El 70% de los embarazos adolescentes no es deseado
En uno de cada cuatro casos, la madre no trabaja ni estudia
Casi el 15% de los nacimientos anuales en la Argentina ocurre entre niñas y adolescentes de 10 a 19 años. Esa maternidad precoz, cuya proporción está un 10% por encima de la media internacional -que es del 5%, según el Population Reference Bureau-, suele ser una experiencia no elegida: hasta en el 70% de los casos, el hijo o la hija, simplemente, llega.
Una investigación del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) con el apoyo de la Comisión Nacional de Programas de Investigaciones Sanitarias (Conapris) del Ministerio de Salud realizada entre mayo de 2003 y junio de 2004 indica que el 81,5% de las adolescentes encuestadas no utilizaba ningún método anticonceptivo en el momento de quedar embarazada y que entre un 28 y un 59% (según jurisdicción) dijo que deseaba un hijo.
"Pero esas respuestas tienen que ser contextualizadas en el momento en que hicimos la pregunta, cuando ya tenían a su bebe en brazos", explica la licenciada Nina Zamberlin, que junto con Silvia Fernández y un grupo de becarios, coordinados por la licenciada Mónica Gogna de Cedes-Conicet, realizó encuestas a 1645 puérperas de entre 15 y 19 años en 14 maternidades públicas del Gran Buenos Aires, Misiones, Catamarca, Chaco, Rosario, Salta y Tucumán, como parte de la investigación.
"Sólo en casos muy puntuales una adolescente busca un embarazo -agregó Zamberlin-, por ejemplo, la pérdida de un ser querido, haber tenido antes un aborto y sentir remordimientos, o la búsqueda de pertenecer al mundo de los adultos o de tener algo propio: si es la responsable de cuidar 7 hermanitos, cuando tenga su hijo [ella cree] ese hijo será su prioridad."
"Un dato orientado para conocer el peso del embarazo no deseado es que se producen en el país unos 700.000 nacimientos anuales, pero más de 500.000 abortos -explica la doctora Alicia Figueroa, obstetra y ginecóloga del hospital Durand e integrante del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam)-. Los egresos hospitalarios por complicaciones del aborto ascendieron de 53.900 en 1995 a 78.900 en 2000, de los cuales 555 fueron de niñas de 10 a 14 años y 11.015 de adolescentes de 15 a 19 años. Es decir, un 15% de los abortos complicados se registró en menores de 20 años."
Un estudio de octubre de 2003 de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (Sagij) sobre 1477 adolescentes de cinco zonas del país que concurrieron al consultorio del ginecólogo u obstetra indicó que el 34,4% no había utilizado ningún método anticonceptivo en la primera relación y un 44% había desistido del preservativo, minimizando el riesgo de contraer el virus que causa el sida.
El trabajo, coordinado por la doctora Silvia Oizerovich, reveló también que entre las adolescentes que mantienen relaciones sexuales solamente el 55% pone en práctica un método anticonceptivo apropiado. "Y entre las 1034 que habían estado o estaban embarazadas -agregó la especialista- se habían registrado 119 abortos, aunque no se preguntó si espontáneos o provocados."
Según Nina Zamberlin, del Cedes, las únicas instituciones de inclusión de la adolescente embarazada y su hijo o hija son las escuelas laicas. "Pero suelen ser esfuerzos particulares de docentes y directivos, porque falta una política pública que se ocupe del tema. Otro espacio donde podría aprovecharse la concurrencia periódica de la joven embarazada, para hacer prevención, es el consultorio del obstetra. Quizá sea el mejor lugar para hacerlo, porque la joven está más abierta a saber y entabla con el médico una relación más cercana."
La dificultad de los jóvenes para encontrar interlocutores válidos con quienes hablar sobre cuidados anticonceptivos es frecuente. "Durante 2004 -afirma la doctora Alicia Figueroa-, Celsam recibió 3900 llamadas telefónicas a su número gratuito [0800-888-235726]. El 37% fue de adolescentes de 11 a 20 años, y en el 72% pedían información diciendo que no tenían con quién hablar."
Los estudios revelan la relación entre embarazo adolescente y escolaridad: por un lado, todo indica que ir a la escuela de algún modo "protege" del embarazo, ya que según la investigación de los ginecólogos juveniles, una de cada cuatro jóvenes que habían quedado embarazadas no trabajaba ni estudiaba.
Pero de acuerdo con el trabajo del Cedes, un embarazo complica la permanencia de la adolescente en el aula: "Sólo cuatro de cada diez de las que estaban estudiando al embarazarse -dice el informe- continuaron sus estudios hasta el final de la gestación", generalmente por temor a ser discriminadas o por vergüenza.
En América latina
- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que sólo uno de cada 10 adolescentes solteros y sexualmente activos de la región usa métodos anticonceptivos, proporción que es más baja entre los adolescentes pobres. Un promedio de cuatro cada 10 embarazos terminan en aborto, cuyas complicaciones están entre las principales causas de muerte entre las mujeres de 15 a 29 años en América latina.