Día mundial del cáncer: puede prevenirse hasta en el 50% de los casos
Aunque muchas veces parezca un castigo o un capricho del destino (por qué a mí), el cáncer es una enfermedad que puede prevenirse hasta en el 50% de los casos: al menos en la mitad de los desarrollos tumorales hay un agente externo identificado que lo provocó; y es probable que a medida que los científicos continúen sus investigaciones puedan acorralar y encontrar las causas externas de cada cáncer (en los que también por supuesto se da una base genética sensible a esos agentes que generan mutaciones indeseadas).
A nivel epidemiológico, si se tiene en cuenta que el tabaco es el responsable del 25% de las muertes por la enfermedad a nivel mundial (porcentaje que sube en los varones y baja en las mujeres en Argentina), ya es mucho el avance. Pero no es la única causa prevenible. También rankean alto la obesidad, las dietas bajas en fibras y altas en grasas y el sedentarismo, entre las relacionadas con las conductas humanas. Y el consumo de alcohol.
Uno de los factores que en los últimos tiempos tomó más relevancia es el alcohol. "Ya se sabía que alcohol y tabaquismo, unidos, favorecen sobre todo los cánceres de cabeza y cuello, laringe, lengua y boca, pero hoy hay datos más firmes sobre la relación del alcohol con otros tipos de tumores. Por eso, entre las recomendaciones está la limitación del consumo de alcohol", dijo Eduardo Cazap, el argentino que es presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica. "Hay cierta controversia en esto porque hay datos de que una o dos copas, de vino, son protectoras para la salud cardiovascular. Sin embargo, hoy parece que la recomendación es cero alcohol, aún pequeñas cantidad favorecen el stroke", agregó Cazap e instaló el debate.
"Es fundamental transmitir la información de que el cáncer se puede prevenir, e incluso curar, si hay una prevención", dice a La Nación Zulma Ortiz, ex ministra de salud de la provincia de Buenos Aires, quien agrega que hay tres tipos de maneras de hacerlo: la primaria, la secundaria y la terciaria. La primaria es tener hábitos saludables y la eliminación o control de la exposición a riesgos. "Esa nos cabe a todos como ciudadanos. Si no tenemos esos hábitos, esa prevención no se dará y tendrá más chances de que ocurra el cáncer", dijo y puso ejemplos similares a los de su colega: no fumar, actividad física, alimentación baja en grasa con muchas frutas y verduras, consumo limitado de alcohol.
La prevención secundaria es la detección precoz de la enfermedad. Allí están combinadas responsabilidades de los ciudadanos y del sistema de salud. "Por ejemplo, cuando hay un bulto en la mama de una mujer se necesitará para empezar una consulta para una mamografía y luego estudios que pueden terminar en una biopsia. Ahí es la alerta del ciudadano, pero fundamentalmente el acceso a métodos de diagnóstico", alertó.
En Argentina, pese a que los tratamientos están asegurados por ley, no siempre se cumple el acceso a la salud. "Este es un llamado de atención a las autoridades y al sistema fragmentado de salud que tenemos", dijo Ortiz y agregó que faltan campañas de educación sobre todo en alimentación y un (buen) etiquetado de los (malos) alimentos.
Los otros factores
Pero ahí no terminan los agentes causantes del cáncer. Cazap también puntualiza la relación entre el desarrollo de tumores con ciertas hormonas sintéticas. "Ciertos anticonceptivos orales pueden tener influencia sobre la formación y evolución de tumores y del cáncer de mama, de próstata y hormonas. En el caso de quienes tengan el diagnóstico es prudente consultar sobre el uso adicional de hormonas", dijo. Y agregó otros dos factores, uno conocido y subestimado como la radiación solar, "que no solo es dañina para la piel sino para la vista también, por eso se recomienda el uso de anteojos incluso para niños. Y una exposición limitada, y fuera de las horas más directas, sobre todo en personas de piel blanca u ojos claros, o quienes se ponen muy coloradas al sol; en tales casos visitar al dermatólogo una vez por año es una muy buena idea". Otra causal, creciente en un mundo mega urbanizado, es la polución ambiental, tanto del aire como del agua en varias regiones. "Por ejemplo, es conocida la presencia de arsénico en el agua de varias provincias, pero no sabemos bien cuál es su relación con el cáncer", añadió. Del mismo modo, hay cantidades naturales de radón en el ambiente, que es un gas radiactivo que es la segunda causa de cáncer de pulmón.
Pero para Cazap quizá el hecho más importante a recalcar en cuanto a posible prevención es el cáncer de colon, "el más prevenible, porque se da a partir de un pólipo en el intestino", afirmó. "Y la detección de los pólipos es muy fácil y hasta se puede hacer en domicilio o con colonoscopia. La recomendación es que todos los mayores de 50 años deben tener un examen de detección de tumor de colon. Lo mismo con cáncer de mama, y otros ginecológicos. Una o dos veces por año visitar al especialista", concluyó.
La Organización Mundial de la Salud, dentro de un informe de 125 que publicó hoy la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) titulado "Investigación sobre el cáncer para su prevención", agregó dos vacunas como parte del combo de prevención: la vacuna contra la hepatitis B, que previene el cáncer de hígado, y la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH, o HPV por sus siglas en inglés) que mostró ser eficaz para la eliminación del cáncer cervicouterino. "La OMS advierte que, de continuar las tendencias actuales, habrá un aumento de 60% de los casos de cáncer en el mundo en el transcurso de los próximos dos decenios. El aumento mayor (81%) en el número de casos nuevos tendrá lugar en los países de ingresos bajos y medianos, donde las tasas de supervivencia actualmente son las más bajas", se lee como parte del llamado a actuar. Respecto de la extensa lista de agentes causantes de cáncer, sin embargo, la propia IARC considera que es un mito decir que "todo causa cáncer" y remitió al hecho de que de la lista de más de mil agentes potencialmente cancerígenos estudiados desde 1971 unos 400 han sido identificados como carcinógenos o potencialmente carcinógenos (información en inglés aquí: https://monographs.iarc.fr/).