El 20% de los porteños es alérgico a los ácaros del polvo
Hoy, entre las 13 y las 15.30, el trailer sanitario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires volverá a estar apostado en la concurrida intersección de Diagonal Norte y Florida. Y, como ocurrió ayer, seguramente muchas personas se darán cita allí para saber, mediante una sencilla prueba de detección, si son alérgicos a los ácaros.
Esta iniciativa forma parte de las actividades organizadas por la Red de Alergología de los hospitales porteños en el marco de la Semana de Prevención de las Enfermedades Alérgicas, que concluye mañana.
Durante 1999 y 2000, respectivamente, se dedicó una jornada al mismo tema, pero "dada la masiva respuesta del público, este año decidimos extenderlo durante cinco días", explicó el doctor Samuel Azar, coordinador de la mencionada red y jefe del Servicio de Alergia del hospital Argerich.
Según datos internacionales extrapolables a nuestra población, alrededor del 30% de las personas es alérgico a una o varias sustancias. El alergeno más prevalente es el ácaro del polvo (que alergiza al 20% de la población), microscópico organismo que pertenece a la misma familia de las arañas y produce proteínas sumamente agresivas, en especial para las vías respiratorias de las personas.
Así, la mayoría de los casos de asma -que padece entre el 5 y 7% de la población- son atribuibles a la acción irritativa e inflamatoria de estos alergenos, que pululan especialmente en lugares de climas cálidos y húmedos, "por eso hay una menor proporción de alérgicos a estos microorganismos en lugares fríos y secos", señaló Azar.
Los ácaros están en el polvo de la casa, más allí donde hay escamas de piel humana, como colchones, almohadas, cobertores (ver recuadro), ya que sus restos son su alimento preferido.
También son atribuibles a estos alergenos las rinitis, que padece entre el 10 y el 20% de la población y se manifiestan con obstrucción y secreción nasal con estornudos, lagrimeo, picazón ocular o aun conjuntivitis. En una buena proporción, se padecen simultáneamente ritinis y asma, aunque a veces el asma no esté diagnosticada.
"Pero -agregó el doctor Azar-, las rinitis son también atribuibles a la alergia al polen. En el aire de la ciudad hay gran concentración. Desde fines de agosto hasta fines de septiembre, es polen de plátanos. Luego, hasta fin de año, de gramíneas, y desde enero hasta abril, de yuyos, malezas y girasol."
Interior y exterior
Si bien las alergias impactan con más frecuencia sobre el aparato respiratorio, estas reacciones desmesuradas del sistema inmune también pueden manifestarse a través de la piel (urticaria, eczemas) y el aparato digestivo (diarreas, dolor abdominal).
Además de ácaros y polen, hay muchos otros alergenos (alimentos, medicamentos, insectos, cosméticos, productos industriales). Un alergeno es una sustancia capaz de producir respuestas inmunológicamente exageradas en personas sensibilizadas previamente a esa sustancia cada vez que se expone a su contacto.
El doctor Samuel Azar agregó que además del diagnóstico y tratamiento del problema (que puede realizarse en los consultorios de alergia de los hospitales porteños), también sería importante reducir los contaminantes del hogar (ver recuadro) y los del medio ambiente, en especial los residuos de los combustibles fósiles.
"Vivimos en ambientes que predisponen cada vez más a reacciones alérgicas -afirmó Azar-. Perjudican objetos como alfombras o aglomerados, materiales sintéticos y compactados en los muebles, pegamentos. Y, en materia de contaminación ambiental, son perjudiciales todos los combustibles fósiles, pero más el gasoil."