El instrumento envía señales directamente a las piernas, permitiéndole moverse aunque solamente cuando el implante está encendido; no se trata de una cura para las lesiones de médula, sino de una mejora en la calidad de vida de las personas
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Un hombre que había quedado paralítico logró caminar de nuevo gracias a un implante desarrollado por un equipo de investigadores suizos. Es la primera vez que alguien que sufrió un corte completo de la médula espinal volvió a caminar libremente.
Esta tecnología -usada en nueve personas- permitió mejorar la salud de otro paciente paralítico hasta el punto de permitirle convertirse en padre. La investigación que hizo posible esto fue publicada por la revista Nature Medicine.
Implante eléctrico
Michel Roccati quedó paralítico tras un accidente de motocicleta ocurrido hace cinco años. Su médula espinal quedó cortada completamente y perdió todo tipo de sensibilidad en sus piernas.
Pero ahora puede caminar gracias a un implante eléctrico que le fue colocado en su médula espinal. Nunca antes alguien que hubiera sufrido este tipo de lesión había podido volver a caminar.
Los investigadores destacan que esto no es una cura para las lesiones de médula y que la tecnología aún es demasiado compleja para ser utilizada cotidianamente. No obstante, celebran que se trata de un gran paso hacia la mejoría de la calidad de vida de estos pacientes.
Michel dijo sobre esa tecnología: “Es un regalo para mí”, y agregó: “Puedo levantarme, caminar adonde quiero, puedo subir las escaleras. Es casi una vida normal”.
Pero no fue solamente la tecnología lo que impulsó la recuperación de Michel. Este joven italiano tiene una voluntad de hierro. Dijo que desde el momento del accidente estuvo decidido a progresar todo lo que pudiera.
“Yo solía boxear, correr y hacer ejercicio en el gimnasio. Después del accidente, ya no pude hacer esas cosas que me encantan, pero no dejé que eso afectara mi ánimo. Nunca detuve mi rehabilitación. Quería solucionar ese problema”, señala.
La rapidez con la que Michel se recuperó sorprendió a Jocelyne Bloch, la neurocirujana del Laboratorio de Neuroterapias y Neuromodelación (LNTM) que le colocó el implante y que con pericia adjuntó electrodos a fibras nerviosas individuales.
“Quedé extremadamente sorprendida. Michel es absolutamente increíble. Él debería ser capaz de usar esta tecnología para progresar y estar cada vez mejor”, dijo la doctora.
La investigación fue respaldada por el doctor Ram Hariharan, un consultor del Hospital Northern General en Sheffield (Inglaterra), quien es independiente del equipo investigador y es portavoz de la Asociación sobre Lesiones de la Médula Espinal.
“Ellos lograron algo que no se había hecho antes. Nunca había escuchado de ningún estudio en el que hayan colocado un implante [en un paciente con un corte total de médula espinal] y hayan logrado movimientos musculares y una mejora del equilibrio suficiente como para poder levantarse y caminar”, señaló.
El especialista agregó que hacen falta más ensayos clínicos antes de que pueda convencerse de que se trata de un tratamiento efectivo. “Necesitamos más cantidad [de pacientes] para demostrar que es, primero, seguro y también que mejora significativamente sus vidas. Solamente entonces se puede llevar adelante”, apuntó.
Tratamiento experimental
Los nervios en la médula espinal envían señales del cerebro a la piernas. Algunas personas quedan paralíticas cuando estos nervios resultan dañados por alguna lesión.
En el caso de Michel no hay ninguna señal porque su médula espinal está completamente cortada, pero el implante envía señales directamente a sus piernas, permitiéndole caminar aunque solamente cuando el implante está encendido.
Hasta ahora, nueve personas recibieron el implante y recuperaron la capacidad de caminar. Ninguna de ellas lo usa para ayudarse a caminar cotidianamente porque a estas alturas es muy complicado. En lugar de ello, lo emplean para la práctica de caminar, lo que ejercita sus músculos, mejora su salud y, con frecuencia, restaura un poco el movimiento.
David M’zee fue uno de los primeros pacientes en recibir el implante. Como Michel, él puede caminar con el implante utilizando un bastón. Su salud mejoró tanto que fue capaz de procrear una hija junto a su pareja Janine, algo que no era posible después del accidente que sufrió en 2010.
Su hija, Zoe, ahora tiene un año y hace carreras con su papá empleando la andadera infantil. “Es realmente bella”, dijo con una sonrisa de orgullo paterno. “Es muy divertido. Esta es la primera vez que caminé con ella de esa forma. Ella con su andadera y yo con mi bastón”, agregó Michael.
Tener una familia le dio a David una gran alegría. Y el implante lo ayudó de maneras sutiles pero importantes. “Ayuda con la hipertensión. La sufrí durante mucho tiempo. Al principio no me daba cuenta de que lo tenía. Me cansaba mucho de vez en cuando. Una vez que descubrimos que el implante puede aumentar la tensión arterial me dije ‘así es como puede ser la vida’”, dijo el hombre, y agregó: “Estas son las pequeñas cosas que hacen una gran diferencia”.
Todavía queda un largo camino por recorrer antes de que la tecnología pueda usarse de manera rutinaria para ayudar a caminar a las personas que sufren parálisis, según el profesor Grégoire Courtine, quien dirigió el equipo que desarrolló la tecnología en la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (Suiza).
“Esto no es una cura para la lesión de la médula espinal, pero es un paso fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas. Vamos a empoderar a las personas. Les vamos a dar la capacidad de ponerse de pie, de dar algunos pasos. No es suficiente, pero es una mejora significativa”, aseguró.
Una cura requeriría la regeneración de la médula espinal, posiblemente con terapias con células madre, que aún se encuentran en una etapa muy temprana de investigación. El profesor Courtine cree que su tecnología de implantes podría usarse junto con tratamientos de regeneración nerviosa, una vez que estén listos.
BBC Mundo