Edificios se buscan
El país padece una aguda crisis habitacional y el sistema científico no escapa de las generales de la ley. Es más, se está acercando peligrosamente a la postración...
Sucede que si bien la auspiciosa política de ingreso de nuevos becarios e investigadores está insuflando sangre joven al Conicet, también pone a los laboratorios y centros de investigación -construidos y planificados pensando en los requerimientos de hace varias décadas- muy cerca del hacinamiento, los problemas de higiene y seguridad, y la imposibilidad lisa y llana de funcionar.
El tema, al que el doctor Jorge Aliaga, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, hace referencia en el editorial del último número de la revista EXACTAmente , no es menor e imprime un surco de preocupación en la frente de muchos científicos que tienen que lidiar con instalaciones que no dan más.
"La facultad [en la que se forma el 25% de los doctores en ciencias del país] tiene más de 400 investigadores del Conicet -cuenta Aliaga-; cincuenta ingresaron en los últimos tres años. En los departamentos teóricos, como el de Matemática, ya estamos teniendo problemas para sentarlos a todos. En las carreras experimentales, hay escasez «de mesada». Además, como en los últimos años hubo líneas de financiación para adquirir equipos necesarios que se sumaron a los ya existentes, la infraestructura está al borde del colapso."
Entre los ejemplos de obsolescencia que menciona Aliaga figuran el tendido eléctrico ("los cables son del sesenta, más o menos") y también las cañerías. "Tengo un nuevo cluster de computadoras en sus cajas porque no podemos proveerles la corriente indispensable -explica-. Por otro lado, las normas de seguridad fueron cambiando. Antes sólo se ponía una llave térmica en las conexiones; ahora hay que colocar disyuntores. Pero en la Ciudad Universitaria, que es como decir un edificio de una manzana y 10 pisos de altura... ¡son cientos!"
Por supuesto, para hacer éstas y otras reformas -como agregar espacio para formar a docentes de primaria y secundaria en las disciplinas científicas- se necesitan inversiones. Pronto, en el marco del programa de radicación de investigadores, la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica tiene previsto dedicar 16 millones de dólares a un plan de adecuación de laboratorios e infraestructura.
La ciencia local los necesita. Imperiosamente.