los arqueólogos comenzaron a notar características en el palacio que no parecían del todo correctas. Varias paredes estaban ligeramente desplazadas. Algunos pisos estaban un poco ondulados, inclinados en ángulos extraños o picados, probablemente por objetos pesados que cayeron desde la altura.
Y en 2019, los arqueólogos notaron que tres hileras de un muro del palacio habían caído dentro de la trinchera. "En ese momento, nos miramos y el supervisor del área dijo: 'No creo que esta sea un foso moderno. Creo que esta es una zanja antigua causada por un terremoto '", recordó Cline.
Ahora, los expertos rodearon la trinchera y llegaron a la conclusión que se trata de una fisura causada por un terremoto. "Abrimos una nueva área y encontramos que la zanja continuaba por al menos 30 metros, con una sección completa de un muro que se había caído en la antigüedad, y con otros muros y pisos que se inclinaban hacia ambos lados", afirmó Yasur-Landau.
Los investigadores analizaron los finos granos de sedimento que cubrían el piso del palacio y encontraron que se trataba de la caída del yeso de una pared rota. La falta de lodo demostró que el evento fue instantáneo porque el piso no estuvo expuesto a ningún otro elemento durante un período largo de tiempo antes de que la capa de sedimento lo cubriera.
A través de todas las evidencias reunidas, los arqueólogos llegaron a la conclusión del terremoto: las paredes desplazadas, los pisos inclinados y picados, las enormes jarras de barro para vino se rompieron en el lugar, la evidencia microgeológica, y la fisura que partió al palacio en dos.
Además, los registros de sedimentos del Mar Muerto indican que ocurrió un terremoto en la región alrededor del año 1700 a.C., el momento en que el palacio quedó deshabitado. "Esto es arqueología. Las piezas se juntan, se descartan hipótesis, se obtienen hipótesis más plausibles y, finalmente, hay que invocar a Sherlock Holmes para eliminar lo imposible y trabajar con lo que queda", explicó Cline.
Yasur-Landau se alegró por el equipo de investigadores de llegar a la conclusión del terremoto como causante de las ruinas del palacio. "Hemos estado trabajando en el proyecto durante cinco años más o menos en esta pregunta específica, por lo que es realmente muy gratificante tener una respuesta", concluyó el arqueólogo.