Coronavirus: tres prestigiosos epidemiólogos critican las cuarentenas y proponen una "protección focalizada"
Los prestigiosos epidemiólogos que firmaron la Declaración de Great Barrington, el documento publicado del Instituto Estadounidense para la Investigación Económica (AIER, por sus siglas en inglés), criticaron las cuarentenas como política para enfrentar a la pandemia de coronavirus que ya se cobró un millón de vidas a nivel mundial y proponen una "protección focalizada" en los grupos de riesgo.
Entre las firmas del documento se encuentran las de la hindú Sunetra Gupta (55), el bengalí-estadounidense Jay Bhattacharya (52) y el sueco Martin Kuldorff (58), quienes expresaron sus ideas en una reciente entrevista con el Wall Street Journal.
A través de su documento, Gupta(Oxford), Bhattacharya (Stanford) y Kuldorff (Harvard) sintetizaron sus conclusiones sobre las políticas de confinamientos masivos que se llevan adelante en distintas latitudes del planeta. Sobre este punto, el equipo responsable cuestionó con dureza el impacto en la economía y en desarrollo de las sociedades y, sobre todo, en la salud mental de las personas. Como respuesta proponen un "protección focalizada" de quienes integran los grupos de riesgo.
Protección focalizada para los grupos de riesgo
No en vano los llaman los "rebeldes del COVID". Y el apodo responde a la postura crítica que tienen Gupta, Bhattacharya y Kuldorff sobre los confinamientos masivos dispuestos alrededor del mundo. En contraposición este grupo de profesionales sugiere alternativas a desarrollar hasta tanto se desarrolle una vacuna efectiva. Alternativas que van desde el cuidado de las personas más vulnerables, una mayor actividad de los más jóvenes y la reactivación de ciertas actividades, incluso la educación presencial.
"No ha existido un debate serio. Hemos llegado a esta política [por los confinamientos masivos] casi por inercia, por la histeria de aplanar la curva", sostiene Bhattacharya en una entrevista conjunta junto a sus dos colegas.
Durante la extensa entrevista, Bhattacharya cuestiona cómo a raíz de la pandemia de coronavirus se han dejado de lado programas y campañas de vacunación para prevenir enfermedades. "La difteria, la tos ferina, el sarampión, etc. Vamos a tener un brote de esas enfermedades. Estos no son costos hipotéticos, sino reales, en seres humanos de carne y hueso. Costos que tendremos a partir del confinamiento y el colapso económico. Estos costos deben ser contemplados cuando se discuten las cuarentenas junto con los modelos matemáticos", agrega.
Por su parte, Kuldorff remarca que es beneficioso para la ciencia tener opiniones distintas que, al ser discutidas, arrojen mayores chances, una gama más amplia de soluciones para las personas. "Quiero gente que esté en desacuerdo conmigo, quiero escuchar qué tienen para decir. Cerrarnos a esa posibilidad es algo nocivo para la confianza en la ciencia, como si solo una visión de los hechos se difundiera por los medios masivos de comunicación", aporta el sueco.
Kuldorff también remarca el impacto que ha tenido el coronavirus en la educación e insta a pensar una solución diferente, más abarcativa y balanceada en torno a la presencialidad. "Luego de más de medio año, el daño colateral es enorme. Niñas y niños que no van a la escuela: eso tiene una impacto en su salud mental. Además el seguimiento de enfermedades como el cáncer no se están haciendo de manera adecuada. Esto no va a tener un impacto inmediato en la tasa de mortalidad, nadie va a morir de cáncer este año por falta de monitoreo, pero alguien que hubiera podido sobrevivir 15 o 20, quizás muera en 3 o 4", añade.
"Para los maestros que tengan 20, 30 o 40 años hay poco riesgo de contagio. Los que tengan 60 años tienen un alto riesgo. La clave está en proteger a ese grupo, pero en lugar de cerrar la escuela en su totalidad, podemos hacer que enseñen desde sus casas o colaborar con otros docentes en los exámenes o en la corrección de tareas", propone Kuldorff.
Sobre la protección focalizada que remarcan, Gupta explicó cómo la llevaría a cabo. En primer lugar, según la epidemióloga y novelista, habría que desarrollar políticas que permitan que aquellas personas con un riesgo mínimo de muerte reanuden sus vidas. Mientras eso sucede, los gobiernos deberían concentrar sus esfuerzos en cuidar a los que están en mayor peligro.
"Podemos hacer algo y esto es proteger a las personas vulnerables mientras que a las que no son vulnerables debemos permitirles crear inmunidad y luego alcanzaremos un punto en el que todos ganan. Aquellos que no son vulnerables habrán adquirido inmunidad y aquellos que siguen siéndolo tendrán menor chance de contraer el virus. Algo similar a lo que ocurre con otros patógenos", precisa Gupta.
En esta lógica, Gupta aplica lo mencionado anteriormente también para la educación. "Cuánto más rápido los maestros se vuelvan inmunes, más rápido podrán volver a las escuelas", sostiene.
"Va a existir incertidumbre no importa qué decisión tomemos, no hay una opción que sea 100% segura como encerrarnos en nuestros hogares o cerrar nuestra economía [por Estados Unidos] para crear un entorno seguro. Eso es una ilusión, es una acción que en sí mismo genera riesgos enormes, riesgos que involucran incertidumbre", concluye Bhattacharya.