Descubren una nueva especie de dinosaurio parecida a una criatura de Star Wars
Investigadores hallaron el fósil de una criatura similar al animal que aparece en la película Star Wars: Los últimos Jedi
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Un equipo internacional de paleontólogos descubrió un esqueleto fosilizado dentro de una roca en la provincia china de Hubei y, con la ayuda de imágenes de rayos X, el equipo examinó al pequeño animal volador al que comparó con una criatura similar que aparece en la película Star Wars: Los últimos Jedi.
Los científicos, que publicaron el hallazgo en la revista PeerJ, identificaron al dinosaurio como un nuevo género y especie de pterosaurio llamado Sinomacrops bondei.
“A pesar de estar aplastado hasta el punto de borrar muchos detalles, el espécimen está bastante completo y proporciona nueva información para el grupo”, escribieron los investigadores en el informe.
El uso de imágenes de rayos X, permitió al equipo de investigadores reconstruir a la diminuta criatura alada extinguida hace unos 160 millones de años. Según Megan Jabobs, paleontóloga de la Universidad de Baylor en Texas, Estados Unidos, este dinosaurio volador vivía entre los árboles de la actual China, y tenía ojos grandes y una sonrisa en la boca que lo asemejaba a los Porgs, las pequeñas criaturas nativas del planeta Ahch-To de la saga de Star Wars.
“Este dinosaurio es redondo, con ojos grandes y orientados hacia delante. La mayoría de los pterosaurios de este período tienen hocicos alargados llenos de pequeños dientes”, aseguró Jacobs y relacionó al animal con las criaturas cinematográficas.
Los especialistas crearon ilustraciones para mostrar el aspecto que probablemente tenía el dinosaurio cuando aún existía. Las imágenes muestran una criatura que se parece un poco a una ardilla voladora, pero en lugar de un cuerpo de roedor, tiene el tronco como una salamandra con grandes alas membranosas que sobresalen de cada lado. Tiene ojos saltones, una amplia sonrisa y una pequeña cola entre un par de patas.
También es probable que el dinosaurio fuera peludo, pero no con pelo o plumas. Los científicos creen que estaba cubierto por una piel de “picnofibras” empenachadas, una forma de cobertura completamente diferente y que evolucionó de forma independiente.
Aunque forma parte de la familia de los pterosaurios, el Sinomacrops es muy diferente de sus enormes y a menudo aterradores parientes, que una vez fueron tan grandes como las jirafas, lucían largos picos y tenían apetito por los dinosaurios muertos.
Los científicos creen que la nueva criatura que hallaron es una versión prehistórica de los murciélagos, que merodean en condiciones de poca luz para atrapar insectos y comerlos como dieta principal.
Jabobs aseguró que los hallazgos son emocionantes porque los fósiles de pterosaurios son extremadamente raros, ya que sus huesos delgados y huecos no se conservan tan bien como los de otras criaturas. “Encontrar estos primeros pterosaurios realmente nos da una idea de cómo comenzaron a adaptarse y alterar aspectos de sus esqueletos”, dijo la paleontóloga.
LA NACION
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