Crece el sedentarismo y el consumo de comida chatarra
En el Día Mundial del Corazón, expertos cardiólogos explicaron a LA NACION los factores de riesgo cardiovasculares en el país y el incremento de esas enfermedades
Sedentarismo, comida chatarra y tabaquismo concentran en su mayoría los problemas cardiovasculares en la sociedad argentina y en el mundo, según se encargaron de difundir un grupo de expertos consultados por LA NACION, con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra hoy.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cardiopatías, o enfermedades cardiovasculares son las responsables del 30% de muertes en todo el mundo.
Alberto Alves de Lima, director de docencia del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), adelantó tres parámetros para llevar una vida sana y con menor riesgo para el corazón y las arterias: comer en base a frutas y verduras, hacer actividad física y no fumar.
"Hay que evitar ingerir la comida rápida o chatarra. Por lo menos caminar para aumentar el ritmo respiratorio. El ejercicio aplicado hasta en pequeños espacios, incrementa la salud y la vitalidad del corazón, ya que está comprobado que hacer actividad física reduce en un 50% las probabilidades de sufrir estas enfermedades. Y por último no fumar", indicó Alves de Lima.
Foto: Fundación Diagóstico Maipú
"Después del azote de las hambrunas, las guerras y las epidemias, en los últimos años la enfermedad cardiovacular, que no es trasmisible, se transformó en la primera causa de muerte en el mundo. Por cada 100.000 muertes, unos 250 son por causas cardíacas. O de cada 100, unas 33 mueren por esas causas, sobre todo después de los 45 años", explicó a LA NACION el doctor Gerardo Bozovich, director médico de la Fundación Favaloro.
Bozovich explicó que la arterioesclerosis es la más común de esas afecciones en arterias coronarias, junto a los infartos de miocardio y ataques cerebrales (ACV), que explicó que existen muy buenas oportunidades de prevención de esa afección, como así también tratamientos con la enfermedad instalada ya que cada vez se sobrevive mejor y más.
Respecto a los preventivos, el especialista apuntó al control de factores de riesgo, como la hipertensión, el tabaquismo, el sedentariosmo y el colesterol alto. También señaló los tratamientos farmacológicos que modulan los lípidos y el colesterol para prevenir la arterioesclerosis. Finalmente habló de los tratamientos invasivos por catéter y por cirugía, como el conocido By pass, técnica creada y desarrollada por el doctor René Favaloro.
Sedentarismo en alza
El sedentarismo es hoy uno de los enemigos de la salud cardiovascular de los argentinos, ya que de una reciente encuesta elaborada por TNS Gallup y difundida por la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), brazo hacia la comunidad de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), cuatro de cada diez personas hace actividad física sólo una vez por semana o ninguna.
"La persona sedentaria tiene las arterias más fijas y tiende a que se hagan más gruesas y con tendencia a tener un problema arterioesclerótico. Aquellos que hacen al menos una caminata de entre 30 a 60 minutos, la mayor cantidad de días de la semana, genera una disminución en la rigidez de la arteria y disminuye la presión que se ejerce sobre la sangre", afirmó a LA NACION, el doctor Roberto Peidró, prosecretario de la FCA.
"Una persona que hace ejercicio hoy regularmente, aunque sea una caminata y aquella que no lo hace, en diez años tendrá el 50 por ciento menos de probabilidad de tener hipertensión arterial", completó el especialista, que recomendó a la persona que ya padece hipertensión, seguir un tratamiento médico adecuado, reducir la sal en la alimentación, hacer ejercicio físico y atenuar factores externos sociales como el estrés, o la depresión o ansiedad por problemas personales o laborales. "La natación es un deporte excelente para mejorar la actividad cardiovascular y circulatoria", resaltó.
El cardiólogo Ricardo Iglesias, presidente de la FCA resaltó los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que indican que entre 2005 y 2009 aumentó casi 10% el sedentarismo en la Argentina, pasando de 46,2% a 54,9%, e indicó que se trata de un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. "Las personas sedentarias tienen mayor predisposición de sufrir hipertensión arterial, sobrepeso y obsesidad, diabetes tipo 2 y alteraciones del metabolismo del colesterol", afirmó Iglesias.
