Desde redes de pesca a falta de alimento, las principales amenazas para la fauna marina en 2020
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El 2020 afectó todas las actividades del mundo. Y el trabajo de rescate de los animales lastimados o varados en las costas argentinas no fue la excepción. Con protocolos mediante, los especialistas siguieron adelante para ayudar a aquellos que, ya sea por las redes de pesca o la falta de alimentos, se vieron afectados.
Año tras año la Fundación Mundo Marino elabora un informe sobre cuáles son las amenazas para la subsistentica de la fauna marina. A lo largo de 2020, los especialistas radicados en San Clemente del Tuyú recogieron información y la compilaron en un informe.
De un total de 259 animales, entre mamíferos, aves y reptiles marinos, 85 fueron encontrados sin vida durante las tareas de monitoreo y 174 pudieron ser rescatados y asistidos por los técnicos de la Fundación. De este universo de animales rescatados, 58 lograron recuperarse de sus afecciones y fueron reintroducidos, 19 requirieron asistencia profesional en playa sin necesidad de ser trasladados al Centro y solo seis permanecen en rehabilitación. Desafortunadamente, 91 animales, en su mayoría aves marinas con graves afecciones y/o lesiones de distinta índole, no lograron sobrevivir.
Atravesado por la pandemia de coronavirus, 2020 fue un año atípico en lo que a las tareas de rescate y asistencia de fauna marina se refiere. En una primera etapa, que se prorrogó hasta julio, las salidas diarias a la playa para el monitoreo así como los traslados entre localidades y partidos estuvieron restringidas por seguridad: no se realizaban salvo que las hubieran autorizado las autoridades de aplicación.
"Durante los primeros meses, solo recibimos animales rescatados por autoridades como el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), Prefectura Naval o el Ministerio de Ambiente, que nos derivó animales para rehabilitación y posterior reinserción. A su vez, en los momentos más estrictos del aislamiento, al no haber gente en playa, tampoco hubo posibilidad de que nos avisen en caso de hallar algún animal que necesitara asistencia", explica la vicepresidenta de la Fundación Mundo Marino, Andrea Cabrera.
Las principales amenazas para la fauna marina durante 2020
Falta de alimento
Como en años anteriores, la falta de alimento fue la principal causa que afectó a la fauna marina durante 2020. Esta representa el 51,6% de los casos.
La falta de alimento se detectó sobre todo en los pinnípedos, puntualmente en los lobos marinos de Uno y Dos Pelos (Otaria flavescens y Arctocephalus australis, respectivamente). De un total de 61 animales, 36 presentaron cuadros de desnutrición y deshidratación. El mismo cuadro de situación se dio con los pingüinos magallánicos (Spheniscus magellanicus): de 64 asistidos, 35 presentaron cuadros de desnutrición y deshidratación.
"En ambos casos, son especies marinas que metabolizan el agua a través del alimento sólido que ingieren, por lo que frente a la falta de alimento sobreviene un cuadro de desnutrición y de deshidratación seguido de hipotermia que, en algunos casos, lamentablemente lleva a la muerte del animal", explica Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino.
Sobre las causas de por qué estos animales no encuentran su alimento, Rodríguez Heredia destaca una multiplicidad de factores. "Desde la sobrepesca hasta la emergencia climática que altera la temperatura de las aguas y la consiguiente distribución de las presas pueden afectar la normal oferta de alimento para estas especies. Lo que es claro es que estos animales con su mera presencia son centinelas de lo que ocurre mar adentro y no estamos pudiendo ver. Cada uno de ellos es un indicador biológico que evidencia las alteraciones que sufre nuestro ecosistema marino", añade.
Parálisis
La segunda afección con más prevalencia sobre las especies marinas fue la parálisis. En este caso, las aves han sido el mayor exponente de esta problemática.
De un total de 125 aves marinas, 30 presentaron este cuadro (24 por ciento). La gaviota cocinera (Larus dominicanus) y el gaviotín golondrina (Sterna hirundo) fueron las dos especies más afectadas con cuadros de parálisis de tipo flácidas.
"Nuestra principal hipótesis y que fuimos corroborando a lo largo de los años, es que estas aves sufren cuadros de botulismo aviar, una enfermedad generada por una neurotoxina que les afecta los músculos voluntarios y nervios periféricos. Esa neurotoxina es generada por la bacteria Clostridium botulinum que, aunque se encuentra naturalmente en humedales y lagunas de agua dulce, también se encuentra en basurales a cielo abierto. En ese sentido, el aumento sostenido de la temperatura generada por el cambio climático favorece la proliferación de este tipo de bacterias y, por lo tanto, de este tipo cuadros", explica uno de los médicos veterinarios de la Fundación Mundo Marino, Juan Pablo Loureiro.
Redes de pesca
El enmalle o atascamiento en redes de pesca, si bien representó un bajo porcentaje a lo largo de 2020, es una causa difícil de corroborar cuando aparecen animales muertos con altos grados de descomposición. En este sentido, desde la Fundación Mundo Marino consideran que el porcentaje podría ser aún mayor.
Durante el 2020, 37 ejemplares de delfín Franciscana (Pontoporia blainvillei), especie catalogada como vulnerable por la Unión Internacional de Conservación para la Naturaleza (UICN),fueron encontrados en la playa. Solo cuatro de estos cetáceos se encontraban en estado lactante y estaban vivos al momento del hallazgo. El resto, eran adultos o juveniles.
“La hipótesis que manejamos con el delfín Franciscana es que los ejemplares adultos mueren atrapados en redes de pesca. Tienen respiración pulmonar como los humanos y al no poder salir a respirar, mueren por asfixia. El hecho de ser una especie de aguas poco profundas y cercanas a la costa las deja expuestas a las amenazas del tráfico marítimo y a la contaminación química y acústica”, explica Rodríguez Heredia que aclara que se está trabajando en un protocolo internacional junto a otros centros de rescate y universidades para revertir estos números y lograr la supervivencia de la especie.