El electroshock es una terapia rápida y efectiva
"La terapia electroconvulsiva [popularmente conocida como electroshock] nunca dejó de utilizarse en la Argentina -dijo a LA NACION el doctor Jorge Coppola, jefe del Sector Urgencias del Hospital de Emergencia Psiquiátrica Torcuato de Alvear y director de la Clínica Psiquiátrica Emanuel-. Las que fueron cambiando son las condiciones de uso."
En la actualidad, agregó el especialista, se la considera del mismo modo que una práctica quirúrgica: "Se solicita al paciente un riesgo quirúrgico previo y la práctica se lleva a cabo bajo anestesia general, con relajación muscular e hiperoxigenación previa y posterior a la terapia eléctrica".
¿Qué evidencias médicas hay en su favor? "Las evidencias clínicas a nivel mundial son abrumadoramente favorables respecto de su uso -respondió Coppola-. La evolución de la enfermedad depresiva, los cuadros de inhibición psicomotriz extrema y la ideación suicida de alto riesgo ceden con mayor rapidez que con el uso de psicofármacos. En cuanto a los riesgos para la persona, éstos son mínimos (igual que cualquier acto quirúrgico con anestesia general) y los costos de tratamiento son menores en cuanto a tiempo de internación."
En depresión, su indicación es en casos resistentes, cuadros severos de inhibición psicomotriz, con alto riesgo suicida y mala respuesta a los antidepresivos. "Nuestra experiencia es alentadora y ha demostrado eficacia en la totalidad de los casos en que su indicación se ajustó a su espectro terapéutico", agregó Coppola.
Sin embargo, concluyó, "por razones ideológicas alejadas de cualquier evidencia científica, su uso ha sido casi desterrado de las prácticas en instituciones del Estado. No así en el sector privado. De este modo, los más humildes, quienes consumen los servicios públicos, se ven privados de los beneficios de su aplicación. En cambio, los más pudientes acceden, gracias a sus coberturas, a resultados clínicos más precoces, como, por ejemplo, alivio del sufrimiento psíquico y reinserción social más rápida".