"Según el Registro Interheart, publicado en la prestigiosa revista The Lancet en 2004, de acuerdo a una evaluación de 29.000 personas en 52 países, el colesterol es el principal factor de riesgo de infarto en el mundo, seguido del tabaquismo. Así, una persona con colesterol alto tiene un riesgo 3,25 veces mayor de sufrir un infarto en el término de un año", agregó Iglesias, que se mostró contrario a las campañas que promueven el hedonismo en el hombre, donde fumar o comer comidas rápidas embargan de placer a quien consumen cigarrillos o comida chatarra.
Iglesias también destacó el elevado consumo de sal en la Argentina. "Acá comemos de 16 a 18 gramos de sal por día. Lo recomendado es 5 o 6. Por eso lanzamos la campaña "Sal de la mesa". Es lo mismo que una campaña vial. Usar el cinturón de seguridad le salva la vida a una persona el 0,0007 %. Pero en una comunidad salva el 7% de la totalidad de los muertos por accidente de tránsito. Al bajar medio milímetro la presión se evitan 2000 muertos por año. En Nueva York, por cada dólar que el gobierno pone para que las empresas reciclen la sal [bajen su contenido de los alimentos enlatados] y le pongan menos a los alimentos, el estado al año gana 12 dólares respecto a los gastos de atención médica", precisó.
Crecen los ACV
Los datos que maneja la OMS son por demás preocupantes ya que cada año, 15 millones de personas en todo el mundo sufren o padecen un accidente cerebrovascular.
En 2004, el accidente cerebrovascular causó 5,7 millones de muertes en todo el mundo (9,7% de la mortalidad total), mientras que en América latina acarrearon más de 250.000 muertes, pero para 2024 ese número podría triplicarse como resultado del envejecimiento de la población, afirma un reciente informe ¿Cómo reducir los accidentes cerebrovasculares en Latinoamérica? presentado por un grupo de especialistas de toda la región en el marco del III Conferencia Latinoamericana de la Sociedad Internacional de Farmacoeconomía.
"Las enfermedades cardiovasculares se producen principalmente por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. Y una de las más graves es la Fibrilación Auricular (FA) considerada la arritmia cardíaca sostenida más frecuente, que constituye un alto factor de riesgo de padecer un accidente cerebro vascular o ACV", afirmó Peidró.
Según el experto, en comparación con la población general, las personas con FA tienen un riesgo cinco veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular. La FA es responsable del 20% de los accidentes cerebrovasculares isquémicos (accidentes cerebrovasculares causados por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro).
El doctor Sebastián Ameriso, jefe de Neurología Vascular de Fleni, aseguró a LA NACION que la FA "es una epidemia que ya está en curso y en franco aumento, ya que al haber más expectativa de vida en la población, aparece un mayor riesgo de padecerla. Un 20 por ciento de las personas de más de 80 años la sufren, por lo que se incrementa más el riesgo de contraer un ACV.
Así, el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con FA aumenta con la edad y con la adición de otros factores de riesgo (p.ej., hipertensión arterial, accidente cerebrovascular previo y diabetes). Entre los factores que ubican a un paciente con FA en el grupo de mayor riesgo de padecer un accidente cerebrovascular se encuentran: insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión arterial, edad mayor de 75 años, diabetes y accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio previos.
"Por otra parte, los accidentes cerebrovasculares relacionados con la FA son más graves, provocan mayor discapacidad y tienen una peor evolución que los accidentes cerebrovasculares en pacientes sin la FA", indicó Peidró. En un estudio mexicano, la mortalidad a 30 días luego de un accidente cerebrovascular fue del 22% en pacientes con historia de FA, en comparación con el 13,7% en ausencia de la arritmia.
En América latina hay 3 millones de personas que padecen esta forma de arritmia, pero sólo la mitad lo sabe. Las técnicas actuales sólo pueden prevenir la FA en algunos pacientes. La terapia con anticoagulantes reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con FA. Cuando se usa en forma adecuada y se monitorea cuidadosamente, reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en alrededor de dos tercios.
vingrassia@lanacion.com.ar
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