Crearon el primer autómata que evoluciona
Diseña y crea otras máquinas sin ayuda humana. Lo inventaron científicos de la Universidad Brandeis, en Estados Unidos
NUEVA YORK (The New York Times).- Por primera vez lograron crear un robot que diseña y construye otros robots casi sin ayuda humana. En el corto plazo, este avance podría conducir a una nueva industria de robots de bajo costo preparados para tareas específicas. Con el tiempo -dentro de décadas-, tal vez serán capaces de reproducirse y evolucionar, y de construir versiones mejoradas de sí mismos.
Los astrónomos sugieren que tales máquinas, durables y adaptables, podrán algún día ser enviadas al espacio para explorar la galaxia en busca de vida extraterrestre.
Pero la búsqueda de vida artificial también plantea preocupaciones. Hay quienes temen que los científicos puedan eventualmente crear una especie robótica que podría suplantar la vida biológica, incluidos los seres humanos.
Por ahora, el sistema robótico de producción creado en el laboratorio de los doctores Jordan B. Pollack y Hod Lipson, de la Universidad Brandeis, en Waltham, Massachusetts -una computadora conectada a una máquina que construye modelos plásticos- no puede crear nada tan complicado como él mismo. En lugar de eso, produce artefactos con barras plásticas y esferas.
Cuando se les agregan un motor y un microchip, los aparatos fabricados por este engendro tienen una -y sólo una- habilidad: arrastrarse lentamente. El más rápido puede desplazarse a algunos centímetros por segundo.
"Parecen juguetes -dice el doctor Pollack, profesor de ciencias de la computación-. Pero no fueron fabricados por seres humanos."
Los doctores Pollack y Lipson publicaron sus resultados en el número de ayer de la revista Nature.
Un mundo de máquinas
"Es el primer ejemplo de evolución automatizada en una máquina -afirmó el doctor Philip Husbands, profesor de inteligencia artificial de la Universidad de Sussex, Inglaterra-. Es un ejemplo algo primitivo, pero se trata del primer paso hacia algo que podría ser bastante significativo."
En el futuro, esta técnica podría ser utilizada para diseñar robots que armen partes en industrias, limpien vertidos químicos o aspiren alfombras. Debido a que las computadoras cuestan mucho menos que los ingenieros humanos, "por primera vez se inaugura un enfoque mucho más económico de la robótica -dijo el doctor Pollack-. Ahora podemos diseñar gratis y construir por algunos miles de dólares". Actualmente, diseñar un robot puede costar entre cientos de miles y millones de dólares.
La computadora de Brandeis no tenía ninguna idea de lo que era un diseño exitoso. Le dieron una lista de partes posibles con las cuales podía trabajar, las leyes de la gravedad, la meta de moverse en una superficie horizontal y un grupo de 200 diseños construidos al azar, que no funcionaban.
Imitando la evolución biológica, la computadora agregó, sustrajo y cambió piezas de los diseños. Al mismo tiempo, mutó las instrucciones de programación para controlar los movimientos del robot. Después de cada paso, la computadora puso en marcha simulaciones para probar los diseños, guardando los que funcionaban y descartando los fallados.
Después de 300 a 600 generaciones de evolución y ajustes, la computadora transfirió el diseño a una máquina de prototipos utilizada para construir modelos de prueba. Después, en el paso que requería ayuda humana, los investigadores instalaron el motor del robot y el microchip.
Un rompecabezas dinámico
Cambiando la configuración inicial de las partes robóticas, el autómata era capaz de producir diferentes diseños y soluciones de locomoción. Una parece un acordeón, la otra camina como un cangrejo.
"Es sorprendente la cantidad de soluciones que obtenemos", afirmó Lipson. Por ahora, la evolución del robot está en una vía muerta, porque el autómata nunca se entera de qué tan bien funcionan sus diseños en el mundo real. Los robots más simples tampoco tienen la habilidad de mejorar su performance.
De acuerdo con los investigadores, los robots actualmente tienen la capacidad mental de una bacteria. "Esperamos alcanzar el nivel de un insecto en un par de años -dijo Pollack-."
Los investigadores de Brandeis ahora intentarán agregar sensores a los robots y mejorar los programas de diseño. Los robots del futuro también serán capaces de intercambiar información entre sí y aprender de sus experiencias.
A medida que los chips electrónicos sean más rápidos y las máquinas de fabricación se hagan más sofisticadas, los autómatas producirán robots más y más complejos. Algunos se preguntan qué pasará cuando un robot pueda diseñar y construir algo tan complejo como él mismo.
El doctor Seth Shostak, un astrónomo del Instituto SETI, de búsqueda de vida inteligente, en Mountain View, California, ha sugerido que los investigadores que buscan señales de radio de civilizaciones extraterrestres probablemente se cruzarán con máquinas inteligentes creadas por ellos.
Un artículo de la revista Wired argumentó que los científicos tal vez tendrían que abstenerse de investigar robots autorreplicantes, evolutivos y autónomos.
Este primer autómata no tiene las piezas suficientes para ser en sí mismo peligroso, pero en el futuro se prevén otros que quizá sí lo sean, afirman. Sin embargo, muchos científicos que trabajan en este campo no están tan preocupados; aunque los avances tecnológicos hicieran posible tales máquinas -advierten-, los costos probablemente impedirían la construcción de autómatas tan complejos.